¿Qué clase de mundo es este en el que anuncian cosas que no todo el mundo puede comprar?
– Fry (Futurama) -
jueves, 30 de abril de 2009
miércoles, 29 de abril de 2009
Thomas Canet... 01
Leonor Watling
Alaska
Antonio Gasset
Antonio Vega
Ana Curra
Alberto García-Alíx
- http://www.thomascanet.com/ -
martes, 28 de abril de 2009
Hazte con un auténtico kit...
Hazte con un auténtico kit mata-vampiros por tan solo 12.000 euros
¡Toda una ganga oiga! ¿Qué son 14.850 dólares (12.000 euros al cambio) cuando puedes hacerte con un set completo con todos los artefactos necesarios para exterminar vampiros datado en torno al año 1800? No se trata de ninguna maniobra de marketing para acompañar el estreno de Crepúsculo si no de uno de los artículos que se subastarán esta semana junto a otras antigüedades en Stevens Auction.
El baúl de nogal es una joya ya de por si con una cruz tallada en su parte superior pero es en el contenido donde está la gracia: estacas, espejos, una pistola con balas de plata, cruces, una Biblia, agua bendita, velas e incluso unos cuantos ajos entre otros. El sueño de todo Van Helsing que se precie, vamos.
No se lo que opináis pero a mi me parece que esto eleva el coleccionismo de “merchandising” a un nuevo nivel. Lástima de ser pobre.
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lunes, 27 de abril de 2009
domingo, 26 de abril de 2009
Generación O...
Obama ganó con la ayuda de la Generación O
Por DAMIEN CAVE
Es probable que los votantes jóvenes que llevaron al senador Barack Obama a la victoria en la elección presidencial de Estados Unidos sean conocidos para siempre como la Generación O. Fueron la fuerza que motorizó el amplio alcance de la campaña, abriendo cientos de oficinas de Obama en zonas alejadas, empadronando votantes y convenciendo a parientes viejos de apostar al hombre cuyo segundo nombre es Hussein.
Este año fueron a votar más personas de 18 a 29 años de edad que en todas las elecciones desde 1972 –entre 21,6 millones y 23,9 millones, comparado con los alrededor de 19,4 millones de 2004, según cálculos preliminares del Centro para la Información y la Investigación de la Instrucción y el Compromiso Cívico. El 66% votó por Obama, según las encuestas en boca de urna de Edison/Mitofsky.
Muchos vieron en Obama los valores que los sociólogos y los críticos culturales les atribuyen a ellos mismos.
Están convencidos de que el gobierno, con él, valoraría la divulgación y la transparencia. Que la nueva moda sería el trabajo en equipo sumado a la meritocracia.
Ante la realidad de tener que enfrentar dos guerras y una crisis financiera, esta generación tal vez descubra pronto los límites de su enfoque a favor del consenso y de la fe inquebrantable en las redes y la comunicación. Por otra parte, con la modalidad que implementó de movilizar a sus seguidores jóvenes por Internet, es posible que Obama esté alejando a la gente de más edad.
A lo largo de toda su campaña, Obama creó una imagen de apertura con sus seguidores a través de una corriente permanente de mensajes de correo electrónico y textos en Facebook. Sus seguidores saben, por supuesto, que los mensajes de texto de “Barack” son obra de un colaborador de campaña.
“Es como si te hicieras amigo de él informalmente”, dijo Reid Johnson, de 31 años, voluntario en la oficina de Obama en Wilson, Carolina del Norte. “Creo que todos se apropian de eso porque tienen la sensación de que lo conocen”.
Solamente un presidente electo birracial, amante del hip hop y jugador de básquet enviaría a sus seguidores un mensaje de correo electrónico la noche de la elección diciendo: “Estoy a punto de salir rumbo a Grant Park para hablar con toda la gente allí reunida, pero antes quería escribirte”.
Lo firmó simplemente “Barack”. Después de todo, eran amigos. Él y sus mayores fans, la generación de jóvenes adultos que lo votaron en cantidades récord, habían bregado a la par durante 21 meses de campaña.
Y en su momento de triunfo, Obama compartió el brillo del éxito. “Todo esto pasó gracias a ti”, decía el mensaje de correo electrónico. “Juntos, acabamos de hacer historia”.
Ese simple “juntos” en millones de bandejas de entrada, marcó de algún modo el comienzo de la era post-baby boom. Las interminables batallas “nosotros contra ellos” de los sesenta, desatadas por Vietnam, el aborto, la raza y el género, al menos por un momento la noche de la elección, quedaron tan fuera de foco como un teléfono con disco.
Y sin embargo, el éxito arrollador de Obama también podría engendrar problemas. “El riesgo es que votan por primera vez y además está la cuestión de la victoria que parecía imposible –‘Vaya, qué fácil es”, dijo Kurt Andersen, escritor y ex editor de New York Magazine.
También existe un “riesgo de que esta generación fusione nuestros iPhones con el avance importante de las políticas que permiten los iPhones y las laptops”. Inevitablemente, dijo, “crecer tiene que ver con la decepción y las cosas que no salen bien –o sea que es un siguiente paso natural”.
El dolor de las expectativas frustradas, si llegara a presentarse, podría verse aliviado por el consumo de medios informativos que ha vuelto a esta generación fantásticamente informada y escéptica.
O podría verse agravado por la psicología de cómo llegó a la mayoría de edad.
Para Ronald Alsop, autor de The Trophy Kids Grow Up: How the Millennial Generation Is Shaking Up the Workplace, como los jóvenes estadounidenses actuales están entrenados para confiar en equipos y sistemas –les encantan las listas de control– muchas veces pasan apuros cuando las cosas no salen de acuerdo con lo planeado.
También les han dicho toda su vida que están destinados a la grandeza. Han visto cómo jóvenes de 25 años se hacían millonarios de la noche a la mañana con empresas como Google, y después de ayudar a Obama a ganar, la pregunta es si van a conformarse con menos que un papel central.
“Están acostumbrados a recibir montones de premios y mimos de los padres, instructores y profesores”, dijo Alsop. “Si los ponen en algún puesto menor, en un entorno político o empresarial, no van a estar contentos”. En la página de Obama en Facebook, ya hay seguidores como Viki, que escribieron, “Por favor, que el diálogo siga”.
Casi al instante, el presidente electo Obama introdujo un nuevo sitio en Internet, Change.gov, el 6 de noviembre. “Compartí tus historias y tus ideas”, dice, “y sé parte del inicio de un cambio positivo duradero en este país”. El sitio es en muchos sentidos una prolongación de la campaña de Obama: informal, sereno, interactivo. Pero si éstos son los rasgos de los jóvenes, ¿podría despegarse de los estadounidenses de más edad?
Es muy probable que muchos baby boomers no se sientan cómodos. Peter Wolson, ex director del Instituto y Sociedad de Estudios Psicoanalíticos de Los Angeles, comentó que la década de 1960 ayudó a los baby boomers a desarrollar una profunda sospecha de “lo otro”. Su mundo estaba bifurcado: proguerra versus antiguerra; comunista versus capitalista.
- http://www.eluniverso.com -
viernes, 24 de abril de 2009
jueves, 23 de abril de 2009
El archivo de Life en Google
El archivo de Life en Google
El archivo fotográfico de Life, uno de los mayores del mundo, ya es accesible al gran público. Gracias al acuerdo entre Google y Life podemos ver el 97% de las más de 10 millones de fotografías que grandes fotógrafos de todos los tiempos hicieron para Life.
Entre las fotografías del archivo, encontramos grandes personajes históricos como: Roosevelt, Kennedy, Marie Curie, Pablo Picasso, Marilyn Monroe, etc. Lugares del mundo : el Taj Mahal, el Himalaya, Times Square, el río Yangtze. Acontecimientos mundiales: Juegos olímpicos, Guerra de Vietnam, Oscars de Hollywood, etc. Prácticamente cualquier hecho o personaje histórico, están en estos archivos.
Las fotografías están en resolución de pantalla, aproximadamente a 1280 píxeles de anchura, tamaño adecuado para hacernos un fondo de escritorio, existiendo la posibilidad de pedir una ampliación online en papel fotográfico.
El archivo está concebido como libre o gratuito, para un uso particular y para fines educativos, teniendo copyright para el resto de usos que se les quiera dar a las imágenes.
Es loable esta iniciativa, parecida a a la de fotografía de patrimonio universal de Flickr, de concepción más abierta y desinteresada, pero bueno, no está mal de todas maneras, poder acceder a tan ingente cantidad de fotografías interesantes, que son relato vivo de los últimos 100 años de la humanidad.
- xatakafoto -
Los superhéroes...
Los superhéroes del nuevo Andy Warhol
El expresionismo pop de Dave White es la nueva esperanza del arte británic
"Las pinté porque me gustaban, estaban ahí y eran bonitas. Supongo que lo mismo les ocurrió a Andy Warhol y a Lichtenstein. Se enamoraron de objetos cotidianos y los dibujaron". La comparación no es superflua. Dave White plasma en sus cuadros coches, latas de coca-cola y superhéroes. Como a los dioses del pop art, a White le gusta la cultura del entretenimiento.
Sin embargo, la técnica de este británico no es demasiado pop. "Soy un pintor clásico. Estudié pintura en la Universidad John Moores de Liverpool durante 10 años. Y descubrí que lo mío era el óleo. Mi impronta es su textura. Soy muy rápido con el pincel. Algunas partes de mis lienzos tienen hasta ocho centímetros de grosor".
El título de la última serie de White -expuesta recientemente en la Galería Opus de Newcastle- habla por sí mismo: Superheroes and villians (Superhéroes y villanos). Son recreaciones gigantescas de protagonistas de DC Comics o de Marvel Comics, Wonder Woman, Superman, Spiderman o Hulk. "Trasladar un cómic a un óleo va en contra de su esencia. No me malinterpretes, adoro los tebeos, pero son planos y carecen de textura. Los he reinterpretado porque quería investigar las emociones de los héroes y los malos... su psicología". Joker, uno de sus lienzos, homenajea al actor que dio vida al malvado enemigo de Batman en The dark knight (El caballero oscuro). "Cuando vi la película me quedé fascinado con la interpretación de Heath Ledger, rayaba la locura. Supe que tenía que dibujar su mirada de loco... Me encerré durante tres días en mi estudio".
White, de 37 años, habla del tebeo como si se tratara de un mito fundacional. Y apunta un dato biográfico para explicar su obsesión: "Mi padre solía leerme los diálogos cuando era un crío y yo miraba las viñetas". Hasta se enamoró de un personaje. "Dentro de la serie, mi favorito es el retrato de Wonder Woman que he pintado con cara de enamorada... Me enamoré de ella cuando era adolescente".
Los superhéroes no son su único vicio. Su carrera despegó a causa de unas zapatillas de deporte. "Hice cuadros enormes en 2002 con deportivas clásicas de los ochenta
[la serie se llamó Sneakers]. Me gusta mucho el baloncesto y me parece que las zapas son emblemas de tribus urbanas". Al parecer, a los críticos, galeristas y a las empresas también les chiflaron. "Se vendieron muy bien. Y me salieron muchos trabajos. Con Nike he viajado a Nueva York, Pekín, Barcelona o Shanghai... Me contratan para hacer performances, para pintar zapatillas delante de miles de personas". Sus cuadros expresionistas de deportivas también le han abierto las puertas de la industria musical. "Damon Dash, [capo del sello de rap] de Rocafella Records, estaba de paso en Londres. Entró una galería donde colgaban 10 obras de la serie Sneakers. Los compró casi todos...". Esos trabajos se venden como fundas para el iPod.
Los sonidos son la base de Bang Bang, 10 óleos con tanques, pistolas y muchas peleas. "He utilizado cómics sobre la guerra de la década de los cincuenta. Los cuadros se basan en interjecciones, en explosiones y ruidos. Los colores de los originales eran muy agresivos. Los he conservado y he reproducido sus bocadillos".
Cumple a rajatabla los clichés del artista pop: White admite que no puede pintar sin música. "Escucho hip-hop, rock y drum & bass. En el estudio, pincho canciones vibrantes, energéticas... Temas que me obliguen a pintar más deprisa". Aunque no sólo escucha música, también la toca. "He sido scratch dj, y tuve un grupo durante tres años. Nos llamábamos Surreal Madrid. Editamos un disco que funcionó muy bien. Pero luego, un miembro tuvo un hijo, otro se casó... Nos fuimos. Pero antes tocamos en los mejores festivales del mundo: en Reading, Glastonbury. ¿Pero, sabes? El mejor fue Benicássim".
Grandes preguntas
- ¿Quién es? Dave White es un pintor nacido hace 37 años en Liverpool. Sus obras se han exhibido junto a cuadros de Picasso o David Hockney en Sotheby's. Los críticos lo llaman el nuevo Andy Warhol y alaban el expresionismo de su pintura.
- ¿De dónde viene? De Andy Warhol y Roy Lichtenstein. Los trabajos al óleo de White plasman coches, zapatillas de deporte y personajes de cómics. Ha dibujado la nueva lata de Cherry Coke de Coca-Cola, un diseño del rapero Jay Z.
- ¿Adónde va? Sigue colaborando con Nike y pronto empezará a trabajar para JB Classics. Sus obras se expondrán del 14 al 17 de noviembre en la galería Kunst de Zúrich y luego viajarán a Francfort y a Pekín. www.davewhite.me.uk
- El País -
martes, 21 de abril de 2009
Realidad...
Me llamo Octave y llevo ropa APC. Soy publicista: eso es, contamino el universo. Soy el tío que os vende mierda. Que os hace soñar con esas cosas que nunca tendréis. Cielo eternamente azul, tías que nunca son feas, una felicidad perfecta, retocada con el Photoshop. Imágenes relaminadas, músicas pegadizas. Cuando, a fuerza de ahorrar, logréis comprar el coche de vuestros sueños, el que lancé en mi última campaña, yo ya habré conseguido que esté pasado de moda. Os llevo 3 tres temporadas de ventaja, y siempre me las apaño para que os sintáis frustrados. El Glamour es el país al que nunca se consigue llegar. Os drogo con novedad, y la ventaja de lo nuevo es que nunca lo es durante mucho tiempo. Siempre hay una nueva novedad para lograr que la anterior envejezca. Hacer que se os caiga la baba, ése es mi sacerdocio. En mi profesión, nadie desea vuestra felicidad, porque la gente feliz no consume.
– Frédéric Beigbeder: 13,99 euros -
– Frédéric Beigbeder: 13,99 euros -
lunes, 20 de abril de 2009
domingo, 19 de abril de 2009
6 cosas...
6 cosas sobre las que no quiero leer en una buena temporada
1- Templarios. Queridos amigos de lo sobrenatural y lo oculto: ¿Se os ha ocurrido alguna vez interesaros por lo que cuentan, no ya los historiadores serios, sino el propio medievo sobre esta gente? ¿Lo que aparece en obras de coetáneos como Bocaccio o gente que nació cuatro generaciones después, como Rabelais? Porque no veríais expresiones como ‘misterioso como un templario’, ‘iluminado como un templario’ o ‘proveniente de una dimensión paralela como un templario’. Lo que os encontraréis será ‘avaro como un templario’, ‘borracho como un templario’ y ‘más marica que un templario’.
No dejes que la Historia te estropee una buena novela histórica, vale; pero basta de usar templarios para vender cualquier chaladura. Los templarios de verdad fueron los mayores usureros de la Edad Media. Compraron títulos y papados, especularon con terreno conquistado a espada en Tierra Santa, gastaron como príncipes y, cuándo tuvieron en su cuenta de morosos a todas las monarquías de occidente y al Vaticano, se les hizo desaparecer. Nadie es más capo que el Papa. Concebidlos como una mezcla entre Lehman Brothers y Blackwater: si hubieran sabido que siglos después resucitarían en un ola de misticismo new-age, hubieran registrado sus derechos de autor
Una cosa curiosa de los templarios es que, si bien las órdenes monásticas eran un refugio notorio para la homosexualidad, ellos no hacían el menor esfuerzo en ocultarlo y según algunas versiones hasta lo alentaban. Encuentro insólito que no se hayan explotado aún las jugosas posibilidades de este hecho en un deseado Brokeback templar.
2- Conspiraciones gubernamentales. Este género se fue definitivamente a pique con la llegada de internet por un puro fenómeno de saturación. Hay una verdadera industria de voluntarios y agitadores que pasan horas ante el ordenador rastreando foros en los que garrapatear el 11s fue trabajo interno de cia y mossad en conveniencia con poderes facticos de wall street petroleras dar golpe de estado nuevo orden mundial Bin laden agente doble nos controlan con nuestros moviles, al final del cuál suelen añadir un expeditivo ¡¡DESPERTAD!! con lo que la semblanza de un predicador apocalíptico callejero es total.
¿Cómo puede competir Jason Bourne con esto? Pues hablando poco y resolviendo la intriga a mamporros, porque como empiece a describir operativos secretos y siniestros contubernios nadie le va a tomar por otra cosa que un forero tarado.
¿Sabéis lo peor de todo? Que las conspiraciones existen. Hay gente que financia asesinatos y guerras para hacer caer las bolsas. Hay gobiernos que se inventan amenazas para atesorar poder. Hay farmacéuticas e industrias alimentarias que matan a miles por negligencia. Todo eso es verdad, y la conspiparanoia no hace más que cubrirles las espaldas con una nube de humo. Deja las investigaciones a la gente seria en el terreno de la no-ficción, porque tu fantasía o tus obsesiones son parte del problema.
3- La Guerra Civil española. Esto es curioso porque creo que llevamos como un cuarto de siglo pidiendo que por favor no se hagan más novelas sobre la Guerra Civil (hay incluso antinovelas de la Guerra Civil) y a pesar de todo siguen saliendo y recibiendo premios. Si se venden, eso ya no lo sé. Pero lo cierto es que hay una especie de mito literario entorno a ello, como si un escritor español no pudiera considerarse como tal hasta que haya hecho su novela sobre la Guerra Civil. Como si nada mereciese una consideración superior.
Y de eso tratan, de contar ‘su’ guerra, porque de la Guerra Civil todo lo decible ya ha sido dicho: fue hambre, fue miseria, fue venganza, fueron millones de traiciones anónimas. Pero llega un escritor y dice: Yo puedo contar algo nuevo. Si su intención es inocente, resultará que esa novedad podría haber tratado de cualquier otro momento histórico y cualquier otro país. Si no es inocente, lo que está diciendo es voy a hacer mi revisión histórica política. Hace unos años existía un consenso general sobre que no había sido buena cosa que ganara el bando que instauró la dictadura moderna más longeva de Europa. Ahora la moda, al calor de la actualidad, es decir que el golpe estuvo mal pero que la República era peor así que en realidad el golpe no estuvo mal en absoluto.
Y así seguiremos, escribiendo y reescribiendo hasta que no quede nada de la Historia. Por eso, cuando Juan Manuel de Prada dice que va a hacer una novela sobre el espionaje en la Guerra Civil porque es un tema que no se ha tratado antes, me digo que es una buena idea; antes de realizar que hay tantas posibilidades de que su visión sea fresca y ponderada como las de que su protagonista no se erotice pensando en vello púbico perlado de rocío de jugo de vulva.
4- Elfos. Últimamente el momento en el que sé que tengo que dejar de leer una obra de fantasía es cuando aparece el elfo. Da igual como hayan ido las cosas hasta ahora: si las ramas del bosque se apartan para dar paso a un elfo de cabellera dorada, mirada profunda y gesto inescrutable, apaga y vámonos, porque el autor no se ha molestado en esforzarse un mínimo entre relecturas del Señor de los Anillos y sus partidas al World of Warcraft.
Los elfos tal y como los conocemos son un invento reciente, al igual que los templarios místicos y transdimensionales. Todo comenzó un domingo en el que J. R. R. Tolkien volvía de misa rumiando ¿Por qué tenemos que leer este libro greco-semita? ¿Es que los anglos no podemos crear algo igualmente elevado y puramente nórdico? Porque si Tolkien era racista o no, ni lo sé ni me meto. Seguramente no lo fuera: alguien que tiene tantos seguidores apasionados por fuerza tiene que ser perfecto. Pero lo cierto es que creía en la superioridad de las lenguas nórdicas sobre las demás y le molestaba la misa en latín. No me lo invento. Interesaos por sus diarios.
Así que Tolkien se enfrascó hasta el cuello en textos mitológicos, reescribió el Génesis como Silmarillion y concibió a los Elfos, la versión aria de las doce tribus de Israel. Desde entonces han pasado por tantos juegos de rol e infraliteratura fantástica que ya solo queda su cáscara. Son obvios, tópicos, predecibles. Y pensar que hubo un tiempo en que la gente hablaba de los elfos con un temblor de voz. Salían de noche, asustaban a las reses para que parieran monstruos, robaban a los niños de sus cunas y los cambiaban por un sosia. Ahora son figurantes de cartón piedra. Les debemos la dignidad.
5- El Apocalipsis. Sobre los años cincuenta nos entró el morbo de imaginar cómo se destruiría el mundo. Era obvio que lo haría una guerra nuclear pero, una vez que habíamos asumido que todos moriríamos en breve: ¿por qué limitarnos a eso? Y llegaron los extraterrestres, los virus, las plagas de zombis, de vampiros, los desastres climatológicos, la revolución de los robots, los meteoritos, la guerra bacteriológica, el gran apagón mundial, el monstruo gigante…
Admitámoslo: no hay nada tan divertido como ver el mundo yéndose al garete. Y no hay nada que case tan bien con nuestra autoflagelada psique moderna que aumentar nuestra paranoia. ¡Por favor, cuénteme las miles de maneras en las que el mundo está a punto de convertirse en un erial en el que los supervivientes, mutados y enfermos, peleen por devorar los restos de los caídos!
El problema no es la falta de ideas. Todavía se pueden ingeniar maneras de matar literariamente en masa (lo último: una plaga de ‘nanitas’). El problema es de fondo: asustarse por vicio y sin salirse de un esquema mil veces repetido. Es un poco como el cuento de Pedro y el Lobo. La literatura apocalíptica original se escribía creyendo verdaderamente que estábamos a un paso del final. Ahondaba en la personalidad de un hombre nuevo, el superviviente culpable. Pero nuestra generación no es nihilista, a lo sumo es paranoica. Que destruyan Nueva York es un lugar tan común que cuando ocurrió de verdad nos pareció poco realista.
6- El Holocausto contado por un niño. Decidme rápido y sin pensar: ¿Qué historia preferís, La lista de Schindler o La vida es bella? ¿Sois capaces de ver cómo un oficial nazi recorre los rangos de prisioneros encuadrados disparando en la cabeza a uno de cada dos, mientras esperan con la mirada clavada en el suelo? ¿O preferís un campo de concentración pintado de tonos pastel en los que los niños corretean imaginando trastadas y los soldados son malos de guiñol?
Me diréis que una cosa no quita la otra. Que la mirada edulcorada puede ser una introducción didáctica al Holocausto, ¿verdad? Pues no. Los libros contando la Guerra Mundial y la Solución Final a través de los ojos de un niño no son libros infantiles, se escriben para adultos, especialmente aquellos que sólo leen cinco o seis libros al año. Lo cual significa que van a dar por perfectamente buena su versión. Y tan deseosos estamos de maravillosas historias de niños y Holocausto que damos por bueno lo que sea. Una señora contó durante décadas que una manada de lobos la había adoptado para huir de los nazis. ¡Y coló!
Decimos que es bueno que se hable del Holocausto aunque sea en términos populares, porque es cierto que es el súmmum de horror que ha alcanzado la humanidad hasta la fecha. Al contrario que con la Guerra Civil, pequeña obsesión vernácula, sobre el Holocausto no se ha dicho aún lo suficiente. Ni se ha comenzado a entender. Pero no vale todo. Dulcificarlo es otra forma de revisión histórica, con falsos niños falsamente ingenuos que describen un falso genocidio.
Son un pretexto para que adultos hechos y derechos no tengan que leer a Primo Levi o Jorge Semprún o Imre Kertész, ni siquiera el Maus de Art Spiegelman que encima son viñetas. Sustituyen con su apelación a las vísceras (Si no te enterneces con esta historia eres un MONSTRUO – y probablemente un nazi) la mirada verídica y libre de concesiones del testigo, de la víctima. Hay un antes y un después del testimonio del Holocausto. ¿Cómo puede aceptar alguien que lo conozca que se desvirtúe a entretenimiento familiar?
Khun es un insensato… ¿No sabe Khun que la próxima vez le tocará a él? ¿No entiende Khun que lo que ha ocurrido hoy es una abominación que ninguna oración propiciatoria, ningún perdón, ninguna expiación de los culpables, nada en fin que esté en manos del hombre hacer, podrá jamás reparar? Si yo fuese Dios escupiría al suelo el rezo de Khun.
En Papel en Blanco
1- Templarios. Queridos amigos de lo sobrenatural y lo oculto: ¿Se os ha ocurrido alguna vez interesaros por lo que cuentan, no ya los historiadores serios, sino el propio medievo sobre esta gente? ¿Lo que aparece en obras de coetáneos como Bocaccio o gente que nació cuatro generaciones después, como Rabelais? Porque no veríais expresiones como ‘misterioso como un templario’, ‘iluminado como un templario’ o ‘proveniente de una dimensión paralela como un templario’. Lo que os encontraréis será ‘avaro como un templario’, ‘borracho como un templario’ y ‘más marica que un templario’.
No dejes que la Historia te estropee una buena novela histórica, vale; pero basta de usar templarios para vender cualquier chaladura. Los templarios de verdad fueron los mayores usureros de la Edad Media. Compraron títulos y papados, especularon con terreno conquistado a espada en Tierra Santa, gastaron como príncipes y, cuándo tuvieron en su cuenta de morosos a todas las monarquías de occidente y al Vaticano, se les hizo desaparecer. Nadie es más capo que el Papa. Concebidlos como una mezcla entre Lehman Brothers y Blackwater: si hubieran sabido que siglos después resucitarían en un ola de misticismo new-age, hubieran registrado sus derechos de autor
Una cosa curiosa de los templarios es que, si bien las órdenes monásticas eran un refugio notorio para la homosexualidad, ellos no hacían el menor esfuerzo en ocultarlo y según algunas versiones hasta lo alentaban. Encuentro insólito que no se hayan explotado aún las jugosas posibilidades de este hecho en un deseado Brokeback templar.
2- Conspiraciones gubernamentales. Este género se fue definitivamente a pique con la llegada de internet por un puro fenómeno de saturación. Hay una verdadera industria de voluntarios y agitadores que pasan horas ante el ordenador rastreando foros en los que garrapatear el 11s fue trabajo interno de cia y mossad en conveniencia con poderes facticos de wall street petroleras dar golpe de estado nuevo orden mundial Bin laden agente doble nos controlan con nuestros moviles, al final del cuál suelen añadir un expeditivo ¡¡DESPERTAD!! con lo que la semblanza de un predicador apocalíptico callejero es total.
¿Cómo puede competir Jason Bourne con esto? Pues hablando poco y resolviendo la intriga a mamporros, porque como empiece a describir operativos secretos y siniestros contubernios nadie le va a tomar por otra cosa que un forero tarado.
¿Sabéis lo peor de todo? Que las conspiraciones existen. Hay gente que financia asesinatos y guerras para hacer caer las bolsas. Hay gobiernos que se inventan amenazas para atesorar poder. Hay farmacéuticas e industrias alimentarias que matan a miles por negligencia. Todo eso es verdad, y la conspiparanoia no hace más que cubrirles las espaldas con una nube de humo. Deja las investigaciones a la gente seria en el terreno de la no-ficción, porque tu fantasía o tus obsesiones son parte del problema.
3- La Guerra Civil española. Esto es curioso porque creo que llevamos como un cuarto de siglo pidiendo que por favor no se hagan más novelas sobre la Guerra Civil (hay incluso antinovelas de la Guerra Civil) y a pesar de todo siguen saliendo y recibiendo premios. Si se venden, eso ya no lo sé. Pero lo cierto es que hay una especie de mito literario entorno a ello, como si un escritor español no pudiera considerarse como tal hasta que haya hecho su novela sobre la Guerra Civil. Como si nada mereciese una consideración superior.
Y de eso tratan, de contar ‘su’ guerra, porque de la Guerra Civil todo lo decible ya ha sido dicho: fue hambre, fue miseria, fue venganza, fueron millones de traiciones anónimas. Pero llega un escritor y dice: Yo puedo contar algo nuevo. Si su intención es inocente, resultará que esa novedad podría haber tratado de cualquier otro momento histórico y cualquier otro país. Si no es inocente, lo que está diciendo es voy a hacer mi revisión histórica política. Hace unos años existía un consenso general sobre que no había sido buena cosa que ganara el bando que instauró la dictadura moderna más longeva de Europa. Ahora la moda, al calor de la actualidad, es decir que el golpe estuvo mal pero que la República era peor así que en realidad el golpe no estuvo mal en absoluto.
Y así seguiremos, escribiendo y reescribiendo hasta que no quede nada de la Historia. Por eso, cuando Juan Manuel de Prada dice que va a hacer una novela sobre el espionaje en la Guerra Civil porque es un tema que no se ha tratado antes, me digo que es una buena idea; antes de realizar que hay tantas posibilidades de que su visión sea fresca y ponderada como las de que su protagonista no se erotice pensando en vello púbico perlado de rocío de jugo de vulva.
4- Elfos. Últimamente el momento en el que sé que tengo que dejar de leer una obra de fantasía es cuando aparece el elfo. Da igual como hayan ido las cosas hasta ahora: si las ramas del bosque se apartan para dar paso a un elfo de cabellera dorada, mirada profunda y gesto inescrutable, apaga y vámonos, porque el autor no se ha molestado en esforzarse un mínimo entre relecturas del Señor de los Anillos y sus partidas al World of Warcraft.
Los elfos tal y como los conocemos son un invento reciente, al igual que los templarios místicos y transdimensionales. Todo comenzó un domingo en el que J. R. R. Tolkien volvía de misa rumiando ¿Por qué tenemos que leer este libro greco-semita? ¿Es que los anglos no podemos crear algo igualmente elevado y puramente nórdico? Porque si Tolkien era racista o no, ni lo sé ni me meto. Seguramente no lo fuera: alguien que tiene tantos seguidores apasionados por fuerza tiene que ser perfecto. Pero lo cierto es que creía en la superioridad de las lenguas nórdicas sobre las demás y le molestaba la misa en latín. No me lo invento. Interesaos por sus diarios.
Así que Tolkien se enfrascó hasta el cuello en textos mitológicos, reescribió el Génesis como Silmarillion y concibió a los Elfos, la versión aria de las doce tribus de Israel. Desde entonces han pasado por tantos juegos de rol e infraliteratura fantástica que ya solo queda su cáscara. Son obvios, tópicos, predecibles. Y pensar que hubo un tiempo en que la gente hablaba de los elfos con un temblor de voz. Salían de noche, asustaban a las reses para que parieran monstruos, robaban a los niños de sus cunas y los cambiaban por un sosia. Ahora son figurantes de cartón piedra. Les debemos la dignidad.
5- El Apocalipsis. Sobre los años cincuenta nos entró el morbo de imaginar cómo se destruiría el mundo. Era obvio que lo haría una guerra nuclear pero, una vez que habíamos asumido que todos moriríamos en breve: ¿por qué limitarnos a eso? Y llegaron los extraterrestres, los virus, las plagas de zombis, de vampiros, los desastres climatológicos, la revolución de los robots, los meteoritos, la guerra bacteriológica, el gran apagón mundial, el monstruo gigante…
Admitámoslo: no hay nada tan divertido como ver el mundo yéndose al garete. Y no hay nada que case tan bien con nuestra autoflagelada psique moderna que aumentar nuestra paranoia. ¡Por favor, cuénteme las miles de maneras en las que el mundo está a punto de convertirse en un erial en el que los supervivientes, mutados y enfermos, peleen por devorar los restos de los caídos!
El problema no es la falta de ideas. Todavía se pueden ingeniar maneras de matar literariamente en masa (lo último: una plaga de ‘nanitas’). El problema es de fondo: asustarse por vicio y sin salirse de un esquema mil veces repetido. Es un poco como el cuento de Pedro y el Lobo. La literatura apocalíptica original se escribía creyendo verdaderamente que estábamos a un paso del final. Ahondaba en la personalidad de un hombre nuevo, el superviviente culpable. Pero nuestra generación no es nihilista, a lo sumo es paranoica. Que destruyan Nueva York es un lugar tan común que cuando ocurrió de verdad nos pareció poco realista.
6- El Holocausto contado por un niño. Decidme rápido y sin pensar: ¿Qué historia preferís, La lista de Schindler o La vida es bella? ¿Sois capaces de ver cómo un oficial nazi recorre los rangos de prisioneros encuadrados disparando en la cabeza a uno de cada dos, mientras esperan con la mirada clavada en el suelo? ¿O preferís un campo de concentración pintado de tonos pastel en los que los niños corretean imaginando trastadas y los soldados son malos de guiñol?
Me diréis que una cosa no quita la otra. Que la mirada edulcorada puede ser una introducción didáctica al Holocausto, ¿verdad? Pues no. Los libros contando la Guerra Mundial y la Solución Final a través de los ojos de un niño no son libros infantiles, se escriben para adultos, especialmente aquellos que sólo leen cinco o seis libros al año. Lo cual significa que van a dar por perfectamente buena su versión. Y tan deseosos estamos de maravillosas historias de niños y Holocausto que damos por bueno lo que sea. Una señora contó durante décadas que una manada de lobos la había adoptado para huir de los nazis. ¡Y coló!
Decimos que es bueno que se hable del Holocausto aunque sea en términos populares, porque es cierto que es el súmmum de horror que ha alcanzado la humanidad hasta la fecha. Al contrario que con la Guerra Civil, pequeña obsesión vernácula, sobre el Holocausto no se ha dicho aún lo suficiente. Ni se ha comenzado a entender. Pero no vale todo. Dulcificarlo es otra forma de revisión histórica, con falsos niños falsamente ingenuos que describen un falso genocidio.
Son un pretexto para que adultos hechos y derechos no tengan que leer a Primo Levi o Jorge Semprún o Imre Kertész, ni siquiera el Maus de Art Spiegelman que encima son viñetas. Sustituyen con su apelación a las vísceras (Si no te enterneces con esta historia eres un MONSTRUO – y probablemente un nazi) la mirada verídica y libre de concesiones del testigo, de la víctima. Hay un antes y un después del testimonio del Holocausto. ¿Cómo puede aceptar alguien que lo conozca que se desvirtúe a entretenimiento familiar?
Khun es un insensato… ¿No sabe Khun que la próxima vez le tocará a él? ¿No entiende Khun que lo que ha ocurrido hoy es una abominación que ninguna oración propiciatoria, ningún perdón, ninguna expiación de los culpables, nada en fin que esté en manos del hombre hacer, podrá jamás reparar? Si yo fuese Dios escupiría al suelo el rezo de Khun.
En Papel en Blanco
sábado, 18 de abril de 2009
viernes, 17 de abril de 2009
jueves, 16 de abril de 2009
Esquivar los peligros...
Esquivar los peligros nocturnos de los correos ebrios
Mail Goggles, el nuevo servicio del correo electrónico de Google, Gmail, trata de acabar con algo que pocos sabían que existía: los correos electrónicos nocturnos en estado de embriaguez.
El programa experimental pide a cualquier usuario que active el servicio que resuelva cinco sencillos problemas matemáticos antes de enviar correos electrónicos entre las diez de la noche y las cuatro de la mañana durante los fines de semana.
Por lo visto, esa franja horaria se corresponde con el lapso de tiempo que transcurre entre la copa número uno y la copa número cuatro, cuando enviar un correo electrónico a una ex pareja o a un compañero de trabajo puede resultar especialmente arriesgado.
Durante años, los jueces han obligado a los conductores que han infringido la ley de alcoholemia a instalar sistemas de análisis del aliento informatizados conectados al sistema de arranque de sus coches para evitar que pongan en marcha sus vehículos cuando están bajo los efectos del alcohol.
Pero en una era en la que gran parte de nuestra rutina de comunicación se lleva a cabo a través de nuestros dedos, ¿nos estamos volviendo tan dependientes de nuestros teclados que realmente necesitamos recurrir al equivalente tecnológico del seguro en las armas de fuego?
Tras varias entrevistas realizadas a personas que confiesan beber y teclear al mismo tiempo -en ocasiones con consecuencias lamentables- parece que la respuesta es sí.
Kate Allen Stukenberg, directora de una revista en Houston, dice que "lo peor de Mail Goggles es que sólo se pueda utilizar con Gmail" porque mucha gente necesita protección en el móvil, dada la extendida práctica de enviar mensajes de texto en estado de embriaguez.
De hecho, el propio servicio Mail Goggles surgió a raíz de la vergüenza. Un ingeniero de Gmail llamado Jon Perlow diseñó el programa después de haber enviado su buena parte de misivas nocturnas lamentables, incluyendo una súplica para retomar una relación con una antigua novia, según cuenta en el blog de Gmail de la empresa.
"Por desgracia, todos hemos pasado por eso", comenta Jeremy Bailenson, director del Laboratorio de Interacción Humana y Virtual de la Universidad de Stanford.
Las denominadas marcaciones ebrias pueden remontarse a la aparición del propio teléfono, pero hoy en día, comenta, el borde del abismo está mucho más cercano en una era en la que la gente lleva a todas partes, incluyendo bares y fiestas, asistentes personales digitales que contienen cientos de números de contacto, lo que incluye a clientes, rivales laborales y jefes.
Y los mensajes de correo electrónico pueden ser especialmente potentes porque constituyen lo que los científicos sociales denominan comunicación "asincrónica". La gente puede responder a mensajes relacionados con su trabajo horas después de haber salido de la oficina; un hecho arriesgado si deciden abrir su correo después de llegar a casa dando tumbos desde el bar.
"Si has perdido completamente las habilidades motoras, probablemente Mail Goggles no sea necesario", comenta en un mensaje de correo electrónico Ryan Doge, un asiduo a los blogs de citas que vive en Brooklyn. "Pero hay un punto peligroso de intoxicación en el que estás lo suficientemente lúcido para manejar el teclado, pero lo suficientemente borracho para creer que declararle tu amor vía Facebook a esa chica de tu clase de primero de Bachillerato es la mejor idea del mundo".
- El País -
Tened muy claro...
"Tened muy claro lo que queréis contar y cómo lo queréis contar"
- Kaiji Kawaguchi -
- Kaiji Kawaguchi -
martes, 14 de abril de 2009
lunes, 13 de abril de 2009
Te gusta la música indie...
¿Te gusta la música 'indie'?: tienes poca autoestima
Un estudio realizado a 36.000 voluntarios establece vínculos entre personalidad y gustos musicales
Los aficionados a la música clásica y el jazz son creativos; los amantes del pop trabajadores y, a pesar de los esterotipos, los fans del heavy metal tienen un carácter suave. Es lo que afirma el profesor Adrian North, de la Universidad Heriot-Watt de Escocia, que ha estado estudiando las relaciones entre personalidad y gustos musicales.
"La gente a menudo define su sentido de la identidad a través de su gusto musical, sus prendas de vestir, la elecciones determinados bares para salir o el empleo de ciertas palabras del argot", señala North. "No es raro pensar que la personalidad pueda estar vinculada a las preferencias musicales", añade.
En lo que supone, según North, la mayor investigación sobre gustos musicales y personalidad, los científicos preguntaron a más de 36.000 personas de todo el mundo para evaluar cuánto les gustaban 104 estilos de música diferentes
"Los investigadores han mostrado desde hace décadas que los aficionados al rock y al rap son rebeldes, y que los fans de la opera son prósperos y bien educados", señala North, quien añade que "ésta es la primera vez que un estudio muestra vínculos entre la personalidad y el gusto por un amplio abanico de estilos musicales".
Jazz, blues...
El estudio concluye que aquéllos que se decantan por el jazz y la música clásica son creativos y tienen una alta autoestima, aunque los primeros son extrovertidos y los segundos tímidos. Los aficionados al country tienden a trabajar duro y a la timidez, mientras que los fans del rap son extrovertidos y los amantes de la música independiente (indie) carecen de autoestima y son huraños. Aquéllos a los que les gusta el soul pueden animarse: el estudio afirma que son creativos, extrovertidos, dulces y contentos consigo mismos y que, además, tienen la autoestima alta.
Si alguna vez usted se ha preguntado por qué los conductores de coches deportivos caros suelen escuchar música a todo volumen, North puede ofrecer una explicación: Los que escuchan música machacona son más propensos a pertenecer a una horquilla de ingresos elevados, mientras que aquéllos que escuchan sonidos relajantes tienden a situarse en la parte baja de la escala de sueldos.
North sigue buscando voluntarios que quieran participar en su estudio. Más detalles en www.peopleintomusic.com
domingo, 12 de abril de 2009
Intentando abarcar la realidad...
La realidad es siempre más grande –mucho más grande– que todo lo que podamos conocer o que cualquier cosa que podamos decir sobre ella. Incluso cabe sospechar que existe más realidad de la que todo aquello que medimos revelará alguna vez.
– Michel Crichton, escritor (1942-2008) in memoriam -
– Michel Crichton, escritor (1942-2008) in memoriam -
sábado, 11 de abril de 2009
viernes, 10 de abril de 2009
Una legendaria venganza...
Una legendaria venganza contra la miseria
Carlos García Alix estrena El honor de las injurias, un documental que se adentra en el horror de la guerra y del fanatismo a través de la figura de Felipe Sandoval, pistolero anarquista que se quitó la vida en julio de 1936 en un centro de detención
Toda su vida fue un calculado ajuste de cuentas contra las injurias de su pasado. Una venganza contra la pobreza y el hambre. Contra la miseria de su infancia. Felipe Sandoval, dirigente de la temida checa anarquista durante la Guerra Civil, atracador y asesino, es el protagonista de un largo e interminable ajuste de cuentas que narra y dirige el pintor y escritor Carlos García Alix (León, 1957) en el documental El honor de las injurias, que se estrenó ayer en Madrid, tras su paso por diferentes festivales. A lo largo de hora y media y con miles de documentos, fotografías e imágenes de la época -más de un 80% del filme está realizado con material de archivo- y con cuatro únicas fotos del rostro de Sandoval, García Alix se adentra en el horror de la guerra, del fanatismo y del crimen a través de este hombre alto, de manos grandes, cortés y reservado, que se convirtió en toda una leyenda al más puro estilo gansteril.
El honor de las injurias nace de una curiosidad que se convirtió poco a poco en obsesión. La primera noticia que conoció García Alix de Sandoval fue la de su muerte. La leyó de un tirón una noche de 1998 en un libro que le prestaron de Eduardo Guzmán, Nosotros los asesinos. "Le han pegado sin compasión y tiene más cara de muerto que de vivo. Arroja varias bocanadas de sangre que un policía le obliga a limpiar del suelo aunque cada movimiento le arranca dolorosos quejidos", escribe Guzmán sobre su compañero de cautiverio Felipe Sandoval. Corría el mes de junio de 1939 y el anarquista había llegado al número 36 de la calle de Almagro, de Madrid, pocos días después de la derrota de los republicanos, dentro de la conocida como Expedición de los 101: los más buscados, los más odiados, dirigentes políticos y sindicales, diputados, gobernadores, alcaldes, periodistas. Todos habían sido capturados en Alicante, adonde huyeron en busca de un barco que les llevara al exilio y en el que nunca embarcaron. En el centro de detención, la policía le obliga a realizar una confesión que escribe y firma. Tenía 53 años y era ya un hombre envejecido y enfermo de tuberculosis. Acuciado por sus compañeros, que le acusaron de traidor, Sandoval se quita la vida. Nadie reclamó su cadáver. El 6 de julio de 1939 fue enterrado en una tumba de tercera del cementerio del Este en Madrid.
Han pasado ya diez años y García Alix no puede olvidar la impresión que le produjo la escena descrita por Guzmán de "aquella figura destruida por las torturas y palizas" y su convencimiento de algún secreto inconfesable en el pasado de aquel hombre. Cuando decide emprender la busca y captura de Felipe Sandoval, García Alix no lo hace con el objetivo de hacer ninguna película, ni siquiera de escribir un libro. Fue en la primavera de 2005, siete años después de sus primeras indagaciones, cuando surge la posibilidad de realizar un largometraje documental, producido por Guillermo Salafranca para No hay penas, una sociedad de nueva creación que nace con el objetivo de producir todo tipo de proyectos audiovisuales.
Felipe Sandoval fue uno de tantos hijos de la miseria. De padre desconocido, nace en el barrio de las Injurias de Madrid el 26 de mayo de 1886, sólo nueve días después del que luego llegaría a reinar bajo el nombre de Alfonso XIII. Albañil de profesión, ayuda de cámara en una adinerada familia de París, su vida va unida al sueño anarquista de la revolución social. Atracador primero y valeroso hombre de acción después, durante la Guerra Civil se convierte en un asesino despiadado. Se le consideró el enemigo público número uno, se le conoció como el doctor Muñiz y su nombre está detrás de famosos robos como el de una oficina del Banco de Vizcaya, en la que al más puro estilo gansteril y en apenas diez minutos roban 40.000 pesetas. Responsable de una temida checa anarquista, fue el organizador del asalto y la quema de la cárcel Modelo de Madrid, el 22 de agosto de 1936, que terminó con la matanza de conocidos políticos de derechas y provocó un auténtico shock en la República.
Ha sido una laboriosa búsqueda de documentos en los más importantes archivos y hemerotecas nacionales e internacionales (Histórico Nacional, Justicia Militar, el Nacional francés, el IESS de Ámsterdam) para armar esta historia que obtuvo el segundo premio en la sección de Tiempo de Historia de la Seminci del año pasado y el del público en el Festival de Annecy, en Francia.
Su estreno en las salas -ninguna distribuidora ha comprado la película y ha tenido que ser la propia productora la que se ha puesto en contacto directamente con los exhibidores- coincide con la polémica sobre la memoria histórica y la causa abierta por el juez Baltasar Garzón para investigar los crímenes del franquismo. "La película está ya en ese debate, se implica porque los horrores de exterminar al enemigo no pertenecieron solamente a la derecha. Es la parte más incómoda, pero revela y reivindica la dignidad de las víctimas", explica su director, que enfatiza la ayuda inestimable que encontró en los archivos y organizaciones anarquistas -como el Fondo Anselmo Lorenzo-, absolutamente necesarios para la realización del proyecto. "Desde el primer momento les hablé del personaje sobre el que giraba el documental y no me pusieron ningún problema, encontré en ellos una colaboración muy grande. Una vez vista la película, ha habido reacciones diversas, algunos hablan de una conspiración, ya que se les hace difícil la visión del personaje sin hacer hincapié en los puntos más positivos del anarquismo, les resulta incómodo enfrentarse a esta parte tan violenta y terrorífica, pero es verdad que muchos centros de estudios anarquistas lo están proyectando y hasta la FAI la ha metido en YouTube, con su propio logotipo. Ésa es la mejor manera de hacerla suya", explica García Alix.
El honor de las injurias se presentará a las candidaturas al mejor documental de los Premios Goya, cuya gala se celebrará en enero de 2009. "La película ha circulado por festivales, universidades y distintos centros, no ha estado guardada en un cajón, pero los Goya serán nuestro último cartucho para que la película llegue al público", asegura su director sobre un proyecto que ha resultado complicado y caro, y que sólo ha salido a la luz por "pura militancia".
El honor de las injurias (2007). Director: Carlos García Alix. Se estrenó ayer en el Pequeño Cine Estudio Magallanes (Madrid).
- El País -
jueves, 9 de abril de 2009
¡Sonrie!
Nunca sonrío si puedo evitarlo. Mostrar los dientes es señal de sumisión entre los primates. Así que cuando alguien me sonríe, todo lo que veo es a un chimpancé suplicando por su vida.
– Dwight Schrute
– Dwight Schrute
Kurt Cobain sobrevive...
Kurt Cobain sobrevive como mito del 'grunge' 15 años después de su muerte
El líder de Nirvana se quitó la vida entre el 4 y el 8 de abril de 1994
Quince años después de quitarse la vida, el líder de Nirvana, Kurt Cobain, sobrevive como un rentable mito musical icono del grunge, rock alternativo que marcó a los jóvenes de los 90 y que ahora rememora un nuevo libro. Genio atormentado y suicida, drogadicto depresivo e inconformista, apasionado de la música y su familia, Cobain fue víctima de su propio éxito, infeliz en lo alto de su carrera se pegó un tiro tras inyectarse una sobredosis de heroína entre el 4 y el 8 de abril de 1994, si bien oficialmente se le recuerda el día 5.
"Hace años que no me emociono con nada; me siento culpable desde hace mucho tiempo", indicó el artista en una nota póstuma. Su trágico final a los 27 años le consagró como leyenda después de una corta pero intensa carrera discográfica al frente del grupo Nirvana, que irrumpió en el panorama internacional con su segundo álbum, Nevermind (1991).
El grupo originario de Seattle, en el estado de Washington (EEUU), encarnó la esencia del desencanto desgarrado del grunge, música que vino acompañada de un movimiento estético y en la que también se movieron formaciones como Pearl Jam, Alice in Chains o Soundgarden. El libro del periodista estadounidense Greg Prato, Grunge is Dead, que llega a las librerías de EEUU coincidiendo con el 15 aniversario de la muerte de Cobain, se encargó este año de rememorar este género musical que tiene sus raíces en los años 60.
La obra de Prato reconstruye la historia del grunge a través de 130 entrevistas realizadas a algunos de los protagonistas que pusieron voz y melodías a este rock alternativo. Un género que volverá a sonar en directo el 10 de abril en Seattle, fecha elegida por los seguidores de Nirvana para rendir nuevamente un homenaje a la figura de Cobain mediante un concierto que interpretará la banda de Chicago Nevermind, que versiona los temas del famoso grupo.
Nirvana debutó en 1989 con Bleach, después vendría su primer triunfo Nevermind (1991), que popularizaría la canción Smells Like Teen Spirit, en un himno para los adolescentes de la época. En marzo de 1993 llegó In Utero, título apropiado para un recién estrenado papá, como era Cobain, aunque éste quiso haberlo titulado Me odio y quiero morir. Un año después se realizó el conocido MTV Unplugged In New York y el grupo inició una gira por Europa, aunque tras 16 conciertos Cobain comenzó a sentirse mal y la canceló.
En picado
Al poco tiempo intentó suicidarse en un hotel de Roma ingiriendo 60 pastillas de un potente narcótico. El referente de Nirvana se recuperó milagrosamente, sólo para intentarlo de nuevo, esta vez con éxito, en su residencia de Seattle después de haber pasado un tiempo en una clínica de rehabilitación en California.
En su nota póstuma citó las presiones de la fama, su permanente dolor de estómago y la tristeza por no ser capaz de disfrutar más de la música, como motivos para quitarse la vida, una tendencia suicida que ya había manifestado desde los 15 años, según el autor de su biografía Heavier than Heaven (2001), Charles Gross.
Antes de su fallecimiento, Cobain llegó incluso a barajar abandonar Nirvana para colaborar musicalmente con el grupo Hole de su mujer Courtney Love, pasarse a un estilo más acústico emulando a Johnny Cash o abandonar su carrera para dedicarse a la pintura. A este arte dedicó parte de su vida, en ocasiones mezclando con los acrílicos su propia sangre, semen, cenizas de cigarrillos e incluso materia fecal para representar la muerte, la menstruación, la sexualidad, el cielo y el infierno o el embarazo de Love y el nacimiento de la hija de ambos, Francis.
Más allá de los gustos musicales, su talento ha demostrado ser rentable, incluso después de su fallecimiento. Cobain llegó a liderar en 2006 la lista de artistas desaparecidos con más ingresos anuales que realiza la revista Forbes, por delante incluso de Elvis Presley, aunque el rey del rock volvió a dominar esta clasificación en las siguientes ediciones.
- El País -
miércoles, 8 de abril de 2009
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