Top 10: Los peores momentos de Amy Winehouse
La combinación de drogas, celebridad y paparazzis puede ser letal. Si a esto le añadimos al poder viral de Internet y la proliferación de blogs cotillas, el efecto puede ser demoledor. En el caso de Amy Winehouse confluyen todos estos factores, lo que sin duda nos ofrece un amplio y variado catalogo de malos, muy malos y peores momentos.
Con la esperanza de que en el futuro los malos no existan y los bueno proliferen como las mamarrachas en una fiesta organizada por Paris Hilton, os dejo aquí una selección de los peores momentos de la Gran Amy Winehouse.
Sin haberlo pretendido al final me ha quedado como un anuncio contra la droga promovido por el Ministerio de Sanidad. Entre los momentos listados no están todos los que son; pero si son todos los que están...
01. Amy y el video del crack: Ten amigos para esto. Amy era grabada en su propia casa mientras fumaba crack y confesaba que había tenido que meterse media docena de valiums para relajarse después de haberse metido toda la coca de la capital inglesa.
02. Amy semidesnuda corriendo por las calles de Londres: Los efectos de las drogas son impredecibles. Esto es lo que debieron pensar los afortunados fotógrafos que hacían ronda cerca del domicilio de la cantante cuando la vieron correr hacia ellos fuera de si en sujetador. Una vez más unos poco profesionales del flash se hicieron un poco más ricos.
03. Amy y el hilo del tampax: La cúspide paroxística de Amy llegó cuando en medio de uno de sus delirios lisergicos los fotógrafos la pillaron con un misterioso cordón asomando de su minifalda. A no ser que Amy vaya a cuerda como los muñecos parlanchines, me da a mi que se le descolgo el cordón del tampax.
04. Amy y su marido se lían a hostias: Amy canta eso de “Love is a losing game” y yo añado que a veces también, termina como el rosario de la aurora. No se si en un ataque de celos o por puro hastío en pleno bajón, Amy y su marido Blake Fielder-Civil terminaron liándose a hostias. Los efectos de la lid quedaron inmortalizados por los paparazzis.
05. Amy actúa en los Europe Music Awards: Amy perpetró su por otro lado magistral “Back to Black” en los EMA olvidándose de la letra y tocándose continuamente la nariz, subrayando así la razón de su estado. Cuando los problemas personales condicionan tu valía profesional…
06. Amy desdentada: No se si fruto del abuso de según que alcaloides o directamente de una hostia, Amy perdió los caninos, lo que no evitó que sonriera al pajarito de los fotógrafos más de una vez, haciendo que sus caninos brillaran por su ausencia. Gracias a Dios, y al dentista de turno, Amy ha vuelto recientemente a sonreir.
07. Amy se autoagrede: en la espiral autodestructiva que Amy está envuelta no es tan raro terminar agrediéndose a uno mismo. Las automutilaciones están a la orden del día en las clínicas de desintoxicación. Eso si, la lumbrera de su publicista afirmo que había sido su gato. Como no tenga un puma como animal doméstico, dudo que su gato tenga la capacidad de dejar los brazos de Amy así.
08. Amy con la nariz espolvoreada: Esto es ya un clásico. Las drogas, además de todo lo demás, a Amy le provocan una cierta despreocupación. Lo que sin duda provoca la multiplicación de flashes buscando la foto en la que pillarla fuera de juego. Desgraciadamente eso no es tan difícil, y en más de una ocasión la han cazado con la nariz espolvoreada, adivinad la naturaleza de ese polvo…
09. Amy y el misterioso polvo blanco: Amy se iba de viaje, o se mudaba o quién sabe que coño iba a hacer cuando recibió la siempre agradable visita de Pete Doherty, compañero de farras. Mientras cargaban el coche se les olvidó cerrar el capó, lo que sirvió para que otro fotógrafo subiera un par de miles de libras a su cuenta bancaria fotografiando una bolsa llena de un misterioso polvo blanco en su interior. Si, seguro que era harina para rebozar unas pechugas de pollo…
10. Amy y el pasado laboral de su marido: Sin habla nos quedamos cuando el sin par Perez Hilton insinúo el pasado como chapero del marido de la cantante, Blake Fielder-Civil. Parece ser que durante un tiempo el chaval ejerció la profesión más vieja del mundo, y es que la droga es cara.
11. Amy y el impetigo: El uso y abuso de ciertas sustancias le han pasado factura en forma de afecciones dermatológicas, en este caso el “impetigo”. Menos mal que el higado y el tabique nasal no los lleva a la vista.
12. Amy oxigenada: En este caso no sabemos si fueron las sustancias de las que ella suele dar cuenta o el efecto de la exposición prolongada a la laca de su estilista; pero una par de hostias ya le hubiera dado yo al que le recomendó teñirse de rubia.
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