sábado, 1 de marzo de 2014
Sobrevivir en la vida moderna...
Sobrevivir en la vida moderna
Hay otra banda sonora de la noche madrileña que es la que se oye en sus garitos, expresiones y vocablos que conforman la jerga callejera del momento
El origen de las palabras es un misterio. Y las de la jerga callejera, que después se convierten en expresiones de moda, mucho más. ¿Quién las inventa? "No existe una teoría específica", opina el traductor, profesor de redacción y lingüista autodidacto Xosé Castro, coruñés, de 42 años, residente en Madrid. "Pon a una persona en la televisión que repita a menudo una palabra, aunque esté mal utilizada, y ahí lo tienes". Ocurre lo mismo con expresiones aparentemente arcaicas como "Ay, bendito, Válgame Dios o Madre mía": por arte de magia rejuvenecen y se utilizan a todas horas. "El origen de las palabras es impredecible", añade el filólogo y crítico literario Miguel Iglesias, de 30 años. "Hay que diferenciar entre las palabras que inventan los creadores de tendencias, como geek [loco por la tecnología], que no acaban de llegar al público, y otras que la gente asume rápidamente como friki [que viene de freak, extraño]".
Pero ¿cómo se inventan? "Hay dos fórmulas", explica Castro, que presenta el programa Palabra por palabra en La 2 y colabora en Asuntos propios de RNE. "Creación: se inventan aunque nadie sabe quién lo hace, como los chistes. Y la otra es la derivación: mucha gente cree que palabras como chupa, porro o picarse son palabras modernas, pero ya salían en El Quijote". "El lenguaje es poder", continúa Castro. "La sociedad que tenga más palabras tiene más poder".
Pongamos la oreja pues en los garitos de moda, en las discotecas y repasemos lo poderoso que puede ser el Madrid moderno más allá de la música. Muchos de estos palabros son anglicismos, pero quién sabe si alguno acabará en un futuro en la RAE.
- 'It girl'. Dícese de una chica que, sin profesión concreta, sirve como referente en varios ámbitos como la moda, la música, el diseño... Miranda Makaroff, de 26 años, es un ejemplo, aunque ella no tiene muy claro lo que es: "Te acostumbras a que te lo digan, pero yo al principio no sabía lo que significaba", explica dos horas antes de viajar a Londres. En realidad, el término lo inventó el novelista Elinor Glyn, en un reportaje para Cosmopolitan en 1927. Ahora se vuelve a utilizar.
- 'Celebrities'. "Son blogueras de moda", explica Marta Rabadán, que junto a Raquel Córcoles acaba de editar el divertidísimo cómic Moderna de pueblo. "No son nadie, pero se hacen fotos en su casa con ropa molona y se hacen famosas". "Lo que sí tengo claro es que hagas lo que hagas, estés en la disciplina artística que estés, tienes que destacar, tener personalidad y no copiar", concreta Makaroff. Ella, que estudió arte dramático, parece que lo ha puesto en práctica: ha trabajado como reportera de moda, dj, diseñadora... ¿Y las it girls ganan mucho dinero? "No está mal", responde.
- 'Cool hunter'. Lo que hace tres años era un piropo, ahora se utiliza de forma despectiva. Un cool hunter (literalmente un cazador de lo guay) es una persona que, cámara de fotos y libreta en mano, recorre las calles en busca de tendencias, sobre todo de moda. Se ha convertido casi en una profesión, pero últimamente se utiliza más para definir a un "paleto con sed de modernidad", explica un diseñador que prefiere no dar su nombre. "Las palabras pasan de moda y cambian su significado muy rápidamente", apunta Castro. Algo parecido ocurrió con patético. "Copiada del inglés", continúa Castro, "su significado real [dolor, tristeza o melancolía, según la RAE] se transformó a cuando algo o alguien es ridículo. Fue impulsada por Tamara Seisdedos en la televisión".
- 'Pipa, pokero y yop'. Los tres términos sirven para describir a chicos y chicas que pueblan la red social Tuenti. Los tres tienen puntos comunes pero con ligeros matices. Una pipa suele ser "una chica que en la vida real es una pringada pero que va de guay en el Tuenti". Una yop es una "choni ególatra que solo se hace fotos de sí misma desde arriba" y deriva del "yo" más la terminación p, que se utiliza en Internet para decir sí (sip) y no (nop). Y un pokero es "un bakala que suele habitar en los centros comerciales". Se puede comprobar si eres un pokero o no en el ingenioso cuestionario de www.pokero.frikitest.com, donde se pregunta si a bailar le llamas ronear, si llevas la gorra mirando al cielo y si le pondrías más turbos a tu coche. Las tres definiciones están facilitadas por varios asiduos al Tuenti. Imprescindible es también buscar en www. chevismo.com/chonizador, un traductor español-choni que puede despejar muchas dudas.
- 'Sartorial'. En español se refiere a lo relativo al sastre, pero también se usa como sinónimo de fashion, moderno... Está arrancado del blog The Sartorialist, especializado en fotografiar a gente anónima por la calle con ropa, pelo, gafas o actitud que puede convertirse en tendencia.
- 'Jimmy Choo' y 'cinta de lomo'. Entramos en el terreno de lo (demasiado) explícito. Las dos expresiones tienen que ver con el sexo femenino y masculino respectivamente. Jimmy Choo es una marca de zapatos de mujer y evidentemente en el argot callejero se utiliza cuando se refiere al sexo femenino. Lo de cinta de lomo se presupone, ¿no? "Muchas veces el lenguaje quinqui traspasa barreras", precisa Castro. "No sería la primera vez que palabras como estas cogidas de la calle llegasen a la RAE".
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