martes, 28 de diciembre de 2010

El día que murió el gonzo...


El día que murió el gonzo

Hunter S. Thompson, autor de Miedo y asco en Las Vegas, rompió todos los clichés del periodismo. Un documental rescata su memoria de la caricatura toxicómana.

el 25 de febrero de 2005, Hunter S. Thompson se pegó un tiro en la cabeza. Bajo sus sesos quedó la máquina de escribir con una hoja en blanco. "El suicidio es un acto esencialmente narcisista, y en el caso de Hunter, un gesto consecuente; toda su vida había reflexionado en voz alta sobre quitarse la vida, como Ernest Hemingway", cuenta Alex Gibney, director de Gonzo. Vida y hazañas del Dr. Hunter S. Thompson.



Hay argumentos que permiten hablar de algo más que del gesto de un narcisista: "Estaba clavado en una silla de ruedas por una lesión de cadera, alcoholizado, deprimido tras la reelección de Bush en 2004 y afrontando el aburrimiento que suponía el vacío en la agenda deportiva tras la Superbowl". Por entonces, Thompson sólo publicaba regularmente una columna semanal de deportes. Poco quedaba del tipo que saltó de la trinchera al campo de batalla para reformular el periodismo a principios de los sesenta. El inventor del gonzo (una fórmula a caballo entre la investigación en primera persona y la escritura de ficción) había sido absorbido por su propia caricatura a finales de los años setenta. Su desmedida afición por las drogas, el coleccionismo de armas y un aura de celebridad excéntrica trascendieron a su talento como escritor. Él mismo lo declara en el documental: "Antes era un tipo anónimo actuando desde dentro, y de repente pasé yo a ser el centro de atención".

"Había sido eclipsado por su propia reputación. Todos conocemos al Hunter salvaje, pero ¿alguien se ha molestado en leer lo que escribía? Si este tío no hubiera escrito bien, a nadie le habría importado una mierda", completa Gibney. "Ése fue el punto de partida de este documental. Empecé por Miedo y asco en la campaña presidencial de 1972, un texto que conserva su vigencia". Thompson se coló en la comitiva que seguía a Nixon y su oponente, el senador George McGovern, porque nadie tenía ni idea de quién era ese tipo con la credencial de Rolling Stone. Sus andanadas contra Nixon ("el hombre que encarna el sueño y la pesadilla americanos") lograron que se tambaleara en las encuestas casi más que los discursos de su querido demócrata McGovern.



El propio McGovern, Jimmy Carter, Tom Wolfe o Johnny Depp (que lo interpretó en Miedo y asco en Las Vegas y posteriormente costearía el espectacular funeral que el propio Thompson diseñó para sí en su rancho de Aspen) son algunos de los entrevistados que nos guían por su leyenda. Antes de que el periodista Bill Cardoso bautizara su estilo como gonzo en 1970, Thompson había practicado el nuevo periodismo conviviendo con Los Ángeles del Infierno, se había burlado de la generación hippy que abandonó las convicciones de izquierdas en favor de los psicotrópicos, había tomado conciencia política al contemplar las cargas policiales durante la convención demócrata de Chicago de 1968 y hasta se había presentado a sheriff del Condado de Pitkin, Colorado. "Hoy sería imposible encontrar un periodista superestrella como él, pero al mismo tiempo es innegable que ayudó a establecer las bases que hoy hacen que hablemos de bloggers superstars".

Gonzo. Vida y hazañas del Dr. Hunter S. Thompson (Versus) se publica en DVD el 24 de febrero.


- EL PAIS -

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