martes, 31 de agosto de 2010

lunes, 30 de agosto de 2010

Una novela-disco y... película!


Una novela-disco y... película

Llega el curioso fenómeno editorial con el que el rockero Mathias Malzieu cautivó a Francia - 'La mecánica del corazón' es un cuento gótico para adultos

Mathias Malzieu (Montpellier, 1974), es un tipo particular; pelirrojo y de pequeña estatura, propietario de una mirada clara, casi ingenua. Músico, compositor, cineasta..., su novela La mecánica del corazón (Reservoir Books) se ha convertido en un fenómeno editorial en Francia, donde ha superado la cifra de los 150.000 ejemplares vendidos. Este relato gótico, en el que unos ven reflejos de Tim Burton y otros de Lewis Carroll, pero a cuya originalidad le sobran las referencias, tiene también la forma de un álbum del grupo que lidera, Dionisos, en el que cada canción es un capítulo; y está a punto de ser una película de animación realizada con Luc Besson. De momento, recién llegado a las estanterías españolas promete convertirse en uno de los libros más cautivadores de la temporada.

Con abuelo andaluz, no es extraño que Malzieu acabara enamorándose de Olivia Ruiz, una de las mujeres más interesantes de la actual canción francesa, también descendiente de españoles, a la que, naturalmente, produjo su último álbum Cali. La mecánica del corazón que corrobora esta querencia por el otro lado de los Pirineos. El protagonista, Jack, un adolescente nacido "la noche más fría de la historia" en Edimburgo, al que una maga-comadrona le coloca en el pecho un reloj de cuco para reparar su corazón maltrecho, se lanza a un viaje hacia el sur, hasta llegar a Granada, en pos de Miss Acacia, una bailarina y cantante miope de la que está locamente enamorado. "Un viaje iniciático", en opinión de su autor, "aunque en realidad, incluso si la acción no se mueve, todos mis libros son viajes iniciáticos y todos van del frío al calor".

Sus personajes se mueven en un mundo mágico y fantástico que, sin embargo Malzieu consigue que aceptemos, desde la primera página, no solo como posible, sino también como real. "Es precisamente esto lo que me fascina, este ejercicio de equilibro para conectar lo imaginario y lo real, entre el primer y el segundo grado, entre el adulto y el niño. Quedarse en uno u otro lado es frustrante. Lo que me gusta, no solo en mis libros, también en mi música e incluso en la gente que me rodea, es permanecer en la pasarela entre las dos orillas, mantener el equilibrio entre ambos y poder entrar y salir de un lado y otro".

Tal vez por eso le fastidian los "artistas" que están siempre en el borde del delirio. Prefiere a los que "consiguen trascender y volver a tierra, salir y entrar, porque son quienes realmente conducen sus vidas y sus relaciones con los demás". Y sugiere como modelo a Charlie Chaplin. "El gran dictador tiene exactamente esta combinación, aborda una cuestión política pero en su interior hay una enorme dosis de poesía, de delirio", explica. "La escena famosa en la que el micrófono sigue sus movimientos o cuando juega con la bola del mundo, es eso, pero Chaplin permanece conectado todo el tiempo a su historia. Este es mi modelo".

Se mueve en todas las disciplinas: canta, actúa, compone, escribe, hace cine y parece gestionar sin problemas estos constantes viajes entre mundos tan diversos. "Artísticamente es muy simple, exige trabajo", zanja, "pero es posible porque las conexiones son muy naturales; me apasiona por igual el cine que la literatura. Adoro a gente como Tarantino o Jarmusch porque otorgan a la música un papel de narrador omnisciente, como sucedía con las películas de Sergio Leone y la música de Ennio Morricone. Para ellos la música es un personaje. Por eso siempre he intentado meter cine en mis canciones". Le halaga que le comparen con Tim Burton -"soy un fan suyo", reconoce-, pero reivindica un mundo propio, aunque espera con ansia el estreno de la versión de Alicia en el país de las maravillas.

¿Y la literatura? Porque su escritura no es la de un aficionado, sino la de un escritor. "Los libros son mis compañeros, son un regalo", asegura, "pero mi cultura literaria nace de hacer espeleología en las librerías, lo que no quiere decir que haya leído todos los clásicos; tengo una cultura general correcta, pero no exhaustiva, aunque hay tantas cosas que me gustan que me alimento con pasión".

A Malzieu le gusta compartir su mundo con los que él llama sus "primos telepáticos", que leen sus libros, escuchan sus discos o van a sus conciertos. Gente desconocida "con quienes se producen conexiones intensas". Y se pone a sí mismo como ejemplo de esta actitud. "Tengo relaciones muy intensas con gente a la que no tengo el deseo de conocer. Hace poco fui a ver a Nick Cave, a quien admiro. Vi el concierto pero no le fui a saludar; no sentí la necesidad de acercarme solo para decirle que me gustaba su música y que yo también era un músico, sé lo que es un concierto y lo que es encontrarte a otro tipo más que no conoces, en realidad era otro primo que lanzó su mensaje, su botella al mar y que yo recogí".

POP EN LAS ESTANTERÍAS: Músicos que escriben, tendencia literaria para este otoño

- Nick Cave. Veinte años después de su debú literario con Y el asno vio al ángel, el músico australiano ha publicado La muerte de Bunny Munro (Papel de Liar) que este mes se ha editado en España.

- Javier Corcobado. Empezó con dos libros de poemas (Chatarra de sangre y cielo, 1991 y El sudor de la pistola 13, 1994) pero en los últimos tiempos se ha decantado por la novela: El amor no está en el tiempo, 2005. Ahora saldrá a la venta un nuevo poemario, Cartas a una revista pornográfica viuda (Arrebato).

- Leonard Cohen. El juego favorito es la última novela publicada en España del músico y poeta canadiense. Se trata de un libro de 1963. Alfabia, a su vez, edita el libro Palabras, poemas y recuerdos, con textos inéditos del músico.

- Antonio Luque. El líder de Sr. Chinarro ha debutado este mes con Socorrismo, que reúne dos relatos, La mina y el que da título al libro.

- Eñe 19.
El próximo número de esta revista literaria está precisamente dedicado a los músicos. Reúne relatos de, entre otros, Francisco Nixon, Nacho Canut, Julio de la Rosa, Germán Coppini, Víctor Coyote, Fernando Alfaro y Dee Dee Ramone.

- EL PAIS -

domingo, 29 de agosto de 2010

sábado, 28 de agosto de 2010

viernes, 27 de agosto de 2010

The Stone Roses no...


The Stone Roses no van a volver

El cantante, Ian Brown, y el guitarrista, John Squire, niegan los rumores sobre el regreso del grupo inglés

The Stone Roses no van a reunirse. Ian Brown, el ex cantante del influyente grupo británico niega en la web de la banda los rumores sobre un supuesto regreso que difundió el rotativo británico The Mirror. "No sabemos nada de ninguna reunión. Ian trabaja en su nuevo disco, que saldrá a finales de año", ha señalado un portavoz del artista, según recoge la web. El cuarteto de Manchester, que saltó a la fama mundial en 1989 con el álbum The Stone Roses, no volverán a tocar juntos de nuevo para dar una gira por Reino Unido, tal como mencionaba el tabloide.

El desmentido de la banda en su web se añade a las palabras del guitarrista John Squire en la BBC esta semana, en las que afirmó que no hay ninguna posibilidad "en absoluto" de que la banda vuelva a tocar junta. "Prefiero vivir mi vida que intentar repetirlo. No tendría sentido", añadió Squire. The Stone Roses fue una de las formaciones más representativas del sonido Madchester, que brilló a finales de los ochenta y principios de los noventa. La integraban Squire y Brown junto a Gary Mani Mounfield y Alan Reni Wren y su influencia se basa en tan sólo dos álbumes, el fundacional The Stone Roses (1989) y Second Coming (1994).

Está previsto que el grupo lance a finales de 2009 una nueva edición de lujo de su primer disco, remasterizado por el productor John Leckie. Precisamente, ese CD, que incluirá conocidos éxitos como I Wanna Be Adored, She Bangs The Drums o I Am The Resurrection, se cita continuamente entre los grandes discos de todos los tiempos.

El grupo, uno de los más influyentes del britpop en los noventa, se disolvió de forma amistosa en 1996 y se rumorea que Brown y Squire no han vuelto a dirigirse la palabra desde entonces.

- El País -

martes, 24 de agosto de 2010

Ese bulo sólo quiere capturar su 'e-mail'...


Ese bulo sólo quiere capturar su 'e-mail'

Los falsos rumores nacen de enemigos de las empresas o de piratas informáticos - La leyenda perjudica la imagen y las ventas de las compañías

Son esas cosas que le pasan o le cuentan al amigo de un amigo. No se suelen tener detalles del lugar, de la fecha en que ocurrieron, ni de los nombres de los protagonistas. Pero son historias curiosas, inquietantes muchas veces, que antes viajaban de boca en boca y ahora corren por Internet como la pólvora: bulos, leyendas urbanas (hoaxes en inglés). El de la Coca-Cola y las ratas es un clásico: un día, de repente, un joven brasileño cayó al suelo fulminado por sufrir leptospirosis, que es una enfermedad producida por la orina de las ratas. Según la historia, las latas de refrescos se guardan en almacenes infectados por roedores para después ser transportadas a las tiendas sin la debida limpieza.

Otros ciudadanos teóricamente preocupados por el prójimo cuentan también por el ciberespacio que Actimel, el yogur bebible de Danone, puede generar problemas de salud si uno lo toma más de 14 días seguidos, ya que deja de desarrollar defensas por sí mismo. Es falso. También ha corrido por ahí, en el pasado, que Telefónica había empezado a cobrar por las llamadas perdidas a los teléfonos móviles, algo que, de momento, tampoco es cierto.

La repercusión del bulo se ha multiplicado gracias a Internet. Tienen como objetivo dañar a las empresas, a veces por competencias comerciales, aunque la mayor parte de firmas consultadas aseguran que sus ventas no se resienten. Pero en otras muchas ocasiones, la mayoría hoy día, sólo buscan generar alarma, llamar la atención para ser miles de veces reenviado y, con ello, permitir a los cazadores de correos lograr direcciones personales para comerciar con bases de datos o utilizarlas para fraudes cibernéticos.

Los anzuelos basados en temores sobre la salud son los más exitosos. El de Actimel nació en Argentina en abril de 2007, pero resurge de vez en cuando. El rumor, que se puede encontrar en Internet, dice que el L. Casei que aporta este yogur es una sustancia que genera el propio cuerpo humano y que, a los 14 días de tomarla, el organismo se olvida de fabricarla por sí mismo.

El caso es que el L. Casei es una bacteria que jamás puede generar el organismo y que, de hecho, ya se consume en otros alimentos como el queso o las leches fermentadas, y "no se han descrito procesos patológicos" causados por ello. Así es como lo explica un escrito del Centro Superior de investigaciones Científicas (CSIC) que el grupo Danone se vio obligado a colgar en su web de Actimel para desmentir el rumor sobre el producto.

Y es que la compañía asegura que el rumor nunca ha afectado a sus ventas, aunque no ofrece datos, pero sí le ha supuesto más de un quebradero de cabeza. Incluso un diputado argentino, en 2007, recogió las afirmaciones de la cadena de correos electrónicos y presentó ante la Cámara de los Diputados de Argentina una propuesta de ley para obligar a la empresa a anunciar de los posibles efectos adversos. Danone se puso en contacto con el político y el proyecto quedó congelado, relata Álvaro Bordas, responsable de comunicación externa de Danone.

"No afecta a las ventas, pero sí a la imagen de un producto que tiene más de 30 estudios científicos detrás", lamenta. El hecho de que la misma historia resurja cada cierto tiempo -hace unos meses se vivió una tercera oleada del rumor- les hace pensar que "puede haber otros intereses detrás", más allá de lograr correos.

La Asociación de Internautas destaca que la mayor parte de hoaxes buscan ser múltiplemente reenviados porque, gracias a ello, se puede rastrear el mensaje y capturar miles de direcciones de correos que luego se pueden vender para bases de datos, algo que se está haciendo ahora con redes sociales como Facebook o Twitter.

"Todos los correos electrónicos que van sin firma digital son como esas postales de toda la vida que puede leer todo el mundo, de modo que los spammers utilizan unos robots que buscan palabras clave para captar las direcciones a las que se reenvían", explica Víctor Domingo, presidente de la asociación. Y tienen éxito: su secreto consiste en lanzar informaciones lo suficientemente morbosas o peligrosas como para que, aunque sea de buena fe, aquel que las reciba quiera compartirlo con todos sus contactos. Esta entidad preguntó el pasado verano a 3.129 internautas y el 70% respondió que tenía dificultades para distinguir entre un rumor falso y una información veraz.

Ello explica que aún funcionen estafas cibernéticas como el phishing: hacerse pasar por una entidad pública o privada oficial -por ejemplo, un banco o la Agencia Tributaria- para obtener información confidencial como las claves de una cuenta bancaria.

La cuestión es cómo parar la cadena. Los internautas proponen una serie de pautas para reconocer como bulo lo que llega por correo electrónico. Suelen carecer de fecha de publicación y están redactados de la manera más atemporal posible para que pervivan el máximo tiempo circulando en la Red. Además, son anónimos, no citan fuentes y normalmente contienen una petición de reenvío.

El problema surge cuando el embuste se aleja de lo burdo y se presenta deliberadamente bien preparado. El pasado diciembre, las redacciones de varios medios de comunicación (incluido EL PAÍS) recibieron un comunicado de prensa que llevaba como remitente al grupo de cosmética L'Oréal e informaba de la retirada inmediata de la gama de productos Derma Génesis en Europa tras haber provocado reacciones dermatológicas adversas, con casos puntuales de tumores cutáneos, en Francia. Además, ofrecía un teléfono 900 para los consumidores que tuvieran dudas.

El correo, con los membretes de la compañía, no era demasiado alarmante, su formato y redacción era el de cualquier comunicado de prensa profesional y estaba firmado con la dirección corporativa correcta y el nombre de una empleada.

Pero la historia presentaba sombras: el correo procedía de una dirección gratuita de Gmail y en ninguno de los teléfonos citados respondía nadie. Además, la información llegó un viernes por la tarde en medio de Navidad, con toda la intención de dificultar la verificación de la misma.

Algunos medios de comunicación picaron el anzuelo y la compañía tuvo que salir al paso. L'Oréal desmintió "rotundamente" la noticia pocos días después.

El bulo, cuanto más verosímil y difícil de contrastar, más tarda en agotarse. Fermín Bouza, catedrático en Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, explica que la tendencia a creerlos tiene que ver con la capacidad de romper la rutina y de empujar a fantasear. "Algunos están deliberadamente construidos y otros se van formando poco a poco, a partir de un hecho real".

Para Enrique Alcat, asesor y experto en comunicación de crisis, "es fundamental atajar el rumor antes de que la bola de nieve se haga grande". A veces, el rumor "puede proceder de la propia empresa, que quiere que recorra la compañía para comprobar cómo regresa la historia y averiguar así lo que piensan sus empleados". A esto, se le llama "gestión del rumor".

"Los bulos se inventan sobre marcas conocidas, y entonces hay que mantener la calma, desmentirlo de forma clara, pero no sobrerreaccionar, porque acabas difundiendo más el bulo". Quien lo dice es Carlos Chaguaceda, el portavoz en España de un especialista mundial en lidiar con la rumorología: Coca-Cola. Que si al mezclar este refresco con caramelos Mentos estalla en el estómago, que si es tan corrosivo que en Estados Unidos se usa para limpiar la sangre de las carreteras... Para combatirlas, la empresa recoge buena parte de sus leyendas negras en su propio sitio de Internet y las desmiente.

Los rumores más dañinos son los que parten de una realidad distorsionada. El último, muy extendido, ha tenido una consecuencia real: Coca-Cola Zero ha sido prohibida en Venezuela.

Esta versión dietética del refresco de cola utiliza un edulcorante artificial llamado ciclamato, cuyo uso está autorizado en la Unión Europea y una buena ristra de países que no incluye a Estados Unidos. Basándose en la excepción del mercado estadounidense, donde se usan otros edulcorantes, una cadena de correos electrónicos comenzó a alertar de que esta sustancia era perjudicial para la salud.

Con este caldo de cultivo, el Gobierno de Hugo Chávez ordenó el pasado junio la suspensión de la comercialización de esta bebida "para preservar la salud de los venezolanos". La medida se produjo justo tres meses después de que Chávez ordenara a Coca-Cola Femsa el desalojo de los terrenos donde estaciona sus camiones en Caracas para construir viviendas populares.

The Coca-Cola Company, y su embotelladora en Venezuela, Coca-Cola Femsa, acataron las órdenes de Chávez, pero declararon "responsablemente que Coca-Cola Zero no contiene componente alguno que pueda ser perjudicial para la salud".

Los rumores influyen. Apple, por ejemplo, asegura que aún no ha podido confirmar jamás un caso en el que alguna de sus baterías haya estallado. Sin embargo, las noticias de que un joven francés y otro en Reino Unido asegurasen haber sufrido heridas después de que las baterías de sus aparatos iPod e iTouch sufriesen cortocircuitos llevó a la propia Comisión Europea a pedir explicaciones a la compañía. La marca no tiene pruebas aún de que algo así haya ocurrido y aseguró el pasado verano que, en todos los iPhone analizados, las averías de las baterías se debían a golpes externos y tuvo que tranquilizar a sus millones de usuarios.

La tecnología, por lo desconocido todavía, es terreno abonado para la confusión. A Telefónica, en una Navidad reciente, le trajo de cabeza el bulo de que la compañía iba a empezar a cobrar por las llamadas perdidas. "Lo que buscan estas historias es desprestigiar, no sólo a la marca, sino a toda una categoría de producto, porque cuando empezó a salir el rumor hace unos años el móvil no era todavía tan conocido como ahora. Llamaban los usuarios preguntando si era verdad y tuvimos que ser muy proactivos para desmentirlo", explican desde la operadora.

"La mayor cultura digital no tiene que ver con la ingenuidad social", opina Víctor Domingo.

En los ochenta empezó a correr el rumor de que el logotipo de Procter & Gamble -un hombre barbudo, con forma de luna creciente, en el interior de un círculo con 13 estrellas- era el símbolo de Satán. Según la compañía, en 1995 cuatro antiguos empleados de una distribuidora reavivaron la leyenda asegurando que parte de los beneficios del grupo servían para financiar cultos satánicos. En 2007, un tribunal los condenó a pagar una indemnización de 14 millones de euros.

Otra gran compañía igualmente acostumbrada a los rumores, McDonald's por ejemplo, gastó el año pasado cinco millones de euros en una amplia campaña llamada Testigos de Calidad para convencer a todo aquel que tuviera dudas sobre la procedencia y elaboración de sus hamburguesas, para que visitara al proveedor que elabora todas las hamburguesas en España y Andorra.

"No hemos detectado una bajada de ventas a consecuencia de ninguno de los mitos que circulan sobre nuestra compañía, pero es cierto que sabemos que existen y por ello los afrontamos. No se trata de justificarnos ante nadie, precisamente se trata de lo contrario, o sea, reafirmar nuestro compromiso con la calidad", explican fuentes de la compañía.

McDonald's se ha esforzado mucho en los últimos años en convencer a la opinión pública que comida rápida no equivale a comida mala. Pero las historias siguen y este año, explica, repetirán la campaña.

Cómo fichar un ciberbulo

La Asociación de Internautas propone una serie de pautas para detectar los bulos o falsos rumores que llegan por Internet:

1. Los hoax o bulos carecen de fecha de publicación y están redactados de la manera más atemporal posible para que pervivan el máximo tiempo circulando en la Red.

2. Son anónimos, no citan fuentes (ya que carecen de las mismas) y no están firmados para evitar repercusiones legales.

3. Contienen un gancho para captar la atención del internauta. El éxito del bulo residirá en si el gancho es muy morboso, si tiene que ver con el dinero o genera miedo.

Ejemplo Coca-Cola. Son varias las leyendas surgidas en torno a este refresco de masas. Muchas tienen que ver con la salubridad de las latas o con el carácter supuestamente corrosivo de la bebida.

Ejemplo Actimel. Actimel es malo para la salud. Produces L. Casei y dejas de fabricar defensas cuando el organismo se acostumbra a recibirlo externamente. Los efectos suelen aparecer a partir de los 14 días de consumirlo y son peores para los niños. Muchos de los correos con este rumor solicitaban que se reenviara para avisar a otras personas del peligro. (Aquí, el gancho es el miedo basado en la salud)

Ejemplo MacDonalds. El origen de la carne con la que se elaboran las hamburguesas de esta cadena de comida rápida también ha generado múltiples historias. (Igual que el anterior, el gancho es el miedo a perder la salud)

4. Los bulos normalmente contienen una petición de reenvío. Se solicita el reenvío para alertar a otras personas, para evitar mala suerte, para evitar la muerte, o con cualquier otra excusa. El objetivo de esta petición de reenvío reside en captar las direcciones IP, crear bases de datos con las que realizar posteriores campañas de spam o, simplemente, con el ánimo de difundir la información falsa todo lo posible.


- EL PAIS -

lunes, 23 de agosto de 2010

Progreso


El verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos.

– Henry Ford -

domingo, 22 de agosto de 2010

Tienes que pedirte más a ti mismo...


Tienes que pedirte más a ti mismo. Tienes que empezar a buscar fotografías que nadie más pueda hacer. Tienes que coger tus herramientas e ir más allá.

William Albert Allard

sábado, 21 de agosto de 2010

26 años de soledad..



26 AÑOS DE SOLEDAD

¿Qué ha convertido a Paolo Giordano, joven autor de La soledad de los números primos, en el fenómeno editorial del año en Italia?

Paolo Giordano (Turín, 1982) lleva una semana luciendo un horroroso jersey a rayas amarillas en distintos medios de comunicación. Hoy se presenta en el bar del Hotel 1898, muy cerca de las Ramblas barcelonesas, con un atuendo menos estridente: “Me hacía ilusión que el público español supiera que tengo más de un jersey”. El joven autor, que una vez fue físico matemático, es hoy, a finales de década, lo que Enrico Brizzi —creador de la seminal novela de amor adolescente italiana Jack Frusciante ha dejado la banda— fue a los últimos noventa. Tras darle un poco de cuerda a la ironía dramática que domina su primer libro, La soledad de los números primos (Ed. Salamandra), recibe una mala noticia. “¿Dos horas de tele? ¿Qué quieren saber? ¿En un parque? Hace frío para eso, ¿no?”.

A Giordano no le gustan las sorpresas. Es un tipo ordenado que estudió ciencias y que cayó en la literatura como extensión lógica del placer que halla en estar solo y, sobre todo, por obra y arte del aburrimiento, acaso el sentimiento más poderoso que existe. “Mucho más que el amor”, comenta. “Creo que el amor es parte del problema más que de la solución. Porque lidiamos con ideas demasiado definidas de lo que el amor debe ser. Eso nos provoca un estrés enorme. Debemos lograr algo y ese algo tal vez no llega. La televisión es el medio que más ha ayudado a estereotipar esta idea del amor. Vivo en Italia, sé que todo lo malo sale de la televisión”.

La soledad de los números primos es una historia de amor frustrado adolescente, soledad metafísica y anorexia accidental, protagonizada por dos jóvenes (Mattia y Alice) tan confundidos por la vida que terminan convirtiéndose en números primos gemelos, aquellos entre los que siempre se encuentra un número par. El libro ganó el pasado mes de julio el Premio Strega, convirtiendo a este hombre de 26 años en un fenómeno literario en su país natal. “Intenté dos novelas antes, con toda la historia montada, pero las dejé en la página 80, porque ya sabía hacia dónde iban y cómo acababan. Me aburrí. Para poder terminar ésta tuve que estructurarla en pequeñas piezas. Soy muy poco fiel a las ideas. Muchas veces llegan varias que no se complementan y se crea un conflicto. Si esa idea es buena, pero no encaja, trato de guardarla para otro momento. Nunca tiro ninguna, pues llegan muy pocas veces y no es cuestión de desperdiciar los bienes escasos”. Jugando al escondite con el tedio, Giordano descubrió que no le interesaba el proceso lineal de creación, porque, claro, ya sabía el final del libro, ese final que el autor no sólo no teme desvelar, sino que se siente en la necesidad de argumentar. “Los adolescentes no entienden el final. Dicen que es trágico y no pueden soportar la tragedia. Yo les digo que no es un final triste. Mi concepto de la tragedia tal vez sea muy de los noventa. En Facebook no hay jamás finales tristes”.

En Internet nunca halló Giordano la felicidad. Como Hank Moody, el personaje de David Duchovny en la serie Californication, una vez cometió el error de googlearse. “Fue horrible. Los blogs estaban llenos de gente que quería romperme las piernas. Jamás pensé que lo que yo pudiera escribir pudiese interesar a la gente, y menos aún que les pudiera irritar tanto. Internet me asusta. Me siento muy viejo diciendo estas cosas, pero es cierto”.

Pesimista e idealista, por lo que habita en un constante estado de frustración vital, el italiano aprendió de los grandes nombres de la literatura norteamericana del siglo XX (David Foster Wallace, Jeffrey Eugenides…), pero jamás dejó que el virus de la posmodernidad atacara su aproximación al hecho de escribir. La suya es una narrativa de vocación más clásica, más basada en la musicalidad que en el ruido semántico, estructurada alrededor de la historia y los sentimientos y libre de referencias pop, namedropping y demás artilugios. Tal vez el resultado tenga que ver con su naturaleza como lector: “Como tal, nunca estuve interesado en autores, en presentaciones, en críticas. Simplemente leía. Ni se me ocurría que pudiese haber un negocio alrededor de esta cosa de la literatura, y mucho menos que yo pudiera llegar a formar parte de él. La primera presentación a la que asistí fue la de mi libro. Escribir me satisface, pero el acto de escribir, no. Me cansa mucho. Es simplemente trabajo. Pero pensar que soy un tipo que escribe me gusta. La idea de que soy un escritor es la mejor idea que he tenido jamás. De hecho, tuve esa idea durante cuatro o cinco años sin escribir una sola línea. Fui un escritor sin obra, pero la mar de orgulloso de mi trabajo, durante muchos años”.


El País



viernes, 20 de agosto de 2010

Bla bla bla...

A partir de cierto número de comentarios en una entrada de un blog, el diálogo de besugos es siempre inevitable.

– Corolario al Teorema de Hilolargo -

miércoles, 18 de agosto de 2010

Más talento, menos trabajo...


Más talento, menos trabajo

Acumulan licenciaturas y maestrías. Pero eso no les basta a los jóvenes españoles, faltos de idiomas y con pocas prácticas, para entrar en el mercado laboral más hostil de Europa

Colocar a los hijos ha sido una preocupación histórica de los padres españoles. A ser posible, en un empleo para toda la vida. Pero lograrlo es cada vez más difícil. Casi dos tercios de los jóvenes españoles, entre los 25 y los 29 años, viven hoy a costa de sus padres, según estadísticas del Instituto de la Juventud (Injuve). ¿Qué otra cosa podrían hacer si la tarea de encontrar trabajo, como admite el propio Injuve, "se ha convertido en una asignatura más", la principal y más difícil de aprobar, para la joven generación española? El problema no es sólo nuestro. El instituto CRF, una fundación surgida en Holanda para tender puentes entre empleadores y empleados, considera que estos jóvenes corren el riesgo de convertirse en una generación desmoralizada. Más y mejor formados que sus padres, "pensaban ser la generación de la esperanza, pero la actual crisis económica y financiera les convierte a veces en las primeras víctimas".

Si el panorama global es preocupante, el español es desolador. Mientras el desempleo se acerca al 20% de la población activa, entre los jóvenes asciende al 28%, y llega al 38% en la franja que va de los 16 años a los 25. Las tasas de paro juvenil más altas de Europa. Una situación especialmente dramática entre los jóvenes licenciados porque, en nuestro país, como explica Cristina Bermejo, secretaria confederal de juventud de Comisiones Obreras, "la principal mano de obra que requiere la economía, sustentada sobre el sector servicios y el ladrillo, es de baja cualificación".

No hay perspectivas de cambio en el horizonte. "No hay más que ver que los presupuestos de I+D+i, que podrían fomentar el empleo de calidad, han sufrido recortes. Tenemos trabajos de altísima temporalidad. Aquí lo típico es que el joven que tiene un master entre de botones en la empresa", añade esta sindicalista.

A esa dificultad se suma otra: un sistema educativo desligado del mundo del trabajo, según los expertos en el mercado laboral consultados para este reportaje. Todos ponen el dedo en la misma llaga: formación demasiado teórica, horarios de clases interminables que hacen casi imposible compaginar trabajo y estudios, y casi nada de prácticas.

Y hay un pero más, los idiomas. "España es todavía una isla en este sentido. Muchos jóvenes hacen constar en su currículo el dominio del inglés, pero en realidad apenan lo hablan", dice Robert Schaefer, responsable para el sur de Europa del Instituto CRF, que se instaló en España en 2005. Aunque las cosas están cambiando. El instituto, que otorga el certificado de Top Employers (mejores empresas por su trato al empleado) en los países más desarrollados, ha entregado este año a 30 firmas españolas este documento. La mayoría son multinacionales extranjeras, aunque hay también dos bancos, una multinacional española y una empresa pública (Correos). Todas afectadas por la crisis. "Pero el buen empresario se distingue por intentar mantener a sus empleados, aun en estas situaciones", dice Victoria Alcober, encargada de la mercadotecnia de este instituto junto a Salvador Ibáñez.

¿Y las demás? "Algunas empresas no han aceptado someterse a nuestro cuestionario de 80 preguntas y a las verificaciones posteriores, en otros casos no han alcanzado la puntuación necesaria", dice Schaefer.

Todas las grandes se rigen por un mismo criterio corporativo. "Se prefiere empleados con iniciativa, y capacidad de comunicación con el resto. Gente con una mayor implicación en la empresa y en su trabajo. Importan los salarios, pero cada vez más las condiciones laborales: horarios más flexibles, y beneficios que permiten mantener un mejor equilibrio entre vidas privadas y trabajo. Ya no importan las horas que trabaja un empleado, sino sus resultados laborales".

Un verdadero sueño que pocos jóvenes licenciados llegan a hacer realidad. Porque, como señala Cristina Bermejo, lo que abunda hoy por hoy son las empresas, "que exigen títulos, idiomas, de todo, pero no ofrecen salarios acordes a estas exigencias". Empresas que optan por contratar jóvenes como becarios y rechazan los contratos de prácticas, regulados y bonificados por el Gobierno. El destino de los becarios es, muchas veces, cubrir puestos de inferior cualificación y menor salario.

Y eso que en España, "el talento no falta". Lo dice Pilar Jericó, socia-directora de InnoPersonas, una consultora que se ocupa de algo tan moderno como la gestión del talento, de las habilidades, de los empleados. Según Jericó, los chicos españoles sólo tienen un problema, "no aceptan la movilidad geográfica". Juan Carlos Cubeiro, socio de Eurotalent, consultora que gestiona también el talento, cree, en cambio, que el problema reside en otra cuestión. "Las cualidades que aprecian las empresas no se enseñan en la universidad". ¿Y son? "La capacidad de relacionarse con los demás, de trabajar en equipo, la voluntad y el esfuerzo".

- EL PAIS -

martes, 17 de agosto de 2010

Predicciones...

Las predicciones económicas sólo valen para que la astrología parezca respetable.

Ezra Salomon

domingo, 15 de agosto de 2010

De los colmillos a las alas...


De los colmillos a las alas

Los ángeles emergen como nuevo fenómeno para sustituir a los vampiros

¿Se ha agotado la sangre? Como si le hubieran clavado una estaca de madera en el corazón, el fenómeno literario y cinematográfico de los vampiros parece que tiene los días contados. Un nuevo ser surge de los despachos de las editoriales: los ángeles. Remite el filón de los chupasangres mientras los editores luchan por repetir el éxito de la escritora estadounidense Stephenie Meyer, de 37 años, con la saga Crepúsculo.

Por lo pronto, dos títulos sobre seres celestiales se abren paso entre las listas de los más vendidos en EE UU. Es el caso de Fallen, de Lauren Kate y, más modestamente, Hush, hush (Silencio, silencio), de Becca Fitzpatric. Al igual que la creadora de Crepúsculo, las dos son escritoras menores de 40 años y estadounidenses.

Hay más similitudes entre el fenómeno de los vampiros y los ángeles. Las nuevas criaturas no son seres inocentes y bondadosos. Se trata de ángeles caídos de alas rotas por haber coqueteado con el mal. "Aparentemente son ángeles normales, pero tienen un lado oscuro. Un poco como los vampiros", explicaba el mes pasado, en el periódico The Independent, Megan Larkin, editora de ficción en Usborne. "Pero en lugar de chupar sangre, los ángeles roban energía y vida a los humanos para sobrevivir".

Con estos ingredientes, Hollywood, siempre atento, ha puesto sus ojos en los ángeles para repetir el fenómeno de los vampiros en la gran pantalla. Disney, en busca de su Crepúsculo, ya ha comprado los derechos de Fallen para llevarla al cine; el actor Will Smith trabaja en una adaptación de Angelology, de la escritora Danielle Trussoni (también estadounidense y menor de 40 años) y en España está a punto de estrenarse Legión, en la que el actor Paul Bettany se convierte en ángel que salva a la humanidad del Apocalipsis.

Aunque, cuidado. No será tan fácil olvidar a los vampiros. Primero, porque aún queda al menos una película por estrenar de la saga Crepúsculo -Eclipse-. Y segundo, porque siempre han estado presentes en la historia de la literatura, el cine y la música. Lo sabe bien Villi Valo, cantante del grupo de rock oscuro HIM, que están a punto de publicar disco nuevo. "Los vampiros siempre vuelven", explica Valo. "Cuando se pase un poco la moda volverán a sus ataúdes y esperarán pacientemente para volver a salir. Reaparecen cada 10 años". Raúl González, editor de Alfaguara, que ha editado en España la saga Crepúsculo, calcula que al fenómeno vampírico le queda por lo menos un año. "Cuando acabó el éxito de Harry Potter todo el mundo se puso a especular qué iba a venir después. Nadie lo tenía claro", explica González. "Hace dos años nadie ofertaba novelas de vampiros y de dos años para acá han salido hasta de debajo de las piedras". Además de los ángeles, hay otras ofertas encima de la mesa: zombies, hombres lobo, espíritus... "Es muy difícil saber a ciencia cierta qué va a venir después de los vampiros. Lo que está claro es que lo siguiente tendrá esa esencia gótica con elementos de triángulo amoroso y un gran componente de aventura y fantasía límite", deduce el editor.

Sí está convencidísima Gema Xiol, editora de Random House Mondadori que publica en España el próximo 12 de marzo Fallen, de Lauren Kate. Traducida aquí como Oscuros tiene todas las piezas de una historia de amor con tintes paranormales o fantásticos. "El éxito que la novela está teniendo en EE UU e Inglaterra avala la teoría de los ángeles", explica Xiol. "Oscuros es la historia de una pareja de ángeles enamorados que sufren una condena divina", continúa. "Durante la guerra en el cielo, Daniel y Lucinda son castigados porque, en lugar de elegir entre el bien y el mal, apuestan por su amor. Por eso Daniel es condenado a hacerse inmortal en la tierra y Lucinda es obligada a reencarnarse en humana una y otra vez sin recordar nada. Ella cada vez que se encuentra con Daniel muere". Un dramón al estilo Romeo y Julieta con tonos entre celestiales y góticos. Los escritores de best sellers tienen trabajo y quizá este año Lucía Bosé, madre del cantante, pueda reabrir su Museo de los Ángeles.

EL PAIS

sábado, 14 de agosto de 2010

:-)

El universo resurge, al filo de su propia destrucción, cada vez que tú sonríes.

– frkncngz -

jueves, 12 de agosto de 2010

Blog para principiantes...

Blog para principiantes: 10 consejos

Son muchos los lectores que me escriben para pedirme consejos a la hora de hacerse un blog. Mi consejo siempre es el mismo: deja esa mierda y emborráchate como si no hubiera mañana. Normalmente me hacen caso. Para quienes, a pesar de todo, deciden hacerse un blog, he recopilado aquí los 10 consejos que debes seguir para convertirte en un bloguero de éxito:

1. Busca una temática capaz de atraer a la gente. Los mayores intereses de los internautas, según Google, son la informática, el sexo y la religión. Si consigues unir Jesucristo, eyaculaciones y plug-ins en una sola entrada, no tardarán en llamarte para dar conferencias en el SIMO.

2. Busca un título sencillo y fácilmente recordable para tu blog. ¿Recuerdas esa estupenda bitácora llamada Tangencias y disidencias de un hombre de mediana edad en el primer cuarto del siglo XXI punto bogspot punto com? No, ¿verdad? Pues eso.

3. No contrastes las fuentes. Por lo general, cuando te informas adecuadamente de algo, todos tus prejuicios se vienen abajo. Es fundamental no saber demasiado de un tema para poder opinar con libertad, de lo contrario no seríamos españoles sino franceses.

4. Aprende de 20minutos y pon títulos impactantes a las entradas. Si, por ejemplo, quieres hablar de la píldora del día después, busca un título del tipo: “A las adolescentes españolas les gustan más las pollas que el jamón (ilustrado)"

5. Debes tener tu propio punto de vista sobre las cosas. Si, póngase por caso, hablas de pedofilia, no puedes estar ni a favor ni en contra, ya que son las posturas habituales y, por tanto, aburridas. Como dice la Iglesia Católica, la genialidad está en los matices.

6. Hay gente que busca cosas realmente extrañas en Google, y ahí está tu oportunidad para destacar. “Anne Igartiburu tirándose a un enano”, por ejemplo, no tiene ningún resultado. Esperar a que Anne Igartiburu se tire a un enano para escribir sobre ello iplicaría una vergonzosa supermacía de la realidad frente a la lírica que la comunidad internauta no puede tolerar.

7. Busca tu propio público objetivo. Los parados, por ejemplo, son los que más tiempo tienen para navegar. Atráelos con titulares tipo: “10 maneras de follar a través de Infojobs”

8. Debes permitir los comentarios, incluso los anónimos. Piensa que, por muy imbécil que seas tú, siempre hay alguien que lo es mucho más y que está dispuesto a gritárselo al mundo.

9. Si eres una mujer joven y atractiva, es fundamental que pongas una foto. Si eres un señor, es fundamental que pongas una foto de una mujer joven y atractiva.

10. Actúa como un periodista: jamás critiques a tu empresa.

www.mimesacojea.com

miércoles, 11 de agosto de 2010

Emoción, drama, revelaciones…

¿Cómo te puede gustar una película en la que salen monjes en albornoz luchando contra un tipo asmático?

– No puedo creer -

lunes, 9 de agosto de 2010

Leer en tiempos de...


Leer en tiempos de crisis

Los libros gozan de buena salud en plena recesión. Pero ¿deben limitarse a ofrecer una forma barata de ocio y evasión privados? No. Leer es el paso del yo al nosotros, clave en la forja de una identidad colectiva.

Confiemos, por una vez, en las estadísticas. En nuestro país ha crecido, repiten los datos oficiales, la comunidad lectora. Esta afirmación, por sí sola, debería ser motivo de satisfacción tanto para la industria del libro, necesitada de ampliar su cuota de mercado, como para los diferentes poderes públicos, deseosos de contar, sin duda, con una ciudadanía atenta, sensible y consciente.

Las reiteradas campañas de fomento de la lectura pretenden que lo hagamos de manera alegre y gozosa, divertida y espontánea, dando por sentado que el hecho físico e intelectual de leer, con independencia de la calidad, es un valor esencial de la democracia, un nuevo activo ciudadano comparable a la igualdad o a la tolerancia ante la diversidad.

Las acciones gubernamentales de impulso del hábito son genéricas, transversales, y no especifican o promueven materias concretas, títulos o escritores. Lo contrario sería, en los regímenes democráticos, una violenta intromisión en la autonomía de la voluntad, un atentado a la libertad de pensamiento, elección y empresa. Lea, repite el ministerio correspondiente, lea. El contenido ya lo decidirá usted -si puede y le dejan- actuando con su fuerza de cliente responsable (sic) sobre la inmensa y apetitosa oferta editorial.

Extender la cultura, sin proponer una definición de la misma, al cuerpo social a través de los libros preside las intenciones de la Administración, intenciones secundadas, con natural empeño, por las compañías productoras. Sin embargo, la lectura moderna, el modo contemporáneo de aproximación a las obras, es asumida por una parte mayoritaria de la ciudadanía -impulsada por estas campañas y el recuperado prestigio de la letra impresa- como un intento de recreación de la imaginaria "vida interior" (perdida ante la permanente exposición pública del mundo del trabajo), recreación artificial que cubriría un espacio vacío dentro del dominio de la individualidad. En resumen, una alternativa más de ocio privado ofrecido por la insaciable sociedad del espectáculo.

Sabido es que la lectura es una actividad individual. Un acto íntimo provocado por la relación entre el sujeto y el libro. Pero si esta acción no influye en el discurso colectivo dominante, si el trato con las imágenes, personajes, símbolos, sensaciones e ideas no genera crítica social y, por extensión, no facilita la participación juiciosa de la ciudadanía en los asuntos públicos, el hecho en sí quedará relegado a la mera intimidad, convirtiendo el ejercicio en una especie de autismo semántico o superflua exaltación de la subjetividad: un entretenimiento fugaz. Leer es el paso (necesario) del yo al nosotros. Un salto necesario para la profundización de la identidad colectiva.

Trascender, en aras de la participación, ese instante de intimidad que la lectura conlleva es una de las aspiraciones de toda comunidad lectora, de cualquier comunidad democrática. Es por esta razón que, superado el momento de soledad y concentración, esos minutos de introspección cada vez más escasos teniendo en cuenta el ruido reinante, la prolongación de las jornadas laborales y la convulsa vida en las sociedades occidentales, se impone el acercamiento de lo leído y experimentado al relato común, a la construcción múltiple, contra el pensamiento único, del sentido.

O la polis interpreta a sus clásicos y contemporáneos con sentido crítico y práctico, extrayendo consecuencias de sus miradas, o el individualismo, uno de los dogmas refutados en esta impredecible crisis neoliberal, seguirá articulando todas las respuestas posibles. Lee y difunde, se decía años atrás, cuando las palabras encadenadas influían. Los éxitos editoriales circulan de boca a oreja, se repite ahora.

Impulsado el libro, desde el siglo XIX, bajo la imaginaria entidad de capital cultural circulante, las obras adquieren su verdadero valor, su valor de uso y cambio, cuando las proposiciones e interrogantes que plantean -sean narración, ensayo o poesía- forman parte de los intercambios democráticos e integran el discurso activo del cuerpo social. Si Juan Marsé, Belén Gopegui, Isaac Rosa, Alejandro Gándara, Almudena Grandes o Antonio Muñoz Molina, por citar novelistas actuales, no consiguen generar una sociedad más reflexiva, si no sirven a los lectores -acostumbrados a leer sin modificar el escenario- para asaltar los cielos y cambiar los cimientos de la razón hegemónica, ¿cuál es su función? ¿Cuál será, en la sociedad posindustrial, la labor del escritor? ¿Agitar o entretener? ¿Impulsar o sedar? Los más respetuosos dirán: ambas. Para viajar alrededor de la equidistancia no hace falta tanta alforja de papel.

Con la llegada de esta crisis, que algunos llaman sistémica (estructural, crisis del modelo de producción) y otros se limitan a calificarla como la más grave (coyuntural, crisis del modelo de gestión) desde la fundación del actual orden mundial en el fastuoso complejo hotelero Mount Washington en Bretton Woods (julio, 1944), el sector editorial ha lanzado su valiente premisa y construido su particular storytelling: el libro será uno de los valores refugio del pequeño consumo. Disminuye la demanda, se sostiene, y la recesión es un hecho empírico, pero la lectura se mantendrá firme -y la industria sufrirá menos que otras, pese a los previsibles reajustes- ya que los consumidores no podrán pasar sin su dosis cotidiana de letra impresa, sin su compulsivo y organizado ocio lector. Respiremos tranquilos. El optimismo cultural nos hará libres.

Estos días, parece, vuelven a las librerías textos del vilipendiado Karl Marx. Keynes y Galbraith son rescatados -zombis altaneros y polvorientos- de los almacenes. A tenor de estas reediciones -aceptando que esta sorprendente premisa sea cierta-, en épocas de crisis vuelven las respuestas conocidas, aquellas que fueron olvidadas por la arrolladora presencia, casi militar, de la producción teórica y literaria de los thinks tanks neoliberales. Pero las claras exposiciones históricas, sociológicas o políticas de analistas como Eric Hobsbawm, Vicenç Navarro, Immanuel Wallerstein, Giovanni Arrighi, José Manuel Naredo, Slavoj Zizek, Zygmunt Bauman o Terry Eagleton, por nombrar los más conocidos, no aparecen, como debieran, en el paisaje libresco cotidiano.

Vivimos en uno de los países europeos con mayor índice de fracaso escolar. Sumemos -un rápido cálculo- las horas de permanencia en el puesto de trabajo (el que lo tenga) al tiempo empleado en los desplazamientos. Añadamos a este resultado el promedio de horas, por persona, delante de la televisión (datos ofrecidos por los índices de audiencia), la convivencia con la familia, hijos o amigos, el aseo personal y la intendencia doméstica, urgencias, imprevistos y el obligado sueño. Finalizada la cuenta, pocas horas quedan para la lectura. ¿Cuándo puede el votante medio sumergirse en los clásicos o en las modernas obras de Coetzee, Modiano, Saramago, Doris Lessing, DeLillo, Lobo Antunes, Le Carré o el recuperado y cinematográfico Richard Yates, uno de los creadores que, con más claridad, analizó, años atrás, lo que somos? Malos tiempos, sin duda, para Antonio Gamoneda o Manuel Vilas, valiosos e intensos poetas de diferentes y relacionadas generaciones.

Confiemos, una vez más, en las estadísticas: en España ha crecido la comunidad lectora. Las razones y propuestas que encierran los libros, el punto de vista o la mirada del autor, siguen ausentes del debate, de la escena pública. La formación del gusto -esto es, la tendencia a la uniformidad del sentido e interpretación de acuerdo con los intereses dominantes- y la complacencia de los lectores -hemos pasado, en pocos años, de susurrar en la trastienda de las librerías a la exaltación de lo sentimental, la aventura con apariencia literaria y el bestseller nacional e internacional- parecen ser los ejes cartesianos que delimitan la creación, su actual norma de estilo. Una premisa se alza entre las ruinas del modelo de gestión capitalista: la lectura es, más que nunca, un arma arrojadiza. Un afilado e imprescindible instrumento para afrontar y combatir la inestabilidad, vital y laboral, del presente. La salud de una comunidad -las constantes vitales de una sociedad- se puede diagnosticar, también, analizando la lista de los libros más vendidos.

Manuel Fernández-Cuesta es director-editor de Ediciones Península (Grup 62)

- El País -

domingo, 8 de agosto de 2010

Sueños...

Ayer soñe que era una mariposa. Hoy soy Zhuangzi. ¿O soy una mariposa que sueña que es Zhuangzi?

– Zhuangzi, filósofo chino -

viernes, 6 de agosto de 2010

Revive el Rimbaud canario...


Revive el Rimbaud canario

La novela 'El don de Vorace' recupera al poeta Félix Francisco Casanova, fallecido en 1976 en Tenerife a los 19 años y en extrañas circunstancias

Félix Francisco Casanova escribió El don de Vorace en 44 días. Era el verano de 1974 y tenía 17 años. Un vómito literario que, en estado de gracia -y casi de trance-, relataba la infernal espiral de Bernardo Vorace, un hombre en caída libre tras creerse inmortal después de varios intentos frustrados de suicidio. El libro, que ahora rescata la editorial Demipage (que también editará el diario del precoz escritor), se convirtió pronto en un texto de culto que escondía las claves del enrabietado talento de un joven que pasaba los días escribiendo, escuchando a Soft Machine y a John Coltrane y que a los 19 años murió en extrañas circunstancias. Un accidental escape de gas mientras se duchaba, según la familia; un suicidio, según el resto. La prematura muerte de Casanova aumentó el eco de su leyenda para fijar su imagen de ángel maldito.

Casanova había nacido en la isla de La Palma en 1956, hijo de un dentista y poeta postista, Félix Casanova de Ayala, y de una de esas pasmosas bellezas locales de ojos verdes. La madre era conocida por la mirada (seña de identidad que heredó su hijo) y por sus largas sesiones al piano en la casa familiar, a la que siempre se acercaban curiosos para escucharla. Félix Francisco era un chico fuera de lo común, pero a nadie le sorprendía: su padre solía pasear con un calcetín en la solapa en lugar de un pañuelo. Casanova escribía poesía desde niño, pero sobre todo escuchaba música sin parar. Le obsesionaba y gastaba todo el dinero que ganaba en concursos literarios en comprar discos. Con su hermano pequeño, Bernardo, dibujaba cubiertas especiales para los discos que se inventaban, con sus amigos tocaba en el grupo OVNO (mierda, en checo) y con su padre escribía versos mano a mano. De ambos nació el poemario Cuello de botella, editado en 1976 y recogido en la poesía completa del joven escritor que en 1990 editó Hiperión bajo el título La memoria olvidada.

"Era distinto a todos. Atento, estudioso y tímido", recuerda su profesora de literatura en La Palma, Maribel Arrocha Lugo. "Cada día llegaba a clase con un cuento o con un poema que no se parecía a ningún otro". Ya entonces sus imágenes poéticas "no tenían nada de Disney", matiza la maestra.

Casanova solía enviar comentarios musicales a la revista Disco Express. Allí le descubrieron algunos miembros del grupo CLOC, surrealistas del País Vasco que encontraron en el canario un inesperado referente. "Yo era un joven melenudo como él que hacía crítica musical en Disco Express", recuerda el poeta Francisco Javier Irazoki. "Sus comentarios musicales y sus poemas eran deslumbrantes y muy pronto me llamaron la atención. Cuando nos enteramos de su muerte, el 14 de enero de 1976, me puse a investigar. Fue entonces cuando dimos con su padre, que nos envió El don de Vorace, una novela llena de registros, extraña, siempre al límite y con un final tan abierto como asombroso". Fernando Aramburu (para quien la precocidad poética de Casanova le convierte en "nuestro" particular Rimbau), reivindica a un escritor singular, "maestro del misterio, hondo y liviano al mismo tiempo, inexplicable dentro de la tradición a la que estamos acostumbrados". "Si hay algo que todavía asombra en él", añade, "es el hecho de que un joven de 17 años escriba poemas sin incurrir en la imitación de la poesía". El cantautor vasco Jabier Muguruza utilizó el poema A veces para una de sus canciones: "A veces, cuando la noche me aprisiona, suelo sentarme frente a una cabina telefónica / y contemplo las bocas que hablan / para lejanos oídos. / Y cuando el hielo de la soledad / me ha desvenado, los barrenderos moros / canturrean tristemente / y las estrellas ocupan su lugar, yo acaricio el teléfono / y le susurro sin usar monedas".

Lo cierto es que el joven poeta, incómodo en los círculos literarios que tanto le aplaudían, renegó pronto de sí mismo y de su obra. En diciembre de 1973, recién cumplidos los 17 años, le conceden el Premio Julio Tovar (el más importante de poesía convocado en las islas) por El invernadero, editado en mayo de 1974. Rechaza toda su obra anterior, ya sea inédita o publicada en los periódicos. De esa limpieza, Casanova salvaba sólo el libro escrito en colaboración con su padre. Fallecido pocos años después que su hijo, escribió: "Te recuerdo escribiendo ese prólogo que ahora me sobrecoge y entonces no entendía. Tú, el único poeta al que yo no podía envidiar, aunque me era envidiable, me has dado la respuesta, a tu modo, sobre la marcha, alegremente. Sí, ¡ojalá sean éstos, poemas para la reencarnación!".

Suicida o no, la muerte (o ese terrible reverso adolescente que es la firme creencia en su imposibilidad) obsesionaba al poeta. Su alegría y vitalidad chocan con su desenlace. Su hermano Bernardo descarta el suicido, aunque reconoce detalles "extraños" en todo lo que rodea su final. Murió en la ducha y el agua le obsesionaba: "siempre tenía sueños terribles relacionados con el agua". Escribió El último poema ("mi favorito", afirma Bernardo) dedicado a su novia. Y además, de alguna manera, se despidió: "Me pidió que nunca dejara de comprar discos. Era un coleccionista nato, y me dijo que siguiera comprando siempre por él. Recuerdo que escuchar aquello me asustó". Bernardo, hoy profesor de fotografía en Tenerife, tenía entonces 16 años y todavía arrastraba la pérdida, tres años antes, de su madre, que entró en un coma irreversible tras una extraña enfermedad que la consumió. "De alguna manera nunca me he recuperado. Mi hermano era como nuestra madre, lograba que todo girara a su alrededor, como esas luces brillantes siempre rodeadas de bichos, y lo cierto es que no he vuelto a conectar igual con nadie. Quizá suene raro, pero nunca se tomó en serio y por eso a veces ofendía su actitud. Para nosotros la poesía y la música eran un juego". Un juego en manos de niño que inventó un mundo aparte -"mezcla de Peter Pan y Alicia en el país de las maravillas", apunta la poeta Elsa López- en el que las pesadillas y los sueños tenían pies y cabeza, "algo así como en la vida", escribió él.

EL PAIS

jueves, 5 de agosto de 2010

Los comienzos de Skype...

El popular y exitoso servicio de voz a través de Internet Skype fue creado después del crash de la burbuja de las puntocom, en 2002, por una empresa que estaba «en mitad de ninguna parte: Estonia».

[@jamoral.]

martes, 3 de agosto de 2010

Radiografía del...

Radiografía del 'bloguero' hispano

Hombre, español, de entre 25 y 30 años y, además, 'tuitero'

El debate era recurrente, cada vez que technorati -algo parecido al Google de los blogs- sacaba su estudio sobre el estado de la blogosfera, unos presagiaban la muerte de los blogs y otros proclamaban su buen estado de salud. Sin embargo, el ejercicio tenía más de ciencia-ficción y conversación de bar que de saber riguroso. No se contaba con datos concretos sobre los usos del blogs en el ámbito hispano. El grueso de los datos venían de la 'todopoderosa' blogosfera anglófona.

Bitacoras.com , la mayor red social de blogs en español, ha tratado de aportar datos para conocer mejor al perfil del blogger en español. varón, de entre 25 y 34 años localizado principalmente en España, Argentina, México y Chile, que utiliza Twitter como principal complemento a su actividad bloguera y que habitualmente publica temas relacionados con su vida personal, noticias y actualidad, cultura y sociedad, pero que a la hora de consumir contenidos, valora principalmente aquellos relacionados con el propio medio, la tecnología e Internet. Publica fundamentalmente los días laborables, sobre todo los martes, miércoles y jueves, en horario de tarde y escribe en más de una bitácora.

La muestra para el estudio consta de 319.026 blogs indexados en Bitacoras.com, 3.067.058 entradas indexadas y un total de 119.161 blogueros registrados en su plataforma. Entre los datos aportados destaca la diferencia entre sexos: el 81% de los blogueros hispanos son varones. Aunque parecería una actividad propia de los más jóvenes, el 38,8% de los blogueros tienen entre 25 y 34 años, un 20,26% entre 35 y 44 años, mientras que un 24,03% están entre los 19 y los 24 años.

Geográficamente, España acapara el 52% de los blogueros. Argentina, México y Chile son, por orden, los siguiente países en la lista. Cada país tiene sus ciudades más activas. En España destacan: Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia. En Argentina: Buenos Aires, Rosario y Córdoba. En México las ciudades predominantes son México D.F., Guadalajara y Villahermosa. En Chile, Santiago acapara el 55% de los posts escritos en el país.

El carácter intimista de estos cuadernos de bitácora sigue vigente. El 34% de los blogs son personales o autobiográficos, el 11% comenta la actualidad y las noticias, un 9% prefiere hablar cultura y sociedad, mientras que el 5% dedica sus posts al mundo de la educación.

El auge de las redes sociales es evidente en este colectivo, el 52% utiliza Twitter y el 46% Flickr , donde comparten sus pensamientos en 140 caracteres y sus fotografías respectivamente.

ELPAÍS.com cuenta con blogs entre sus contenidos desde hace más de cuatro años. Desde hace dos permite a los usuarios abrirse un blog en La Comunidad, donde ya hay más de 15000 abiertos sobre las más diversas temáticas, entre las que destacan los entusiastas de la fotografía, los viajes, la literatura, el dibujo y el cine.

El informe se puede consultar y descargar en Bitácoras.com.


- El País -

lunes, 2 de agosto de 2010

A puñetazos...

Si hablaras con las personas de la misma forma en que los anuncios publicitarios intentan comunicarse con la gente, te darían un puñetazo en la cara.

– Hugh McLeod -