sábado, 30 de abril de 2011
Los vampiros viven entre nosotros...
Los vampiros viven entre nosotros
En plena fiebre por los chupasangre,'True blood', penúltima serie de culto, da otra vuelta de tuerca al eterno mito
El mordisco no puede ser más grande. Los vampiros están hasta en la sopa. Hay para todos. Pero sobre todo para los jóvenes. Se engancharon a Crepúsculo y ven fascinados la serie True blood (Canal +). Una de ésas que están haciendo vivir una auténtica edad de oro a la ficción televisiva. Y de ésas a las que conviene estar atentos para no quedar callados en las tertulias del siglo XXI.
Su creador, Alan Ball, aporta su propia teoría para esta resurrección: "Después de ocho años gobernados por vampiros que nos han chupado hasta la última gota, no sé lo que te esperabas", asegura en una poco velada alusión a la administración Bush. Basada en las novelas de Charlaine Harris, la serie entra en su segunda temporada en EE UU en loor de multitudes en España será este invierno). Si su arranque auguraba pocas alegrías -con una audiencia de 1,4 millones de espectadores- al principio de la segunda temporada la serie de HBO superaba los 3,7 millones de televidentes, la audiencia más elevada del canal desde la conclusión de Los Soprano. "Las historias de vampiros han existido toda la vida. La fiebre [de películas, libros y series televisivas] es pura coincidencia, se trata de una revisión de un género que siempre ha estado ahí. De hecho, lo raro dentro de nuestra cultura es un momento sin vampiros", explica Ball. True blood es la historia de unos vampiros que habitan una comunidad del sur de Estados Unidos. Pasan por gente corriente pues una bebida (llamada como la serie) les permite vivir sin andar chupando la sangre de sus vecinos.
El subtexto va más allá de la típica historia de vampiros. Existen alusiones a otros problemas más cercanos y reales. "Si buscas un sustituto para la palabra vampiro en esta serie puedes utilizar todo lo que es diferente, los incomprendidos, los marginados, lo que temes". Y Ball (ganador de un Oscar con el guión de American beauty y creador de la serie A dos metros bajo tierra) sabe de qué habla. Ahora los vampiros han salido del armario -mejor dicho del ataúd- gracias a esa nueva bebida que les permite vivir sin colgarse del cuello de un humano para alimentarse. Los libros de Charlaine Harris -que ya van por el noveno volumen- también hablan de religión, de las similitudes entre las nuevas sectas religiosas y los cultos paganos. También, del parecido entre los impulsos incontrolables de un no muerto con el ímpetu hormonal de un adolescente o de la necesidad de los humanos de pertenecer a un grupo y su rechazo a todo lo diferente.
Dicho de otra forma, el impulso animal de la sangre contra la "cultura metrosexual" que nos domina. "Los vampiros son criaturas sexuales por excelencia", admite Stephen Moyer, que encarna al vampiro Bill Compton, un chico que prefiere el amor de Sookie (Anna Paquin), la camarera sureña y humana aunque con poderes telepáticos, a la frialdad de sus semejantes vampiros.
"La cultura consumista tiende a ignorar la muerte como parte de la vida", dice Ball, "y glorifica ese falso sentimiento de eterna juventud y felicidad constante. Para mí la muerte es parte de la vida. Lo otro es una quimera". Al contrario que en Crepúsculo, con vampiros castos sin colmillos que brillan cuando les da la luz, esta serie habla de seres hambrientos, de sangre y sexo, capaces de arder a la luz del día con la misma furia y deseo con que campan en la noche. "Son criaturas primarias, llevadas por el deseo y sin las cortapisas de la cultura occidental, donde todo es supresión de los instintos. De ahí que la gente tenga tantas fantasías con los vampiros", explica Moyer.
True blood se ha convertido en un ejemplo más de la calidad de la nueva edad de oro de la tele. Cuatro emitirá la primera temporada en otoño -que se reemite actualmente en Canal +, y donde a finales de año se estrenará la segunda entrega-. Y habrá más chupasangres: Antena 3 prepara para primavera No soy como tú, una miniserie de 150 minutos sobre vampiros juveniles; y en Estados Unidos se está grabando la serie The vampires diaries, basada en las novelas de L. J. Smith.
Por lo que respecta a True blood, en opinión de Ball, la cosa va para largo. "Exploramos temas como la intimidad o el ostracismo, lo compleja que es la vida, y cuánto más difícil es la muerte. Todo, con sexo, diversión y espectáculo. ¡Si supiera cómo detener el envejecimiento de los actores, podríamos durar para siempre!"
viernes, 29 de abril de 2011
jueves, 28 de abril de 2011
Los ojos del mundo...
Los ojos del mundo
Un haz de luz atraviesa la sala destrozada de la Biblioteca de Sarajevo. Es una de mis fotografías más conocidas y queridas. La publiqué por primera vez en agosto de 1993. Desde entonces ha dado la vuelta al mundo y el paso del tiempo la ha convertido en un icono de la barbarie o contra la barbarie. ¿Cómo la definimos? ¿Es fotoperiodismo, documentalismo o arte?
Antes que nada quiero ser honesto y aclarar que esa imagen nació de la casualidad. Unos días antes se me había roto el fotómetro manual. Era el último domingo de junio de 1993. Sobre las nueve y media de la mañana volví a entrar por enésima vez en aquel lugar destruido por el odio. Algunas veces me había protegido allí durante los salvajes bombardeos. Pero la calma era total aquella mañana.
Me coloqué en el lugar apropiado e hice media docena de disparos. Diez minutos después abandoné el lugar. Había caminado unos cien metros cuando me di cuenta de que había errado la exposición. Regresé rápido ya que no quería llegar con retraso a una cita de trabajo. Me recibió esa extraña luminosidad que embellece su terrible atmósfera. Sentí un temblor y comencé a disparar mi cámara.
Aquella fotografía nació para ser publicada en la prensa y así fue como empezó su largo recorrido. Forma parte de un amplio documento que recuerda la tragedia de Bosnia. Aunque algún día cuelgue de las paredes del mejor museo, sea comprada por un coleccionista importante o su valor económico se multiplique por las complejas y manipuladoras leyes del mercado, la imagen seguirá siendo fiel a su origen y pertenecerá al fotoperiodismo, categoría tantas veces considerada el pariente pobre de la Fotografía, menospreciada y dilapidada por los galeristas de moda.
Podrá ser ascendida al cielo del arte, pero la fotografía recordará que los que bombardearon la biblioteca querían acabar con la memoria de un pueblo, que el cerco de Sarajevo duró 1.260 días, entre el 6 de abril de 1992 y el 15 de septiembre de 1995, que 10.600 personas murieron, entre ellos 1.600 niños, y que otras 60.000 sufrieron heridas muy graves.
Otras imágenes han seguido los mismos derroteros y han transitado por caminos parecidos: del anonimato al aplauso general. Espacios de luz y verdad que nacieron con el objeto de documentar y que han abandonado las compactas tiras que forman los negativos para reconvertirse en iconos artísticos. La imagen de Sofía y Alia, de una madre mutilada de ambas piernas durmiendo plácidamente junto a su hijita, no existiría si no se hubiese producido una explosión de una mina quince años antes. El drama y la muerte (María, hermana de Sofía, murió como consecuencia de ese accidente) acompañan todas las fotografías tomadas desde entonces. Una fotografía puede ser bella porque cualquier ser humano, aunque sufra terribles amputaciones, vive situaciones de gran belleza. Pero nunca un documento debe perder su fundamento original.
"El fotoperiodista escribe con imágenes, busca la verdad y sus herramientas le permiten ser los ojos del mundo en todos los acontecimientos", ha dicho el fotógrafhttp://www.blogger.com/img/blank.gifo mexicano Héctor García, de 86 años y con más de sesenta años dedicados a este apasionante oficio. Leyendo esta maravillosa declaración de principios, ¿quién se atreve a decir que Andreas Feininger, Elliot Erwit, Manuel Álvarez Bravo o Henri Cartier Bresson no fueron fotoperiodistas?
Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959), último premio Nacional de Fotografía y premio Ortega y Gasset 2008 por su imagen Sofía y Alia, es autor de la serie Vidas minadas. www.vidasminadas.com.
miércoles, 27 de abril de 2011
La bella trastornada...
La bella trastornada
Descenso a los infiernos de la 'top model' Karen Mulder
Es tan guapa que han puesto su nombre a un tulipán. Karen Mulder perteneció a ese conjunto monumental que acordaron llamar top models que, en los ochenta y primeros noventa, formaron Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Naomi Campbell, Linda Evangelista, Elle Macpherson y pocas más. De sus 178 centímetros de altura, sus ojos azules, su melena rubia y su porte de mujer cañón pero con mucha clase salieron las mejores portadas de esa época. Por si fuera poco, cuantos trabajaron con la modelo holandesa se deshacen en piropos sobre su amabilidad, su sencillez y su buen rollo con todo el mundo.
Pero un día, en 2001, Karen decidió poner fin al cuento y convirtió la carroza en calabaza y los corceles en ratas. En un programa de la televisión francesa sobre el trato que reciben las maniquís más jovencitas, la modelo contó cómo la explotaron sexualmente, la violaron y la obligaron a consumir drogas los empresarios del mundo de la moda, incluidos algunos altos cargos de la agencia Elite que estaban presentes en el programa y hasta un miembro de la familia real de Mónaco. Además, desde los dos años, según contó, sufría abusos sexuales. Acto seguido, a la modelo le dio una crisis de ansiedad y tuvo que abandonar el plató.
Al día siguiente, ingresó en una clínica psiquiátrica. El programa jamás se emitió y Karen dejó de encarnar el ideal de mujer serena y sofisticada para convertirse en la turbadora imagen de una bella trastornada.
El padre, Ben Mulder, dijo después al diario británico Daily Mail que fueron la cocaína y la certeza de que su vida de modelo se acababa lo que la hundieron en ese agujero negro. Pasó tres meses en el hospital y desmintió públicamente cuanto había dicho de Mónaco y de los directivos, pero jamás se desdijo de nada sobre los abusos que sufrió durante su infancia.
Meses después de salir del hospital, su ex novio, Jean Yves Le Fur -un joven empresario que tuvo un romance con Estefanía de Mónaco, entre otras-, la encontró tirada en su apartamento con un puñado de barbitúricos en el estómago, según dijeron los médicos.
Desde el fondo, la bella holandesa logró coger impulso y tuvo una hija. En 2006, incluso se subió ocasionalmente a las pasarelas reeditando sus mejores momentos.
Aunque ya nada fue igual. A sus 39 años, el nombre de Karen Mulder sigue saltando del papel cuché al de los informes médicos. El tiempo y las malas emociones le han dejado unas huellas que ni sus pasos por el quirófano han logrado suavizar. El penúltimo capítulo de su turbulenta vida se ha emitido esta semana. La policía de París, donde vive la modelo, la ha detenido por acosar a su médico. La doctora, especialista en cirugía plástica, no había logrado en su última operación arreglar los defectos que la bella Karen esperaba reparar.
martes, 26 de abril de 2011
lunes, 25 de abril de 2011
Una foto al estilo Kennedy...
Una foto al estilo Kennedy
La Casa Blanca difunde una imagen de Obama y su hija Sasha que recuerda a la famosa estampa del presidente asesinado con su hijo John John
Los asesores de Barak Obama ya no saben qué hacer para emular al mítico John F. Kennedy. Ahora, han difundido una imagen del presidente demócrata que recuerda, y mucho, a una de las fotos más conocidas del asesinado mandatario estadounidense en su faceta más familiar.
Se trata de una instantánea tomada hace 45 años en el Despacho Oval y que ayudó a forjar la idea de joven líder que se ocupaba de los problemas del país mientras cuidaba de su familia. Aquélla era en blanco y negro y ésta en color, la primera estaba protagonizada por un niño y la segunda, por una niña, los dos escondidos y los dos, espiando a su padre.
El mismo escritorio
La foto original, a la que las malas lenguas dicen que copia Obama, es de octubre de 1963. La foto de Obama, distribuida por la oficina de prensa de la Casa Blanca y realizada por el fotógrafo oficial, Peter Souza, fue tomada del pasado 5 de agosto "al final de una jornada de trabajo", según fuentes oficiales.
El niño que aparece de frente en la antigua es el malogrado John John Kennedy, cuando tenía dos años. Está jugando bajo el escritorio del Despacho Oval mientras su padre lee unos informes. En la de ahora, es la hija pequeña del actual presidente, Sasha, de 8 años, la que se esconde tirada en el suelo, detrás de un sillón en la mítica oficina mientras su padre trabaja. No se le ve la cara.
Sasha y su hermana Malia, de 11 años, son los niños más pequeños que viven en la residencia presidencial de Pennsylvania Avenue desde lAmy Carter, con nueve años, a finales de los setenta. Los habitantes más pequeños de la casa fueron, presisamente, Caroline y John Kennedy que llegaron con tres años y medio ella y un mes él. Chelsea Clinton llegó con 12 años.
La actitud seria y concentrada de ambos dirigentes es muy similar -el gesto es idéntico, ambos sostienen un papel-, salvo por un detalle, quizá un signo de los tiempos: Obama no lleva chaqueta. Otro signo de los tiempos: para darla a conoce, se ha usado el sitio oficial que la Casa Blanca tiene en Flickr.
Cuidada al milímetro, hasta el barroco escritorio de madera que aparece en ambas fotos es el mismo, llamado Resolute, un regalo de la reina Victoria al presidente Rutherford Hayes en 1878, según detalla The Times. Los presidentes pueden decorar la sala a su gusto, salvo la chimenea, el sello presidencial del techo y las dos banderas tras la mesa. Lo dramático de la imagen de Kennedy es que hiela la sangre pensar que un mes después fue asesinado en Dallas. Su hijo murió en un accidente aéreo.
domingo, 24 de abril de 2011
Consejos para el comercio electrónico...
Consejos para mejorar las ventas de la pyme a través del comercio electrónico
Os mostramos algunos consejos que deberíamos tener presentes para generar ventas a través de la web de nuestra empresa. Un comercio online debe presentar algunas características y servicios concretos si queremos obtener resultados y fidelizar a nuestros clientes.
Existen muchos motivos que pueden influir en una baja rentabilidad en el comercio electrónico de las pymes. Hay que hacer especial hincapié en el plan de marketing, pues una planificación adecuada puede suponer la diferencia entre el fracaso o el éxito de nuestra estrategia comercial a través de Internet.
* Debemos determinar nuestro público objetivo, hay que centrarse en el target de nuestros productos y/o servicios. Requiere tener en cuenta lo que necesita la gente y no solamente en lo que queremos vender, para centrarse en la demanda real un estudio de mercado nos puede resultar de mucha utilidad.
* Disponer de una página web no nos garantiza nada por si sola, conviene disponer de una estrategia comercial clara y definida. Promocionarnos a través de los canales disponibles se convierte en una necesidad más que sólo una opción, una buena posición en los resultados de búsquedas ayuda, pero debemos realizar inversiones en publicidad centradas en el público que nos interesa.
* No debemos centrarnos únicamente en las características de nuestro producto, hay que saber vender los beneficios y ventajas que puede ofrecer el mismo. Una buena práctica sería mostrar los casos de éxito, frente a sobrecargar con demasiada información o características del producto.
* La transacción virtual debe ser fácil, intuitiva, sin complicaciones. Si nuestro cliente puede realizar todo el proceso de compra en dos o tres pasos no lo compliquemos, la clave consiste en ajustarse a lo imprescindible.
* La seguridad debe tenerse en cuenta, adaptada a cada situación. Disponer de certificados SSL que garanticen la legitimidad del sitio puede ser un buen comienzo, así como garantizar unas transacciones de datos mediante pasarelas seguras.
* Debemos tener en cuenta al cliente por encima de todo, hay que ponérselo fácil en el proceso de pago, utilizar las pasarelas de pago más conocidas y habituales evitarán que el cliente de marcha atrás en el momento decisivo.
* La imagen de nuestra empresa importa. Las redes sociales y comunidades de usuarios suponen una arma de doble filo y resulta mucho más fácil obtener una mala reputación que una de positiva.
* Cuidar el feedback con nuestros clientes, estrechamente relacionado con el punto anterior. El servicio de atención al cliente, posventa y garantías deben cumplir las expectativas. Ofrecer una política de devoluciones flexible puede suponer un incremento en las ventas, también debemos garantizar asistencia, mantenimiento o reparación.
* La percepción del producto debe responder a las expectativas creadas, los elementos multimedia nos pueden ayudan a presentar correctamente el producto, imágenes de calidad y vídeos de presentación pueden ayudarnos a convencer al cliente. Mostrar unidad y cuidar la calidad en el diseño nos pueden diferenciar de nuestra competencia.
* Conviene convertir las visitas en ventas, cuidar la política de precios y costes añadidos como el transporte, al mismo tiempo que mantenemos actualizados los productos de los que hay demanda.
* El análisis y comunicación son aspectos clave, las estadísticas de visitas, volumen de conversiones y palabras clave son una fuente de conocimiento que no debemos menospreciar. Mantenernos atentos nos permite anticiparnos mientras controlamos la evolución del sitio.
A mi modo de ver las cosas, creo que debemos ponérselo fácil a nuestros clientes. Dar la información estrictamente necesaria y agilizar el proceso de compra para que resulte cómodo y agradable. Al mismo tiempo que no conviene menospreciar la creatividad y esfuerzo que surgen de cualquier idea de negocio que prospera.
Conozco algunas empresas con un servicio online excelente, que a pesar de ofrecer un producto muy concreto han conseguido fidelizar a los clientes al mismo tiempo que obtienen comentarios muy positivos gracias a una política de devoluciones eficaz. Pero también se de algunas empresas que no han sabido convertir su idea de negocio al medio online aún y tratándose de grandes corporaciones.
sábado, 23 de abril de 2011
Paquetes de neuronas...
Tú, tus penas y tus alegrías, tus recuerdos y tus ambiciones, tu sentido de identidad personal y de libre albedrío, no son de hecho más que el comportamiento de un vasto ensamblado de células nerviosas y sus moléculas asociados. No eres más que un paquete de neuronas.
Francis Crick, físico y biólogo
viernes, 22 de abril de 2011
Mujeres gritando...
jueves, 21 de abril de 2011
Sin Copyright, ¿de qué vivo?
Sin Copyright, ¿de qué vivo?
La primera respuesta que puedo dar es: “no es mi problema”. Si alguien ha inventado la nevera (o por ejemplo las redes P2P o Internet), no es su responsabilidad que los transportistas de hielo desde las montañas sigan ganando dinero de alguna forma asociada a esa actividad.
Si una editorial o un artista no sabe ganar dinero si no es conservando el statuo quo legal que frena el avance de la cultura y la tecnología, entonces peor para él.
Si el miedo es que nos vamos a quedar sin cultura o que nadie jamás podrá vivir de su arte, entonces ese miedo es infundado: hay libros como Imagine… no copyright o Copia este libro que ofrecen algunas ideas para ganarse la vida de formas alternativas a los derechos de autor.
Entre los modelos posibles, hay algunos que podrían aplicarse YA, y otros en los que hay que ir trabajando duramente para que se implementen. Entre los que YA se pueden aplicar, pondré algunos ejemplos (en los que, obviamente, los derechos de autor continúan existiendo pero no son tan inflexibles):
El Copyleft es una forma de licencia y puede ser usado para modificar el derecho de autor de obras o trabajos, tales como software de computadoras, documentos, música, y obras de arte.
Sus partidarios la proponen como alternativa a las restricciones que imponen las normas planteadas en los derechos de autor, a la hora de crear, modificar y distribuir copias de una obra determinada. Se pretende garantizar así una mayor libertad para que cada receptor de una copia, o una versión derivada de un trabajo, pueda, a su vez, usar, modificar y redistribuir tanto el propio trabajo como las versiones derivadas del mismo.
Como se describe en CincoDías.com:
Lo gratuito no es enemigo de lo rentable:
1 La televisión pública británica ha sido una de las grandes instituciones a favor del modelo de Creative Commons para difundir algunos de sus contenidos. A mediados de 2004 anunciaba la constitución de la iniciativa llamada Creative Archive (archivo creativo) que permitirá la descarga de material de la BBC con permiso para que pueda copiarse, redistribuirse y modificarse siempre que sea sin fines comerciales. Para dar cobertura a su proyecto usará una licencia de Creative Commons.
2 Grupos musicales de todo el mundo, incluido España, han comenzado a distribuir por internet, gratuita y libremente, sus temas. Junto a pequeñas iniciativas han surgido algunos sellos que venden su música en el canal virtual usando una licencia Creative Commons, como por ejemplo Magnatune. Las descargas se distribuyen gratuitamente con el permiso para hacer copias. Quienes apuestan por el modelo aseguran que es con los conciertos como hacen dinero la mayor parte de los músicos. Por esta razón, distribuir la música libremente es una forma de hacer seguidores que acudan a los conciertos.
3 Algunas editoriales, así como autores, ya usan licencias que permiten que se copien los libros libremente, como O’Reilly en EE UU. El modelo ensayado por otras es publicar en internet gratis y con licencia de libre distribución el mismo título que en papel, como Traficantes de Sueños o Acuarela en España. El novelista de ciencia-ficción Cory Doctorw ha distribuido gratis en la red medio millón de copias de su última novela al tiempo que ha vendido unos 30.000 ejemplares en papel, por encima de lo habitual.
4 La Universidad de Barcelona tiene un programa para que sus docentes publiquen sus materiales con licencias Creative Commons. Pero es el MIT el que ha desarrollado el proyecto más ambicioso: distribuir en internet el material de varios cientos de cursos para que estudiantes y profesores de todo el mundo puedan usarlo y copiarlo.
Sin embargo, las ideas para modelos de negocio futuras incluyen, además, la supresión total y absoluta de derechos de autor: lo cual es lógico, pues en pocos años será tan fácil y barato intercambiar cultura que intentar ponerle nombre, coto, etc. desde instancias superiores será ciertamente complejo (otra cosa es que, de manera natural, la sociedad favorecerá la autoría individual: esta idea se desarrolla en Imagine… no copyright).
Uno de los posibles modelos que más me sedujo lo escuché una vez en una conferencia por el profesor Jorge Cortell en la Universidad de Valencia. Es un modelo que puede resultar un tanto difícil de concretar, demasiado fantasioso, con muchos flecos sin estudiar… pero es una idea que quizá pueda abrir la mente hacia nuevas vías en quienes piensan que la única forma de ganarse la vida es vendiendo cosas.
Para que este modelo de negocio funcione hay que sumar dos factores. Uno: imaginad el dinero que se invierte para que la cultura llegue gratis a la gente de manera física a través de bibliotecas y otros medios, cientos de edificios, millones de obras físicas acumuladas en estanterías, miles de personas para gestionarlo todo. Dos: si os garantizaran que mediante una conexión rápida y segura podríais descargaros gratis en vuestro ordenador todas las obras literarias, musicales, televisivas, cinematográficas de la historia, ¿aceptaríais pagar un pequeño canon mensual por ello al igual que pagáis una cuota a Internet?
Sumando ambos factores, resulta que tenemos una inmensa cantidad de dinero disponible. Dinero que surge de la necesidad de que la cultura llegue a todo el mundo por igual. Por primera vez, es económicamente viable crear una Biblioteca de Alejandría cerrando todas las costosas bibliotecas físicas y otras entidades obsoletas y, encima, resulta que nos sobra dinero. ¿Qué hacemos con ese inmenso dinero sobrante?
La respuesta es favorecer a los creadores de cultura más activos. La manera de auditar algo así (es una idea) sería, por ejemplo, contabilizar cuantas descargar a través de Internet tiene determinada obra. A final de mes, con total transparencia, el autor recibe un salario según ese número. Las obras con más éxito, generarán más beneficios al autor, que así se animará a crear más. Las de menos éxito, desaparecerán o seguirán existiendo simplemente porque el creador recibe compensaciones que trascienden lo económico.
Si algún día llegará o no esta forma de negocio un tanto utópica es imposible de saber aún, pero la tecnología traerá consigo nuevas ideas en quienes sean lo suficientemente sagaces para explotarlas comercialmente:
-Videoconferencias de tu autor favorito a las que acceder previo pago de una suma de dinero muy pequeña mediante Paypal.
-Patrocinio de determinadas obras por parte de marcas comerciales (por ejemplo, incluyendo en una novela que el protagonista bebe Coca Cola: esto puede resultar indigno para los artistas, pero ya se da en la mayoría de películas y series de televisión con lo que se llama “product placement”).
-Por ejemplo, Papel en Blanco no se financia vendiendo estos artículos que escribo, lo hace mediante anunciantes que se sitúan en lugares estratégicos de la pantalla.
-Las futuras técnicas publicitarias será cada vez menos invasivas gracias a los software de inteligencia emergente y, más que publicidad, será información que tú querrás leer: por ejemplo, Amazon descubre mediante tus compras qué es lo que más te interesa y, en base a ello, te informa de novedades que probablemente querrás conocer y hasta comprar. Las posibilidades son infinitas, y la tecnología emergente es cada vez más precisa.
Lo que es innegable es que, mientras los expertos en marketing se devanan los sesos, la cultura seguirá adelante, y más viva que nunca, gracias a esta particular época tecnológica que nos ha tocado vivir: hay más cantantes y escritores que nunca a pesar de que los obsoletos derechos de autor no dan para comer a la MAYORÍA de ellos. hasta donde me alcanza la memoria. Ante esa perspectiva, el futuro sólo puede ser mejor.
miércoles, 20 de abril de 2011
En cuanto un sueño...
martes, 19 de abril de 2011
lunes, 18 de abril de 2011
No son pirómanos...
No son pirómanos, son aprovechados
El perfil de provocador de incendios es el de una persona cuerda con intereses en juego o un imprudente - Los psicópatas se suman luego
El gran combate se libra en verano, con las lenguas de fuego multiplicándose por la accidentada orografía española y miles de personas enfrentándose a las gigantescas paredes de llamas; o peor aún: a los abrasadores y traicioneros remolinos que succionan y devoran lo que encuentran a su paso, sin distinguir entre el matorral y el bosque, entre los pinos y eucaliptos y los árboles centenarios, entre la flora y la fauna, entre el pasto y las viviendas. La indignación estalla al calor de la batalla, pero no encuentra sosiego cuando la tempestad de fuego y humo pasa y aparece el paisaje de la desolación: arboledas consumidas, tierras calcinadas, despojadas de su cubierta vegetal, acuíferos contaminados...; un paso más hacia la desertificación.
"¿Quién ha sido?", reclama la gente, exacerbada por la sospecha de que los culpables burlaran la acción de la justicia y que, en cualquier caso, no hay castigo suficiente con que pagar tamañas fechorías. En las webs y en los bares, en las calles y en las casas, abundan las predicciones apocalípticas y las soluciones expeditivas, no muy diferentes a la antigua práctica de arrojar al incendiario a la hoguera, castigarle con cincuenta latigazos o someterle a la prueba del juicio de Dios: que atraviese desnudo un campo de troncos ardientes. Es la reacción refleja a la perturbadora asociación del fuego y el pánico que se desata, sobre todo, en los casos, cada vez más frecuentes, en que las llamas surgen en tierra de nadie, entre el campo y las urbanizaciones, y terminan amenazando las propiedades y las vidas.
La mano que maneja aviesamente el mechero -durante julio y agosto surgen a diario entre 25 y 30 nuevos incendios- conoce muy bien el terreno que pisa y las condiciones ambientales que convierten el monte en una bomba de efectos potencialmente devastadores. En verano acostumbra a prender la mecha cuando el requisito de "los tres treinta": viento de más de 30 kilómetros por hora, temperatura superior a los 30 grados y humedad inferior al 30%, está más o menos cumplido, o en esas horas diurnas en las que la chicharrina alcanza su cenit. Aunque el fenómeno se resiste a la medición, y los accidentes y negligencias son parte del problema, la mayoría de los fuegos están animados por el propósito de quemar. Nadie ha olvidado los 1.900 focos declarados en Galicia entre el 4 y el 15 de agosto de 2006. Esas fechas quedaron grabadas en la memoria ciudadana porque la alarma conmocionó a la sociedad y sacudió las cuadernas de un Estado que, vista la magnitud del fenómeno y las versiones imaginadas que hablaban de motoristas armados con teas moviéndose campo a través, llegó a pensar que se enfrentaba al desafío de grupos mafiosos del crimen organizado.
"Hubo informes policiales que apuntaban en esa dirección, pero empecé a cuestionarlos el día que aterricé en Vigo y me encontré con que en la sección Efemérides de un diario local se reproducía la noticia de que un día como aquel 25 años atrás se habían producido en Galicia 300 y pico incendios", comenta el fiscal coordinador de Medio Ambiente, Antonio Vercher. A instancias de la Fiscalía, la Guardia Civil realizó un trabajo exhaustivo sobre el terreno y llegó a la conclusión de que no había indicio alguno que acreditara la implicación del crimen organizado. "Comprobaron que la inusitada proliferación y propagación del fuego era, antes que nada, consecuencia de las condiciones ambientales extremas. En aquellos días, Galicia era un secarral que prendía con la menor chispa", ratifica José Luis Álvarez, capitán de la Policía Judicial de la Guardia Civil.
A la denominada "cultura del fuego", tan extendida en el agro gallego, castellano y mediterráneo, que hace de la quema una herramienta para deshacerse de los rastrojos, despejar pasos, eliminar áreas de matorral, se unió, en este caso, el "efecto llamada" que llevó a no pocos "espontáneos" a sumarse a la orgía de fuego. "Conviene no confundir al incendiario con el pirómano, que es una persona con trastornos psiquiátricos", advierte José Joaquín Aniceto, coordinador de agentes medioambientales en Cádiz y estudioso de la cuestión. "Al utilizarlo erróneamente como sinónimo de incendiario soslayamos el hecho de que la gran mayoría de los incendiarios son gentes normales que actúan así por interés: convertir tierras de matorral en pastos para el ganado, facilitar la caza, quemas agrícolas incontroladas, venganzas... Únicamente el 5% o 6% de los incendios intencionados son obra de enfermos pirómanos", apunta.
Es un dato que corroboran los investigadores policiales. "De los 26 incendiarios encarcelados que he entrevistado, sólo uno puede ser clasificado como pirómano. Se trata de una persona fascinada por el fuego que ha quemado desde siempre. En cuanto se le pone en libertad, la organiza", indica el capitán José Luis Álvarez. Pese a que la elaboración de un censo de pirómanos sería anticonstitucional, el potencial peligro de algunos de estos enfermos lleva a someterles a vigilancia preventiva en determinados momentos. Un incendio cercano puede desatar en ellos el afán de emulación, y algunos acostumbran a celebrar su cumpleaños con un combinado de fuego y alcohol. Si el gran incendio de Guadalajara de julio de 2005 (ocho forestales expertos atrapados mortalmente) trajo consigo el nacimiento de la Fiscalía de Medio Ambiente y la creación de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que cuenta con casi 4.000 efectivos, la devastación del campo gallego del año siguiente catapultó la investigación sobre las causas y autorías de los incendios. A partir de entonces, la batalla contra el fuego adquirió una nueva dimensión.
Durante estos años, los investigadores han trabajado en un programa destinado a responder a la pregunta de quién quema el monte, una cuestión capital porque la gran mayoría de los fuegos pasan sin origen ni autor conocido y porque, como saben bien los incendiarios, éste es un delito que se perpetra bajo el paraguas de la casi impunidad. De hecho, sólo 385 incendios, de los 11.612 declarados el pasado año en España, dieron lugar a acusaciones o detenciones, casi siempre difíciles de probar o justificar, puesto que quienes actúan con malicia no acostumbran a quedarse a ver el espectáculo de las llamas. "Se trata de encontrar la relación causal entre autoría y delito para poder acotar los círculos de sospechosos y encontrar al autor", apunta José Luis Álvarez. En ese propósito, los agentes han aplicado cuestionarios psicotécnicos y entrevistado a los autores confesos de 104 incendios intencionados.
Aunque lo exiguo de la muestra no permite, por el momento, acreditar perfiles científicos muy definidos, la investigación ha aportado ya datos significativos. Se sabe que en 27 de los 104 casos analizados, el responsable de la quema del monte actuó "sin un sentido claro", que 20 buscaban beneficiarse con el incendio y que otros 11 intervinieron movidos por la venganza. Los 46 restantes hicieron un uso inadecuado de las prácticas tradicionales de utilización del fuego, pero actuaron sin dolo, sin el propósito de causar un desastre. En algunos casos, se trata de personas de edad avanzada que siguen trabajando en el campo, pese a que han perdido pericia y reflejos. El bosquejo de datos se completa con el análisis de los incendiarios encarcelados por la gravedad de sus actos. Resulta que en estos casos, la mayoría de los fuegos, 36 de los 54 estudiados, fueron obra de ese tipo de incendiario que actúa "sin sentido", aparente o conocido.
"No se les puede clasificar como locos, aunque, cuando se les interroga, no van más allá de decir que si quemaron el monte fue porque estaban allí, porque se aburrían, por ver actuar a los helicópteros y a las brigadas, y cosas así", señala José Luis Álvarez. Ese preso por incendiario sí tiene un perfil dominante: varón español, de entre 30 y 44 años, soltero con antecedentes de incendio en el 30% de los casos y por delitos ajenos al fuego en otro 30%. Posee un nivel educativo bajo (analfabeto o estudios elementales), vive solo o con sus padres en una casa aislada o en una aldea o pueblo. Si trabaja, lo hace, por lo general, en tareas del campo poco cualificadas y se integra bien en el mundo laboral. Está o ha estado en tratamiento psicológico o psiquiátrico y abusa de sustancias psicóticas, sobre todo del alcohol.
Ésos no son los rasgos de la gran mayoría de las personas que queman el monte por imprudencia o por interés. "Debemos seguir trabajando en los perfiles psicosociales. Nos faltan muchas cosas por saber, y hay que tener en cuenta que quemar el monte es muy fácil y no implica un gran castigo", señala José Antonio Sánchez, capitán de la Guardia Civil adscrito a la Fiscalía de Medio Ambiente. ¿Habría que endurecer las penas en un país como España de elevadas temperaturas veraniegas, amenazado por la desertificación? "Nuestra legislación es similar a la europea. Podemos pensar que las penas no son muy elevadas, pero ya tenemos condenas de 10 años de prisión. El Código Penal contempla hasta 20 años de cárcel cuando el incendio conlleva un riesgo para la vida de personas", explica el fiscal coordinador de Medio Ambiente.
Entre quienes combaten el fuego se ha instalado la convicción de que la batalla ha empezado a ganarse. Los cambios normativos que impiden la recalificación de terrenos quemados o la venta de madera resultante de un incendio se están revelando eficaces, al igual que la sustitución del principio "el que contamina paga" por el más exigente: "el que contamina repara", establecido en la Ley de Responsabilidad Ambiental. "Hemos mejorado mucho. Hasta hace pocos años, un loco, un gamberro, un vándalo podía ir por las cunetas quemando todo lo que tenía a mano sin que nadie reaccionara. Ahora, la gente llama en cuanto ve una columna de humo y enseguida llegan las brigadas o el helicóptero. Por eso, la mayoría de los incendios son sólo conatos (superficie quemada inferior a una hectárea)", comenta José Luis Álvarez. Con 72 medios aéreos, entre ellos, 22 aviones anfibios con capacidad de verter 5.500 litros, medio millar de especialistas en extinción y la unidad militar, el Gobierno central ha reforzado su capacidad de combatir el fuego, al tiempo que incrementaba el presupuesto -de los 30 millones del pasado año se ha pasado a 44- destinado a las campañas de prevención.
En este ambiente esperanzado, pero ajeno a toda euforia, una incógnita sigue siendo la coordinación con las autonomías. "Debería ser obligatoria y estar en función de los intereses generales, no sólo nacionales, sino también comunitarios, porque no hay que olvidar que la UE tiene competencias en materias ambientales", opina Antonio Vercher.
¿Tiene sentido que la dirección de la extinción de los incendios recaiga en las autonomías cuando los grandes medios están en manos de la Administración Central? "Las autonomías participan en todas las instancias de coordinación. Nosotros actuamos a la demanda, ponemos los medios en la medida en que nos los solicitan", indica el subdirector de Política Forestal y Desertificación, José Antonio González. También él cree que se está ganando la guerra. "La masa forestal está aumentando globalmente porque repoblamos más de lo que perdemos", asegura. Ahora, en la canícula, toca apretar los dientes y defender los bosques, sin perder de vista que esta batalla se libra, en gran medida, en invierno, con la limpieza del monte y la retirada del combustible fósil que alimenta la voracidad del fuego y facilita tanto el crimen incendiario.
domingo, 17 de abril de 2011
Y cuanto más intensamente ames...
sábado, 16 de abril de 2011
viernes, 15 de abril de 2011
Los zombies de...
Los zombies de Jane Austen
Arrasa en ventas una versión bestial de 'Orgullo y prejuicio'
"Desde una esquina de la habitación, el señor Darcy observó como Elisabeth Bennet y sus hermanas se abrían paso hacia el exterior decapitando zombi tras zombi mientras avanzaban". Éste es un extracto de Pride and prejudice and zombies (Orgullo y prejuicio y zombies) (Quirkbooks), una delirante versión del clásico de Jane Austen, Orgullo y prejuicio, donde los ataques de muertos vivientes se mezclan con bailes, planes matrimoniales y vestidos de corte imperio. Inesperadamente, la novela de Seth Grahame-Smith -autor también de Cómo sobrevivir a una película de miedo- se ha convertido en un pequeño fenómeno. Tras su publicación el pasado febrero, fue el tercer libro de ficción más vendido en Estados Unidos durante varias semanas, según el listado de The New York Times. Hollywood prepara ahora su adaptación al cine, y varias editoriales españolas pujan ya por sus derechos.
Parece que reinterpretar las novelas de la escritora victoriana en clave sobrenatural es rentable y, además, está de moda. Elton John produce Pride and predator (Orgullo y depredador), una película en la que los extraterrestres invaden Hertfordshire y perturban las clases de bordado de las hermanas Bennet. Aún no se ha empezado a rodar pero está previsto que se estrene en 2010. En junio, sale a la venta en EE UU Jane bites again (Jane ataca de nuevo), de Michael Thomas Ford, donde Austen es una vampira que ha pasado 200 años regentando una pequeña librería tras fingir su muerte en 1817. Un buen día decide empezar a vengarse de todos los que se han lucrado versionando su obra.
Aunque Grahame-Smith está seguro de que la escritora le indultaría: "Jane Austen tenía mucho sentido del humor". Él no fue capaz de terminar la versión original cuando era un adolescente. Cosa que no le impidió aceptar el encargo de su editor. "Un día me llamó y me dijo: 'Tengo una idea que creo que va a funcionar, pero sólo tengo el título: Pride and prejudice and zombies'. Y ya no pude parar de pensar en qué podría escribir". Introdujo en el argumento victoriano escenas con mucha casquería. Como la de la cena del señor Bingley: los sirvientes no aparecen y los invitados, al ir a buscarlos, descubren que alguien ha dejado una puerta abierta y que los zombies se los han comido. Aunque asegura que no quiere quedarse encasillado, tras el éxito de esta mezcla de té a media tarde y cerebros deglutidos, prepara "una biografía de ficción de Abraham Lincoln, en la que el ex presidente de Estados Unidos se enfrenta a los vampiros". Escalofriante.
jueves, 14 de abril de 2011
miércoles, 13 de abril de 2011
martes, 12 de abril de 2011
Están las editoriales buscando...
¿Están las editoriales buscando que les pase lo que a Napster?
* Así será si obligan a Amazon a aumentar los precios de los libros electrónicos
En general, las editoriales venden libros electrónicos a Amazon y sus competidores al mismo precio que los libros convencionales a los minoristas, en torno a la mitad del precio de catálogo de la versión en papel. Amazon y los demás insisten en vender en torno a 9,99 dólares la mayor parte de los libros electrónicos, lo cual deja a las editoriales contentas siempre que el precio de venta al público de éstos sea parecido al de su edición impresa. Actualmente, Amazon está vendiendo la edición de bolsillo de El sueño eterno de Raymond Chandler a 10,98 dólares y la versión electrónica para Kindle a 9,99 dólares.
timonoko (flickr)
Sin embargo, la rigidez impuesta sobre los precios de los libros electrónicos no le hace ninguna gracia a las editoriales cuando el precio de catálogo de la edición de tapa dura es de 27,95 dólares y Amazon lo vende a 9,99 dólares. ¿Por qué? Porque les inquieta que los vendedores de libros electrónicos les estén arrebatando su poder para fijar los precios al animar a los compradores a pensar que cualquier libro se debería vender por 9,99 dólares y que si siguen en esta línea les será arrebatada parte de sus márgenes de beneficio.
A los autores y a sus representantes también les preocupa que los precios reducidos "canibalicen" las ventas de libros de tapa dura, que recortarán el potencial de venta y los derechos de autor de las ediciones impresas", tal como lo pinta un representante. La editorial de un libro muy esperado está retrasando la salida al mercado de la edición electrónica en 6 meses o más porque teme esta canibalización. Pero no está claro si las ventas de Kindle se comen a las de los libros convencionales o se le suman. En una presentación en mayo, el consejero delegado de Amazon, Jeff Bezos, dejó caer cifras que indicaban cierto cambio: "Actualmente hay 275.000 libros disponibles para el dispositivo. En Amazon.com, el 35% de la venta de libros que cuentan con edición para Kindle se venden en este formato". El citado 35% es de mayo. En febrero, era tan sólo 17%, pero estos porcentajes no indican gran cosa si no vienen acompañados del dato del total de ventas.
Si bien es cierto que las editoriales y los escritores y sus representantes están en su derecho de intentar aumentar al máximo los beneficios forzando un aumento del precio de los libros electrónicos, no lo es menos que puede salirles el tiro por la culata. Desanimados ante unos precios más altos, tal vez los lectores habituados a los precios de 9,99 dólares de las ediciones para Kindle prefieran saltarse las leyes de propiedad intelectual a la torera y optar por los pródigos ‘mercados pirata’ de libros en Internet. No hay más que valerse de un motor de búsqueda para encontrar miles de libros —best-sellers incluidos— e importarlos desde un Kindle, un Sony Reader, un PC o portátil o un teléfono inteligente.
Sostener que el sector de la música metió la pata al esperar hasta 2003 para vender temas musicales sueltos a un precio asequible no me convierte en defensor del pirateo en internet.
Para empezar, para mí todos los gadgets de lectura electrónica que hay en el mercado son una birria que hacen que leer libros, periódicos, revistas y hasta lo que pone en los paquetes de cereales sea insufrible. La resolución es mala. Las fuentes son una porquería. Navegar es farragoso. La tecnología moderna no ha producido un montón de basura semejante desde el reproductor estéreo de 8 pistas. Si te preguntas porqué la venta de libros electrónicos supone tan sólo el 1 ó 2% del total de ventas de libros, ahí lo tienes. En segundo lugar, el factor lío también cuenta mucho. Sólo un estudiante o alguien que siempre se escaquea a la hora de pagar y que tiene un montón de tiempo libre se va a poner a buscar en la web y a rastrear hasta dar con una copia pirata gratuita de The Telephone Booth Indian de A.J. Liebling . ¡Es tan tedioso como pescar! En tercer lugar, no todos los libros electrónicos pirateados tienen la misma calidad: después de haber dado con el libro que querías, te puedes encontrar deseando haber comprado copia legal: puede que tu ejemplar esté plagado de errores tipográficos por culpa de que la aplicación de reconocimiento óptico de caracteres es una chapuza. Si se puede obtener una versión para Kindle de este mismo libro bien hecha con la que no vas por ahí haciendo el ridículo se puede pillar fácilmente por 9,99 dólares, que sí, ¿para qué andar infringiendo la ley de propiedad intelectual para obtener a cambio una edición peor y todo visualizarla en un dispositivo cutre? Es como valerse de una linterna de acetileno para saquear la hucha de un crío.
Otra vez 1999
Ahora mismo, el mercado de libros electrónicos se encuentra casi en el mismo punto en que se hallaba el mercado de MP3 en 1999, año en que se sacó a la venta el primer reproductor MP3 portátil. Los pioneros en hacerse con libros electrónicos, que llenan sus dispositivos de contenidos y hacen proselitismo ante sus amigos, lo tienen mejor que los primeros consumidores de MP3. iTunes, fundada a principios de 2003, estaba entre los primeros sitios online donde cualquier amante de la música podía comprar pistas cómodamente, a la carta, a partir de una gran selección de temas. El resto del comercio electrónico, escribió el New York Times, era "complejo, caro y limitado" y "fallaba porque se había concebido para servir a los intereses de las compañías discográficas, no al de los consumidores". Básicamente, antes de que apareciera iTunes, si querías llevarte pistas musicales contigo, tenías que tirar de tu propia colección, o de la de tus amigos, o aprovecharse de los temas ‘gratuitos’ que los ‘piratas’ te servían en bandeja en Napster u otros sitios de distribución de archivos de música.
Sostener que el sector de la música metió la pata al esperar hasta 2003 para decidirse a vender temas musicales sueltos al asequible precio de 99 céntimos de dólar no me convierte en defensor del pirateo en Internet. Su ausencia en el mercado electrónico musical en esos años tempranos hizo posible que el intercambio ilegal de datos entre internautas se extendiera y echara raíces, y contribuyó a que en las mentes de los consumidores, sobre todo en la de los más jóvenes, fuera cuajando la idea de que la música "debería" ser gratis.
El pirateo de libros podría aumentar en meses si el sector insiste en aumentar los precios de los libros electrónicos y vedar la entrada al mercado a superventas potenciales.
Hasta ahora, pocos piensan que los libros deberían ser gratuitos —algo que atribuyo a que Kindle es una chapuza y que su tienda Amazon está al alcance de muchos bolsillos. Realicé un censo informal de amigos y colegas que leían un montón de libros, y no encontré ninguno que se caracterizara por piratear. Pero esto podría cambiar en cuestión de meses si el sector del libro insiste en: 1) aumentar los precios de los libros electrónicos y 2) vedar la entrada al mercado de los libros electrónicos a superventas potenciales. Los dispositivos chulos que harán que leer libros electrónicos sea algo sencillo están al caer y su mercado está a punto de explotar. Si las editoriales siguen insistiendo en subir los precios demasiado y en frenar la compra asequible, los consumidores podrían revelarse —como ya hicieron compartiendo MP3— y hacer que el intercambio ilegal de libros electrónicos se convierta en una práctica habitual.
Sarah Rotman Epps, analista de la consultora Forrester Research, comparte mi impresión de que no todas las editoriales comprenden a sus lectores: "Las editoriales no quieren ver el aspecto económico del contenido digital", dijo al Wall Street Journal este mes. "Lo hemos visto ya en otros sectores y la evolución del contenido digital es que los consumidores no están dispuestos a pagar tanto por un contenido que está separado de su medio físico".
Obviamente, es fácil exagerar los paralelismos entre los sectores del libro y de la música, pero tan sólo es una cuestión de escala. Todo aficionado a los libros electrónicos que decide esquivar a las editoriales descargándose copias no autorizadas es un potencial sembrador del mercado ilegal. Mientras tome las precauciones precisas, no es probable que le pillen.
Ningún título está libre de ser intercambiado entre internautas. Como detalló el sitio web Instructables hará unos dos meses, uno mismo se puede fabricar un escáner de libros de alta velocidad por poco más de 200 euros. El archivo para un tocho como Gödel, Escher, Bach: un eterno y grácil bucle pesa aproximadamente lo mismo que una pista en MP3 de 5 minutos y bastan un par de minutos para descargarlo. ¿Quieren las editoriales unirse a la corriente digital, a la manera en que lo hizo el sector de la televisión con Hulu y TV.com? O, al tratar de detenerla, ¿pretenden estimular que se establezca un modelo Bookster?
Si no consigo dar con un libro que necesito en cualquiera de las cuatro librerías cercanas a mi oficina o en la biblioteca de la universidad a un paseo de tan sólo 10 minutos de mi mesa o en la biblioteca personal de un colega o en una biblioteca pública a menos de dos kilómetros de mi casa, o si el pasaje que busco no se puede encontrar con la utilidad "Look Inside" de Amazon o vía una búsqueda en Google Libros, me veo pidiéndole a mi compañero Tim Noah permiso para usar su Kindle para descargar el título. Pero aún no se ha dado el caso.
*Artículo originalmente publicado en el medio digital estadounidense Slate.(Traducción: Carola Paredes)
lunes, 11 de abril de 2011
Qué tremendamente aburrida es...
domingo, 10 de abril de 2011
sábado, 9 de abril de 2011
Ángeles del Infierno...
Ángeles del Infierno
La mala reputación y las fuerzas del orden les persiguen desde su fundación en Estados Unidos hace seis décadas. 'El País Semanal' sale a la carretera con su capítulo de Barcelona, la génesis en España del motoclub más legendario de todos los tiempos.
Son las dos de la tarde de un sábado de verano. La columna motorizada se abre paso por el carril derecho de la C-55 rumbo a una concentración con otros clubes de bikers cerca de Manresa. El viento corta hasta la respiración. Desde el asiento de atrás de la Harley-Davidson Fat Boy de Chevi, un prospect o aspirante del capítulo de Barcelona, se divisan las calaveras aladas en las chupas de los miembros oficiales que nos preceden. Nando, otro prospect, avanza entre la formación al más puro estilo old school (vieja escuela). Los neumáticos de su flamante chopper se deslizan por el asfalto como una bola negra de billar rodando sobre un pavimento de hormigón recién pulido. Vigila la marcha y realiza indicaciones con el brazo izquierdo levantado. Símbolos. Códigos de carretera. Nuestra única guarda hoy son los Ángeles del Infierno.
¿Por qué demonios será tan complicado que dejen de retumbar en el casco todas las guitarras empapadas en ácido de los sesenta y setenta? Parece imposible escapar de los ecos de Hunter S. Thompson: "Ángeles del Infierno, como Gengis Khan a lomos de caballos de hierro". El rugido de sus tubos de escape despierta hoy las viejas leyendas, hace temblar a los biempensantes y pone en guardia a las fuerzas de la ley. No son moteros de fin de semana. Nada que ver. Viven por y para su club. Hermandad antes que asociación. Miembros dispuestos a dar la vida por los suyos sin importar la causa, siempre partidarios de hacerse notar y cabrear al personal. Organizados en más de 250 capítulos que se extienden por una treintena de países. La mala fama les persigue desde su fundación hace seis décadas en la Costa Oeste de Estados Unidos. Sólo atienden a sus propias leyes. Como resume Álex Constante, de 38 años, presidente del capítulo madre de los Ángeles del Infierno en España: "Un mundo dentro del jodido mundo".
Para conocer su génesis en España resulta imprescindible aparcar las motos y compartir un botellín glacial de cerveza con Banan's. A sus 44 años, es uno de los Ángeles del Infierno más veteranos de este país. "Primero fundamos Centuriones en 1982. Cinco o seis mensajeros de Barcelona nos juntamos para crear un motoclub al estilo americano. Luego crecimos por Castellón, Valencia, Madrid, Alicante??. Se empezaba a hablar de tribus urbanas a principios de los ochenta cuando entraron en escena aquellos moteros que se posicionaban contra todo y contra todos. "Nos reuníamos en bares, talleres. Fueron años muy salvajes, muy anarquistas. Había peleas, desmadre. Al principio les caíamos bien a los maderos. A veces les dábamos alguna paliza a los punkis, o a quien nos parecía. Teníamos 19 o 20 años. Y vivíamos al límite".
Por aquellos tiempos, cuando las diferencias se resolvían a mamporros en los bares, Álex era un boxeador que rondaba la veintena. Una noche se vio rodeado de varios centuriones de Barcelona. Como en las mejores canciones de rock and roll, había un chica de por medio y la banda sonora era el chasquido de estiletes abriéndose. El muchacho no se amilanó y el corro de motoristas dejó que se largase en su Guzzi ocho y medio. Con el tiempo, Álex llegó a convertirse en uno de ellos y en 1992 fue nombrado presidente nacional de la organización. "Esto era una cosa de tíos duros. Y se entraba por la vía del enfrentamiento", apostilla Banan's.
Los Centuriones prosiguieron sus andanzas barriobajeras hasta que la policía detuvo de una tacada en 1996 a los 34 miembros del capítulo de Barcelona. Catorce de ellos fueron acusados de tráfico de drogas y armas y asociación ilícita. La Audiencia de Barcelona desestimó el cargo de asociación ilícita y condenó a título individual a algunos de los acusados por tenencia de armas y narcotráfico, con penas máximas de cuatro años. ?El mes que pasamos en prisión preventiva nos unió más todavía. En realidad deberíamos agradecerles eso a las autoridades que llevaron a cabo aquel intento de acusarnos conjuntamente por delitos que eran individuales?, reflexiona hoy Álex. Una vez libres, se cierra el círculo de Centuriones. Su ex presidente nacional y varios miembros deciden convertirse en Ángeles del Infierno.
Así nació Hells Angels Motorcycle Club en España. El número 21 de la calle Fluvia de Barcelona acoge su primera sede desde 1996. La organización cuenta hoy con otras tantas secciones en Madrid, Valencia, Costa Blanca, Murcia y Costa del Sol, además del capítulo Nomads y el Prospect de Canarias. "En 1987 yo ya visitaba con frecuencia a los Hells Angels de Holanda", recuerda Banan's. ?Ellos nos observaban. En los noventa empezamos a acudir a las concentraciones Free Wheels de Francia y establecimos contacto con ellos. Nuestra transición duró cinco o seis años. El mundo de los Ángeles del Infierno era entonces muy cerrado?.
Y sigue siéndolo en muchos aspectos. Como la entrada restringida al local de la calle Fluvia, una antigua fábrica de dos plantas en el Poblenou barcelonés. El primer contacto para realizar este reportaje se lleva a cabo en su interior con Álex, el presidente, tras el consentimiento de los demás miembros a pactar ciertas condiciones. "Te contaremos hasta donde te podamos contar. Estamos muy escarmentados con la prensa, ¿sabes? Más aún desde el episodio policial de finales del año pasado".
El episodio en cuestión tuvo lugar el 18 de diciembre de 2007, cuando miembros de los Mossos d?Esquadra y el Grupo Especial de Intervención realizaron detenciones en 10 locales y domicilios de los Ángeles del Infierno de Barcelona. Ocho miembros fueron acusados de los mismos delitos que se imputaron a los Centuriones en 1996, además del de extorsión. Todos fueron puestos en libertad con cargos poco después salvo dos de ellos, que han permanecido en prisión preventiva hasta finales de julio.
"Ahora estamos a la espera de juicio", explica Álex, también detenido en la operación y puesto en libertad a los dos días. "Pero la policía ya se encargó de emitir un comunicado a los medios asegurando haber desarticulado una banda que traficaba con drogas y extorsionaba. Y así salió publicado en todos sitios. Sabemos que cuando volvamos a ser declarados inocentes la prensa no se apresurará tanto a comunicarlo. Eso no vende. Poco después, el día de Reyes, estábamos otra vez montando nuestras máquinas de camino al hospital Vall d'Hebron de Barcelona con varios responsables del centro disfrazados de reyes magos para regalar a los niños enfermos juguetes que otros motoclubes nos entregan en navidades. Es el Toy Run, un evento que realizamos desde hace ocho años. Pero, claro, esas cosas no se cuentan. Y no nos importa. Lo único que nos importa es la libertad".
Mantener encontronazos con las fuerzas del orden va aparejado al destino de los Ángeles del Infierno prácticamente desde su fundación. El estadounidense Sonny Barger, su miembro más emblemático, ha resumido en el libro La vida y andanzas de Sonny Barger y el club de motos Los Ángeles del Infierno: ?Si algo he aprendido a lo largo de 40 años en el club, es que la libertad no es gratis?. No en vano ostenta un extenso historial criminal ilustrado en las citadas memorias. Muchos ven en su carisma al responsable de haber convertido aquel pequeño motoclub nacido en San Bernardino (California) allá por 1948 en la organización internacional que conocemos hoy.
Todo empezó durante los años posteriores a la II Guerra Mundial, cuando muchos de los ex combatientes estadounidenses regresaron a casa con mucha adrenalina en las venas tras sus vuelos de ataque en bombarderos B-52. Aquellos veteranos se reagruparon en pequeñas asociaciones con el ánimo de zumbar en motocicleta por las carreteras y emborracharse. La Asociación de Motoristas Americanos (AMA) no tardó mucho en emitir un comunicado considerando a grupúsculos como Bastardos Cabreados o Peleones Mamados como el 1% de proscritos que provocaron los afamados y violentos incidentes de Hollister en 1947. El 99% de moteros restantes, según la AMA, era gente respetable. Un año más tarde, una escisión de Bastardos Cabreados fundó el primer capítulo de Ángeles del Infierno en San Bernardino, al que siguió el de San Francisco. Fue entonces cuando decidieron identificarse con aquel 1%. Una década después, Sonny Barger se convertía en presidente del recién nacido capítulo de Oakland, logrando uno de sus verdaderos sueños. ?Yo necesitaba un club de tíos unidos que pudieran saltar sobre sus motos, conducir a través de todo el país si les daba la gana, y no guiarse ni por reglas ni por horarios?, confiesa en sus memorias.
Los beatniks, los hippies y hasta Hollywood coquetearon con ellos en los sesenta atraídos por su imagen rebelde. Pero pronto dejaron claro que no se casaban con nadie. Como en 1969, cuando los Rolling Stones solicitaron sus servicios para mantener la seguridad durante su concierto en Altamont y un joven afroamericano que sacó una pistola acabó cosido a navajazos supuestamente a manos de los Ángeles del Infierno. Otro episodio oscuro nunca aclarado por completo, del que llegó a decirse que formaba parte de una conspiración para asesinar a Mick Jagger. La historia del club siguió creciendo por el mundo rodeada de mitos y problemas con la justicia. Pero ¿qué queda hoy de aquel espíritu del 1% de moteros proscritos?
"Nuestros comienzos se parecieron a los de los Hells Angels de los sesenta en la manera salvaje de vivir?, recuerda el veterano Banan's. "Ahora tenemos más orden, normas de convivencia. En cierto sentido, antes éramos más libres, más anarquistas". Para Álex, aquel 1% significa hoy la fuerza de la individualidad. "Para entrar aquí hay que ser un elemento especial. Esto no es un club de golf. Es una hermandad de hombres donde cada uno de nosotros supone un voto".
¿Y qué sentido tiene en esta organización el uso de parafernalia nazi?
"Los veteranos de guerra estadounidenses empezaron a utilizarla como símbolo contracultural y se mantuvo. Ya no la empleamos por respeto a nuestros hermanos alemanes.
Precisamente la ostentación de esa simbología ha llevado a la policía a catalogarles como banda neonazi y racista. "De entrada, somos apolíticos. Y racistas con todos los hijos de puta: primero, los blancos; luego, los negros; después, los amarillos, y los rosas también", sentencia Álex.
Lo que sí reconocen es mantener una escala para llegar a ser miembro, que arranca en los niveles más bajos o hang around. ?Antes de eso hay que ser supporter, conocernos un tiempo?, explica Álex. ?Muchos vacilan y la cosa queda ahí. Cuando se nombra a un prospect se convierte en aspirante a miembro. Las pruebas para llegar a serlo no son las mismas que hace cincuenta años. Hay leyendas sobre la necesidad de matar a alguien para ser ángel del infierno. Fantasías. Lo que se exige es respeto con mayúsculas, tener un coraje digno de llevar nuestro parche bordado en la espalda de la chupa?.
Algunos llegan a tatuarse la calavera alada en la espalda. Lenguaje de símbolos. Colores. Rojo sobre blanco. "El blanco es el color de la pureza, el respeto, la honestidad, el honor, la hermandad, tus hijos; el rojo es el de la sangre que a veces debe ser derramada para defender lo blanco", argumentan. Obligaciones. "Compartes tu vida normal, la familia y los hijos, con tu vida en el club. Eres hell angel en la vida y en la muerte. Cuando un miembro la palma, velamos su cadáver a nuestro estilo, con una fiesta. Después lo enterramos en nuestro panteón, como hicimos con el hermano Alfonso, fallecido en 2001. Cada año celebramos el día de su nacimiento, no el de su muerte, junto a su tumba". En el plano terrenal, se exige una cuota de 150 euros mensuales y la asistencia a las reuniones periódicas. Imposible presenciar una sin pertenecer al club; sólo podemos tomar una foto antes de empezar. Se deciden asuntos relativos a las salidas a carretera y actuaciones en conjunto. Por ejemplo, la reciente vigilancia durante el último concierto de Bruce Springsteen en Barcelona para evitar la venta ilegal de merchandising.
Los cargos se renuevan cada año mediante votación y el perfil de los miembros es diverso. "Cuando uno entra aquí no se le pregunta cómo se gana las habichuelas. Yo no soy poli", advierte Álex. "La gran mayoría tiene trabajos legales. Pero cuando a uno le pillan en un asunto turbio cargan contra todos nosotros. Es absurdo, como si todo un partido político fuera corrupto por tener pringado a uno de sus afiliados. Lo que sí es cierto es que cuando enchironan a uno de los nuestros no le dejamos tirado; cuidamos de su familia y le ayudamos a salir del talego. Cuando sale, ajustamos cuentas con él si es necesario?. "Y si alguno quiere dejar de formar parte de la hermandad? ?A las buenas, se le tatúa la palabra out (fuera)", responde Banan's. "A las malas, si nos hace una putada te puedes imaginar".
Chevi, mecánico de 36 años, ha sido nombrado recientemente prospect del capítulo de Barcelona. "Quieres ser un ángel del infierno porque anhelas la verdadera sensación de hermandad. Es una familia que eliges tú, con la que encarar los problemas. Vivimos dentro de la sociedad, pero con nuestras normas". Llegamos a las afueras de Sant Joan de Vilatorrada en el asiento de atrás de su moto. Trece harleys aparcan junto a un stand destinado a Hells Angels Spain en un evento organizado por el club Rebel?s. Álex y Marcos, presidente y vicepresidente de los Hells Angels de Barna, marchan a una reunión del comité que aúna a más de una treintena de motoclubes españoles. "Este comité sirve para solventar asuntos que antaño se resolvían a navajazos?, ilustra Álex.
Banan's saluda a hermanos del capítulo de Madrid. Rememora junto a Pedro, mítico centurión, los tiempos del bar La Mala Fama del barrio de Malasaña. Feroz memoria de un grupo de renegados durante los ochenta. "Hemos pasado del Abanderado al Dolce & Gabbana", apunta con sorna Gabi, miembro de Nomads. Albert, ángel del infierno de 43 años y propietario de un estudio de tatuajes, enciende un Ducados y reflexiona junto a su Harley-Davidson Heritage Softail Classic: "Estas motos son la válvula de escape de lo que no nos gusta. Nuestro mundo no es tan diferente al vuestro. Lo que pasa es que nosotros vivimos en él de lunes a domingo".
viernes, 8 de abril de 2011
Cuando alguien...
jueves, 7 de abril de 2011
miércoles, 6 de abril de 2011
La balada de Bonnie y Clyde...
La balada de Bonnie y Clyde
Un libro reúne las cartas de amor y los poemas de la legendaria pareja de delincuentes
Ella sólo era una pobre chica que a los 19 años ya estaba cansada de todo y él, otro delincuente más, víctima del desolador mapa social que trazó la Gran Depresión estadounidense. Aunque nunca dieron un gran golpe, porque lo suyo eran las chapuzas más o menos sangrientas, Bonnie Parker y Clyde Barrow quedaron como la pareja de convictos más legendaria de la historia. Al mito contribuyó la prensa, los tristes poemas que ella escribía y, sobre todo, los disparos de una vieja cámara que llevaba consigo un miembro de la banda de Los Barrow, y con la que jugaron a inmortalizar la fotogenia de su romántico desastre. Wanted lovers. Las cartas de amor de Bonnie & Clyde (Alpha Decay) reúne por primera vez en castellano la breve e intensa relación epistolar que mantuvo la célebre pareja y los poemas que ella escribió sobre aquel mundo de eterna huida hacia delante.
"Ni por listos ni por desesperados les irá mejor que a otros, / saben bien que la ley siempre ha ganado, / otras veces ya les dispararon / pero siempre supieron de largo / que la muerte es el salario del pecado. / Algún día se irán a pique juntos/ y juntos descansarán sus cuerpos para siempre. / Habrá unos pocos afligidos, / para la ley será un alivio, / pero para Bonnie & Clyde será la muerte". Este poema titulado La historia de Bonnie & Clyde cierra el libro (a la venta el 1 de febrero) que fue publicado en un periódico de Dallas poco antes de que la policía acribillara a balazos a la pareja. El poema inspiró la letra de la canción que Serge Gainsbourg y Brigitte Bardot interpretaron en los años setenta y también una de las secuencias más desoladoras de la película que en 1967 sellaba por todo lo alto el mito.
Dirigida por Arthur Penn e interpretada por Warren Beatty y Faye Dunaway, el filme retrataba a dos jóvenes forajidos de aire romántico, acosados por la sociedad y la policía y cuyos problemas de cama sólo añadían más tragedia si cabe a su pasmosa belleza. Sin duda un retrato más cercano al ideario beatnik que a la cruda realidad. Ana S. Pareja, editora y autora del prólogo del libro, apunta: "El éxito del filme distorsionó en cierto modo la imagen fidedigna de los dos criminales atribuyéndoles un halo de sofisticación y glamour más cercano a la recreación pop. Su mito traspasó fronteras".
Lo que sí parece fuera de toda sospecha es que Bonnie Parker y Clyde Barrow estaban enamorados. Un mes después de conocerse en casa de una amiga común, él fue detenido y conducido a la terrible penitenciaría de Eastham Farm, una de las de peor fama del país. Bonnie y Clyde empezaron entonces su cruce de cartas de amor. La primera que se conserva es del 14 de febrero de 1930: "Hola precioso: sólo unas líneas esta noche. ¿Cómo le va a mi niño? Hoy ha sido un día más, como otro cualquiera, pero duro... Precioso, cuando por fin te dejen salir a la calle, quiero que empieces a trabajar y, por Dios, no te metas en más problemas. Me preocupas tanto que esto es un sinvivir. Cuando estés limpio y no tengas que seguir huyendo, podremos salir a divertirnos un rato. Cómo odio escribirte cuando me siento tan triste como esta noche".
Bonnie (que desde niña había tenido afición por la escritura) solía acabar con un "tu chica triste y solitaria" mientras que Clyde evolucionó del "querida niña" o "mi amiga" al "mi hermosa y dulce esposa". Siempre sin renunciar a ese cariñoso "niña" que intentaba aplacar el inestable carácter de la melancólica Bonnie. "Cariño, ¿qué te hizo pensar que no iba a contestar a tus cartas? Pero si ya sabes que te quiero más que a nadie en el mundo y además no me has hecho nada malo".
La prisión cambiaría definitivamente a Clyde. Salió cojo (se rebanó dos dedos para evitar los trabajos forzosos), fue sistemáticamente violado y cometió uno de sus primeros crímenes salvajes al ensañarse hasta la muerte con el preso que abusaba habitualmente de él. El día en que salió de la cárcel ya no volvieron a escribirse más. Tampoco se separaron nunca. Comenzaron los robos, los asesinatos y la huida final.
El 23 de mayo de 1934 fueron brutalmente acribillados por la policía que desde hacía meses les perseguía. Apenas tenían 25 años y cada uno de ellos recibió más de cincuenta balazos. Hace un año, con motivo de los 75 años de su muerte, el FBI desclasificó casi mil páginas que detallan la caza y captura de aquellos pobres diablos que hoy representan la rebeldía y la miseria de un tiempo que también estuvo enamorado.
"Tu chica triste y solitaria"
- Carta de Bonnie a Clyde:
Waco, Tejas 3 de marzo de 1930
Hola cielo: sólo unas líneas esta noche, porque me siento muy triste y sola. Piénsalo, cariño, hoy te he visto por primera vez en dos semanas, y apenas sólo unos minutos. Pero ha sido muy tierno verte por fin. Estos polis han resultado ser muy agradables, cariño. No son como los de Denton.
Tu madre se queda a pasar la noche conmigo. Quería que se quedase para que pueda volver a verte mañana. Mi amor, voy a buscarme un empleo para poder quedarme aquí. Ya no aguantaba más en Dallas sin ti. Cielo, qué feliz sería si pudieras librarte de este espantoso embrollo. No veo cómo me las voy a arreglar si te vas. No parecía que estuvieras muy contento de verme hoy. ¿Algo va mal? ¿Ya no me quieres? Sé cómo te sientes, cariño. Me imagino que estarás preocupadísimo. Escucha, querido, no te voy a escribir mucho hoy, porque te veré mañana, esperemos, y vamos a estar juntos un buen rato, como en los viejos tiempos. Y, cielo, no te olvides de que te quiero más que a nada en el mundo, y sé muy, muy bueno, y piensa en mí, aquí, pensando en ti.
Tu chica triste y solitaria, Bonnie
- Carta de Clyde a Bonnie:
Niña querida: acabo de leer tu dulce carta y no sabes lo contento que me he puesto al recibirla, pues me siento terriblemente solo y triste. ¿Por qué me dices que no sabías si la iba a aceptar o no? Cielo, sabes de sobra que no sentía lo que te dije en mi última carta. Lo único que me pasa es que tengo celos y no puedo evitarlo. Y además, ¿por qué no debería estar celoso? Si fuera tan tierno contigo como tú lo eres conmigo, tú también estarías celosa.
Oye, cielo, estos tarados meten tanto ruido que no puedo escribir, así que mejor termino la carta mañana.
martes, 5 de abril de 2011
Quiero que mi mente...
Quiero que mi mente vuelva. Que construya algo que no se derrumbe a cada instante.
"Tokio ya no nos quiere" de Ray Loriga -
lunes, 4 de abril de 2011
domingo, 3 de abril de 2011
Libros sin dueño...
Libros sin dueño
Millones de volúmenes gratuitos de Google Books obligan a revisar en todo el mundo las leyes de derechos de autor - Editores y escritores discrepan sobre las ventajas del proyecto
La primera página indica que el libro fue impreso en 1865. Se trata de una edición de lujo de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Es poco probable que sus editores imaginaran que, casi 150 años después, cualquier lector, en cualquier parte del mundo, se podría hacer con una copia. Sólo basta con acceder al portal de Google Libros (books.google.es), almacenarlo en el ordenador e imprimir sus 566 páginas. El documento electrónico no escatima en detalles. Incluye las tapas, los 30 grabados que ilustran la obra, el escudo de la edición original de 1605 y hasta el sello de la biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid, el lugar donde ha permanecido durante todos estos años y la primera biblioteca no anglosajona que ha llegado a un acuerdo con Google para digitalizar sus fondos.
La obra es una entre los millones que están disponibles en el portal de Google. Su antigüedad la convierte del dominio público, es decir, que no tiene que pagar derechos de autor. E ilustra "la gran idea" de Sergey Brin y Larry Page, cofundadores de Google: "Que la gente de todo el mundo pueda buscar cualquier libro entre todos los libros del mundo". El buscador señala, en una entrada del blog de Google Books, que Brin y Page "nunca habrían imaginado que un día iban a iniciar un proyecto para hacerlo posible". El entusiasmo de sus creadores les ha llevado a comparar el proyecto con la antigua biblioteca de Alejandría o con la soñada biblioteca de Babel del escritor Jorge Luis Borges. Pero la polémica desatada por la idea es menos romántica.
No son libros como El Quijote los que centran el problema. Éste se resume en una palabra: copyright. Las bibliotecas no son las únicas propietarias de los títulos, y los derechos sobre las obras que no son del dominio público y que están protegidas por leyes de derechos de autor, -distintas en cada país del mundo- se han convertido en el centro de la polémica. La colección que Google ha recopilado entre las 20 bibliotecas que se han sumado al proyecto hasta el momento (dos de ellas españolas: además de la Complutense, también está disponible el catálogo de la biblioteca de Cataluña) incluye un amplio número de ediciones publicadas antes de 1923. "Estamos abriendo literalmente nuestra biblioteca al mundo. Las oportunidades educativas son excelentes y estamos encantados de colaborar con Google en este proyecto", apunta el rector de la universidad madrileña, Carlos Berzosa, en el blog de Google Books.
Los libros publicados después de esa fecha están disponibles para el usuario, pero éste no puede ver el libro entero. Por ejemplo, una búsqueda sobre El gran Gatsby sólo arrojará copias con "vista restringida": es decir, el lector sólo verá unas cuántas páginas y no podrá disponer de una copia de la totalidad. Eso sí, Google recomienda en estos casos un puñado de librerías on line para obtener una copia de la obra de F. Scott Fitzgerald. Fue precisamente en el caso de este tipo de libros donde las asociaciones de editores y autores de Estados Unidos iniciaron la protesta. Un acuerdo de 90 millones de euros, alcanzado en octubre de 2008, puso fin a una querella impuesta en un tribunal estadounidense contra el gigante de la web. Si Google ofrece el acceso libre a los usuarios y los editores y autores obtienen ganancia, ¿cuál es el problema?
Además de los libros de dominio público y los protegidos bajo las leyes de derechos de autor, existen los llamados "libros oscuros", como los define el periodista y escritor Farhad Manjoo. "Digamos que, si haces una investigación y navegas por Google Books, encuentras en el catálogo de la Universidad de Michigan un libro sobre un autor del que nunca habías oído hablar, publicado por una editorial que ya no existe pero que es el que mejor se ajusta a lo que estabas buscando. El libro está protegido por derechos de autor pero no está disponible en las librerías. Google Books sería la única ventana para obtenerlo".
¿Y dónde irían a parar estas ganancias? Google ha previsto la creación de un registro de libros (Book Right Registry, en inglés) que funcionará como una organización sin ánimo de lucro y que distribuirá el 63% de ganancias entre los autores y editores de los libros que han agotado edición. La manera en que se distribuirá el dinero, sin embargo, no ha sido detallada hasta ahora. Además, si los autores desconocen que sus obras están disponibles en la red o no desean anotarse en el registro, automáticamente estarían fuera de cualquier ganancia. El acuerdo tampoco prevé el caso de autores que deseen que sus obras sean gratuitas. Los críticos, además, apuntan que la empresa obtendría el control de la industria de los contenidos digitalizados. Google alega que su objetivo es hacer más asequible la información para el usuario; de forma que si un internauta desea hallar una frase en cualquier libro del mundo, pueda hacerlo en unos segundos. "Si el contenido entero de cualquier web está disponible a través de sus mecanismos de búsqueda -sin pagar un céntimo por el uso de esta información-, ¿por qué no hacerlo con los libros?", explica Marjoo.
Luis Collado, responsable del buscador de libros de Google en España y Portugal, justifica que la capacidad del mecanismo de búsqueda brinda una oportunidad "inédita" al usuario para explorar los libros. "Un lector puede hallar una frase entre cientos de páginas. Es una potencia de búsqueda nunca vista", asegura.
Eric Schmidt, cofundador de Google, se defiende con el argumento de que el gran beneficiado es el autor. En una columna publicada en 2005 en The Wall Street Journal, relata que el día que Joseph Ratzinger se convirtió en Benedicto XVI, "millones de personas que buscaron su nombre" hallaron que en Google Books estaba disponible su libro En el principio. "Miles de ellos ojearon una o dos páginas del libro y muchos hicieron clic para comprarlo. ¿Cuántos autores de libros que han agotado ediciones serán beneficiados?". El proyecto suma, hasta el momento, unos diez millones de obras, añade Collado.
Más de uno, no obstante, duda de la buena fe del proyecto. El Gobierno alemán cree que el acuerdo alcanzado en EE UU no es suficiente para los escritores y editores alemanes. "En Europa sólo se han digitalizado libros que están en dominio público de acuerdo con la legislación", explica Collado, que agrega que la intención de la empresa es "fomentar el debate" para alcanzar una solución.
Es un hecho que el debate remonta a los tiempos iniciales de Internet. El sitio www.mp3.com convirtió decenas de miles de canciones al formato digital sin pedir permiso a nadie. Su meta inicial era que sólo los que pudieran probar que habían comprado el disco pudieran bajarlas. La revolución desatada en la industria musical puede sentar un precedente para las editoriales y los escritores.
El escritor Mauricio Montiel explica que la herramienta le causa "emociones encontradas". "Apoya la divulgación, pues no todos los escritores somos Dan Brown. Hace más asequible nuestro trabajo a los escritores; pero un acuerdo es necesario para que los escritores obtengan un beneficio por su trabajo", comenta.
Las ganancias son, precisamente, el meollo del asunto. No está claro ni cómo se repartirán ni entre quiénes. El hecho es que Google, en su afán por gestionar el conocimiento del mundo, se ha convertido en el centro de reyertas similares frente a los medios de comunicación, como en el uso que hacía de la información Google News, que originó sendas demandas de Associated Press y France Presse; o con los contenidos audiovisuales -el portal de YouTube ha alcanzado acuerdos con cadenas de televisión estadounidenses para difundir sus contenidos- e incluso hasta con las calles de las ciudades. El street view de Google Maps ha levantado más de una ceja alrededor del mundo pues algunos críticos apuntan que invade la privacidad de los ciudadanos.
"Internet según Google es democracia para algunos y anarquía para otros. El usuario puede disponer de la información que desee de forma gratuita y los creadores de contenidos están desorientados, como gallinas a las que les acaban de cortar la cabeza", describe el periodis.
Pero el objetivo de Google, afirma Marjoo, guarda una buena recompensa para el lector. "Cualquier persona que desee hacer una investigación agradecerá que el contenido de las bibliotecas esté disponible. Su mecanismo de búsqueda permite revisar cientos de páginas en un segundo y la navegación es fácil y sencilla", comenta. "Cuando hice una investigación utilicé tanto Google Books como Google Scholar [una herramienta de búsqueda de textos académicos] y hubiera pagado con gusto por la ayuda brindada", justifica.
Pero no todo son buenas noticias para el usuario. La ONG estadounidense Electronic Frontier Foundation reconoce que la creación de la biblioteca virtual de Google "aumentará dramáticamente el acceso público a los libros" pero advierte que la empresa no garantiza la privacidad del lector. "En el mundo analógico, un lector cuenta con toda la privacidad para elegir los libros que desee. En el campo digital, sin embargo, Google dispone de sistemas que monitorizan los libros digitales que busca un usuario, las páginas en concreto que lee, el tiempo que pasa leyéndolas y hasta las líneas que decide seleccionar", afirma la organización en un comunicado. Collado responde que la principal preocupación de Google es el usuario. "Tenemos una política de privacidad muy clara: la información de cada usuario no puede salir del entorno de Google" y añade que sólo será utilizada para "mejorar la experiencia de servicio de la herramienta".
En cualquier caso, no hay un argumento firme que plante cara a la meta final del proyecto de Google Books. "Google cuenta con mucho dinero, empleados inteligentes y aliados. Pero su mayor fortaleza es la convicción de que está del lado de la historia. La empresa cree firmemente que su ideología de apertura es la correcta", explica el escritor y profesor de la Universidad de Columbia, Tim Wu. La información en los tiempos de la red busca (y generalmente encuentra) un cauce. Y Google es el más dispuesto y, al parecer, el más apto para ofrecerlo.
Un largo camino
Fue en 2002 cuando un grupo de trabajadores de Google comenzó a trabajar en el proyecto de los libros, que se mantuvo secreto en un inicio. El equipo visitó bibliotecas con proyectos similares en el mundo, como el American Memory de la biblioteca del Congreso de EE UU, el Gutenberg, el Million Book y el Universal Library. Cuatro años después, la empresa anunció formalmente su proyecto en la Feria de Libro de Francfort. Ese mismo año alcanzó un acuerdo con 15 bibliotecas y editoriales y en diciembre se anunció el proyecto para digitalizar los contenidos de fondos bibliográficos asociados con las universidades de Harvard y Michigan, así como las bibliotecas públicas de Nueva York, Oxford y Stanford. Las colecciones combinadas superaban los 15 millones de volúmenes. Un año después, las asociaciones de escritores y editores de EE UU presentaron una demanda en un tribunal estadounidense sobre los derechos de autor de las obras y alcanzaron un acuerdo en octubre de 2008 por un valor de 125 millones de dólares (90 millones de euros).
El 1 de septiembre de este año, el Gobierno alemán ha presentado una demanda sobre los derechos de autor en nombre de los creadores de su país bajo el argumento de que el acuerdo alcanzado con la industria de EE UU no respeta la ley alemana. Está previsto que la UE se reúna de nuevo en octubre para debatir el copyright.
Detalles del proyecto
- Google Books está disponible en más de 35 idiomas.
- Más de 10.000 editores y autores de más de 100 países se han sumado al programa de afiliación de la búsqueda de libros de Google.
- El proyecto para digitalizar los contenidos de las bibliotecas cuenta con 28 entidades afiliadas, la mayoría estadounidenses. Sólo siete no pertenecen a EE UU, entre ellas dos españolas: la biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid y la Biblioteca de Cataluña.
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