La música provoca las mismas emociones en todo el mundo, según un estudio
El Instituto de Neurología Max Planck prueba que los miembros de una aislada etnia africana reaccionan a las música igual que los occidentales
Los sentimientos expresados musicalmente se entienden igual en todo el mundo y la música logra superar sin mayores dificultades las barreras entre las culturas, según un estudio del Instituto Max Planck de Neurología de Leipzig (Alemania). Un grupo de trabajo dirigido por Max Fritz demostró que incluso etnias que nunca han tenido contacto con la música occidental, como los mafa de Camerún, reconocen en ella las emociones básicas que expresa.
Los mafa, a su vez, producen música que era totalmente desconocida para personas provenientes de la cultura occidental y que participaron en el experimento. El grupo de Fritz realizó dos experimentos de los que sacó sus conclusiones acerca de la capacidad de los seres humanos de reconocer la alegría, la pena o el miedo que se expresa piezas musicales pertenecientes a una cultura completamente ajena.
En el primero, se tocaron piezas breves para piano -compuestas siguiendo los principios de la música europea- ante un grupo de mafas y otro de control formado por oyentes occidentales. Tras cada una de las piezas los mafas debían relacionarlas con reproducciones de expresiones faciales de las que ya se ha mostrado que tienen una interpretación universal.
El ritmo marca la alegría
"Este primer experimento nos mostró ya que los mafa podían reconocer con éxito las tres emociones expresadas en la música occidental", explicó Fritz. La música con un ritmo rápido, según Fritz, tiende a ser identificada con la alegría mientras que para la tristeza o el miedo el ritmo es menos decisivo que la tonalidad.
En el segundo experimento se investigó si las sensaciones agradables o desagradables se transmiten de manera similar a través de la música mafa o de la música occidental. "Ya se sabía que las consonancias en los países occidentales son percibidas como más agradables que las disonancias", dijo Fritz. A partir de ello, el grupo de científicos quiso determinar si esto era igual entre los mafa.
Los mafas mostraron también una clara preferencia por las consonancias pero la diferencia entre la percepción de la disonancia y la consonancia no es tan marcada como entre los occidentales. "Cuando a un oyente mafa le gusta una pieza musical, suele gustarle también una versión disonante de la misma, aunque menos", explicó Fritz.
- El País -
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