viernes, 21 de diciembre de 2007

Otro trío en las Azores...


La fotografía no es sólo un click, es una actividad intelectual. Cada vez que se exhibe una buena imagen, ha habido alguien detrás de la cámara pensando en quién, dónde, cúando, cómo y por qué. Raramente una buena foto proviene de un hecho casual o ha sido disparada por alguien poco adiestrado. Por eso, lo mejor para bien fotografiar es alimentar la mente y el espíritu, con música y lectura, conversación y reflexión. Y educación gráfica, claro.

Cuando un político se baja al metro o se fotografía con un punky está enviando un mensaje. Las generaciones que hoy pisan la tierra asisten a un cambio dramático en la comunicación: menos letra, más imagen. Y de entre todas las representaciones gráficas, la fotografía, la imagen estática constituye el fundamento de los mensajes que perduran en la mente de aquellos a quien va dirigido.

Mariano Rajoy ha recibido el apoyo explícito de los dos gobernantes del eje franco alemán: Nicolas Sarkozy y Angela Merkel. En una representación ciertamente inusual, ambos le han devuelto el golpe al presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien apostó con escaso éxito por sus dos contrincantes: Segolène Royal y Gerhard Schroeder.

El efecto lo veremos a lo largo de toda la campaña. Cada vez que el líder de la oposición mencione Europa, los electores sabrán a lo que se refiere. La foto de esta semana es una de esas imágenes que se mantiene en la retina. El gran Rubén Amón se marcó dos folios en este papel sobre la convención organizada en París para hablar de Europa que devino en un extraordinario apoyo al candidato español. Apuesto un Maduro 5 de Cohíba que no llegó al último párrafo ni la Directora de Comunicación del Partido Popular. Sin embargo, la foto lo dice todo.

Lucas Dolega / EFE

La colección de imágenes reúne planos diversos del momento en el que los tres líderes conservadores unen sus manos. Gracias a la visión de conjunto sabemos que el escenario lo llenaba un potente azul (el color del Viejo Continente y de los conservadores). Su organizador se había asegurado planos diversos al ubicar a los fotógrafos en una plataforma que ofrecía una visión frontal y bajo el escenario, cuyo resultado daba un contrapicado siempre arriesgado pero generalmente de mucha fuerza.

La foto de la semana es precisamente uno de esos contrapicados. Sarkozy ofrece esa sonrisa con la que parece que nació. Merkel aparece con la vista en alto y la boca cerrada. Y Mariano Rajoy (un político inusual que gana en el plano corto) con esa sonrisa todavía poco ensayada ante el espejo. Ahora que se sigue recordando la foto de Aznar en las Azores, su sucesor ofrece una imagen que estará muy presente desde aqui hasta el paso de los españoles por las urnas.

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