En la historia de la humanidad, viajar a la Luna fue siempre la fantasía de los locos o los insensatos: sólo los seres divinos y los superhombres podían emprender aquel viaje. Pero un día los seres humanos se elevaron en el aire con alas mecánicas. Desafiaron a la gravedad y ampliaron la frontera de lo posible.De la Tierra a la Luna (1898)
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