sábado, 7 de diciembre de 2013
¿Quién desea la muerte de la www?
¿Quién desea la muerte de la www?
La revista Wired, biblia de la era digital, proclama el declive de la web y el triunfo de los servicios fuera de los buscadores y de la venta de aplicaciones.
Fútbol, política e Internet. ¿Qué tienen en común estas disciplinas? La polémica que son capaces de generar. La publicación el mes pasado de un reportaje en Wired, biblia de los tecnólogos, ha calentado la blogosfera. Un incendiario titular de Chris Anderson, director de la publicación, ha convertido Internet en un campo de batalla. Teclear el entrecomillado The Web is dead, long live the Internet [la Red ha muerto, larga vida a Internet] en el buscador de Google genera 1,2 millones de resultados, y subiendo. Desentrañamos las claves de uno de los debates más acalorados de la era digital e intentamos ir un poquito más allá.
¿Las aplicaciones mataron la web? Según Anderson, sí. Pero tampoco hay que exagerar… La aparición del iPhone en 2007 supuso una manera alternativa de acceder a los contenidos: las aplicaciones. En un móvil ya no hay que teclear la dirección de Facebook, Twitter o Spotify en el navegador. Basta con pinchar en el icono de esos servicios para abrirlos, lo que resulta a todas luces mucho más práctico. Pero eso no significa que las páginas web no gocen de buena salud. La reputada bitácora Boing Boing ha demostrado que en la última década el tráfico en Internet generado por webs no ha dejado de crecer.
Capitalismo versus comunismo. Las aplicaciones del iPhone y del iPad son de pago y, según Anderson, el consumidor las prefiere —por seguras y rápidas— al caos de las páginas web. Hemos crecido y preferimos pagar por un buen servicio que nos ahorre tiempo. ¿Significa eso que estamos ante el fin de la libertad y la neutralidad de Internet? Bueno, algo de independencia sí se pierde: es el gigante Apple quien dicta qué aplicaciones se pueden instalar en un iPhone. Steve Jobs prohibió por ejemplo que el Flash de Adobe funcione en el iPhone, lo que ha dejado fuera a muchas aplicaciones.
El rey sigue siendo el internauta. Según Wired, el usuario se contenta —como en el mundo globalizado— con consumir lo que se le ofrece. Pero olvida que los gigantes 2.0 cambian cada dos por tres. ¿Y quién los sustituye? El internauta: Facebook reemplazó a MySpace; Google a Yahoo!, Gmail a Hotmail… Además, no todos los cibernautas optan por pagar: servicios gratuitos como Spotify (el iTunes gratuito) o Skype (videollamadas) demuestran el triunfo de la cultura del todo por la cara.
Contar la feria según nos va. De acuerdo con Tim O'Reilly y John Battelle, organizadores del Web 2.0 Summit, a Anderson no le faltan motivaciones para publicar este reportaje. Las páginas web no han funcionado como modelo económico para los medios tradicionales. No hay quien se forre vendiendo diarios online. Y la publicidad en la web no es la panacea. Sin embargo, con el iPhone y el iPad la cosa cambia. Los usuarios pagan por leer sus cabeceras preferidas en esos soportes. Que un soporte como Wired (perteneciente a Condé Nast, como Vogue, Vanity Fair o GQ) declare la muerte de la página web y augure la victoria de las aplicaciones es suficiente para azuzar los ánimos.
Si no fuera por el sensacionalismo…"Si quitamos el titular y el gráfico, muchos estaríamos de acuerdo —con matices— con lo que dice Chris Anderson. Pero tal y como plantea el tema, parece que lo que quiere es conseguir vender revistas en un mes [agosto] en el que cuesta colocarlas", asegura Julio Alonso, fundador de Weblogs SL, una potente comunidad de blogs de temática especializada. Y añade: "Hace 10 años ya publicaron una portada en la que mataban las páginas web. Esto es como la manía de los economistas con predecir la crisis. A base de decir vaticinarla, en algún momento aciertas".
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